Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

Suárez vs. Sánchez

Adolfo Suárez en un momento del anuncio de su dimisión (Fuente: YouTube de RTVE).

«El futuro no está escrito, porque solo el pueblo puede escribirlo»

Adolfo Suárez.

La dimisión en diferido con obsolescencia programada que nos ocupa ha dado lugar a volver a ver a Adolfo Suárez en su discurso de dimisión. Me alegra siempre ver a este hombre que España tuvo la inmensa e inmerecida suerte de tenerlo al mando del más importante episodio de su historia contemporánea.

Suárez se presentó a los españoles cara a cara y dimitió en ese momento. No tenía el apoyo de su partido y así no podía seguir. Como no tenía nada que ocultar fundó un partido de centro (lo más difícil del mundo) y se presentó a las siguientes elecciones. Pasó de presidente a tener dos diputados, pero su coherencia y honestidad le llevaron a mejorar resultados posteriormente y a consolidarse como un hombre de Estado y un referente mundial de político inteligente y de talla. No escribió una carta a los españoles, no promovió manifestaciones “espontáneas” de autoapoyo, no pidió a nadie que le intentara convencer, ni se hizo fuerte para hacer purgas estalinianas; no mentó a su familia ni se sorprendió ni inventó campañas orquestadas por opositores y periodistas para derrocarlo, y en esos momentos las había. No se escudó en el riesgo de “fin de la democracia” que tanto le costó construir, no puso en standby a un país, ni abandonó su trabajo ni un día. No fue cabreado al parlamento, ni dejó a España con imagen de república bananera en Europa, no amagó para luego no irse, no se acopló a un puesto lejano y bien pagado como sobrevolando desde lejos en su país. No fue de ofendidito menospreciando  a la gente y victimizándose de manera patética.

¿Por qué piensa esta gente que no nos acordamos de que la crispación y la confrontación política siempre tiene dos caras? ¿De verdad se han olvidado de lo que han dicho de la mujer de Feijóo, de la familia de Ayuso, de todo lo que fuera sospechoso de cualquiera que no es de su partido? Esto va con gente de izquierdas también, Iglesias y su señora, Echenique, etc., también han probado afrentas e ignominias como las que unos y otros dicen del oponente en cuanto pueden, y ellos también lo hicieron con sus enemigos.

Lo que han dicho de Ayuso, los programas monográficos sobre ella, su padre, su hermano, su novio, su mascota o el pañuelo que usa han sido épicos. La verdad es que yo he visto en Madrid gente aplaudiéndola en la calle, cosa que solo vi con Suárez siendo yo un jovencito casi imberbe.

Hay miedo, que es lo más peligroso que se puede tener en política, hay miedo de perder pesebre, de pasar una década de derechas, de volver a usar sindicatos y paridas varias para dinamitar al presidente de turno, haga lo que haga. Probar su propia medicina les ha sentado fatal. La política es así, cruel, dura, sin sentimientos, y si no lo sabes no te metas. He visto trampas, juego sucio, indignidades, y también emoción, grandeza, generosidad, esfuerzo y sacrificio. Gente grande y pequeña, ínfima.

Y duele ver un partido fundamental en España subsumido en el clientelismo y en la absurda loa al líder. Debe ser regenerado y nadie de estos de hoy lo pueden hacer ya, tal vez esta sea la peor tragedia de lo que vamos a ver hoy y de lo que estamos viviendo. Encima hacen una encuesta y deducen que la mayoría se ha tragado el maltrago del señor que reflexiona en cinco días.

Y si te han pillado con el carrito del «helao» te piras, y si han cogido a tu pareja te divorcias y sigues. Así es el tema, ni eres pyme ni autónomo, eres el presidente de un país muy grande. Haciendo amigos.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

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