Para África desde Alicante

Un proyecto modesto, pero lúcido, en un continente al que no se le presta la atención internacional debida ni siquiera por la UE

Lo materializan unos alicantinos visionarios creyentes en el sueño de un sacerdote ruandés salvado milagrosamente del genocidio que hace ya unos cuantos años asoló Ruanda. Es el proyecto de un cura ruandés que pudo refugiarse en Uganda y salvar la vida que perdieron unos cuantos compañeros de sacerdocio. Llegó a Alicante y se vio arropado por ‘chiflados’ que no veían imposible sacar de la miseria a unos cientos de niños y sus familias en Katwe-Kenziga, en el distrito de Sembabule, a unos cien kilómetros de la capital, Kampala, y en Ikoba, a 40 kilómetros.

Esta oenegé alicantina lleva el nombre de Rafiki África y trabaja por el desarrollo de unos cientos de familias en un continente que tiene mil doscientos millones de habitantes y que en el 2050 (dentro de 29 años) alcanzará los tres mil millones. Algunos expertos en geopolítica mundial lo denominan ‘el continente del futuro’. Tiene recursos naturales importantes sin explotar y solo necesita que los nativos, con la ayuda generosa del mundo desarrollado, los pongan a funcionar. De lo contrario, “el grave problema de las migraciones se tornará insoportable, de unas consecuencias terribles, sobre todo para Europa”, como bien señala Juan Amirola, uno de los integrantes del equipo directivo de la ONG, ninguno de los cuales cobra ni un euro, sino que, como el resto de compañeros, aporta dinero a la causa y presume de que todo euro de la oenegé va íntegramente a los beneficiarios de Uganda, a las escuelas y a los talleres de formación agraria y de otro tipo en unas zonas rurales que están mejorando la vida de sus habitantes.

Sería bueno poder mostrarles aquí las fotografías de las escuelas levantadas por la ONG y sus escolares. Si quieren verlas pasen por la sede de Rafiki África, un local que aporta gratuitamente uno de los socios en la Plaza de Calvo Sotelo, 1, de la capital alicantina y con un teléfono (965 201 282) que permanece alerta siempre, de forma gratuita, abierto a quien quiera colaborar y donde podrá concertar una visita para informarse de cómo funciona un proyecto ilusionante que ya triunfa entre más de trescientos chicos y chicas de una región africana que está saliendo del subdesarrollo y donde el nombre de Alicante es sinónimo de solidaridad y esperanza. Los lectores pueden obtener mucha más información entrando en internet con las palabras ‘mágicas’ Rafiki África.

Un proyecto modesto, pero lúcido, en un continente al que no se le presta la atención internacional debida ni siquiera por la UE. ¿Que por qué cito especialmente a la Unión Europea? Por la sencilla razón de que el problema de las pateras y de la inmigración imparable de los africanos a los países de la UE, de no cambiar radicalmente el compromiso con el desarrollo de los países africanos más atrasados, se volverá totalmente angustioso y muy peligroso. Lo denuncié hace tiempo y es hora de repetirlo cuantas veces haga falta, como igualmente repite Juan Amirola, el dirigente entusiasta de Rafiki: o se consigue desarrollar África antes del 2050 o una buena parte de los tres mil millones de africanos invadirán Europa acentuando el problema actual. De África no se van a ir en pateras al continente americano y por Oriente Medio no tienen ninguna posibilidad de invadir Asia.

Mientras tanto, mientras los grandes problemas mundiales (al margen de los nacionales) apenas se debaten en el Parlamento español, los infumables podemitas y los cobardes socialistas, populares y demás impresentables partidos políticos españoles se dedican a insultarse mientras debaten si España es o no una democracia plena. Esto es vergonzoso de toda vergüenza. Humillante para una nación que tiene una historia como pocos otros pueblos, por no decir ninguno. Es una humillación que haya tantos descerebrados y no solo en Podemos y allegados. El mundo se nos viene encima y nos pasamos años y años discutiendo sobre el ‘derecho a decidir’ de unos inútiles que se preocupan muchísimo de un pésimo rapero proterrorista y de un descerebrado ‘autoexiliado’, fugitivo de la Justicia, que vive como un rey en Bélgica.

Puede parecer absurdo iniciar un artículo haciendo una llamada para atraer voluntarios, como yo, hacia un proyecto para ayudar a salir del subdesarrollo a una pequeña región africana y terminar reconociendo que la solución definitiva para África está en otras instancias. Pero esto es lo que hay. Otras oenegés aportan también su granito de arena. A lo mejor llega, más pronto que tarde, el día deseado en que Europa y otros continentes desarrollados entiendan que hacer prosperar África es la forma de asegurar su propio, actual y futuro, estado de bienestar.

Enlace al folleto informativo de Rafiki-Alicante.