Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Contrastes

LOS FELICES AÑOS LOCOS. 1923. Militares a Rabasa

Primer contingente de soldados en Rabasa, año 1924. Alicante. Foto: Fco. Ramos Martín.
Primer contingente de soldados en Rabasa, año 1924. Alicante. Foto: Fco. Ramos Martín.
El pronunciamiento de Primo de Rivera trae cambios a la ciudad de Alicante, donde su nuevo alcalde Miguel Elizaicin pone en marcha medidas de gestión pública. El nuevo gobernador Bermúdez de Castro reactiva servicios y el Directorio Militar organiza en unos terrenos a las afueras de la ciudad una fuerza de reserva para los combatientes […]

El pronunciamiento de Primo de Rivera trae cambios a la ciudad de Alicante, donde su nuevo alcalde Miguel Elizaicin pone en marcha medidas de gestión pública. El nuevo gobernador Bermúdez de Castro reactiva servicios y el Directorio Militar organiza en unos terrenos a las afueras de la ciudad una fuerza de reserva para los combatientes de la guerra de Marruecos. Nace así el cuartel de Rabasa. En el plano internacional, en Alemania Hitler es encarcelado por un fallido golpe de estado «a la italiana» y reorganiza su estrategia al plano político.

Tras el pronunciamiento de Primo de Rivera (13 septiembre 1923) España pasa a ser gobernada por un Directorio Militar que impone el cese de gobernadores civiles y ayuntamientos, instaura la ley marcial y la censura de prensa.
En Alicante, con un ayuntamiento compuesto por concejales de diversas tendencias -incluidos republicanos- se nombra alcalde a Miguel Elizaicin, general de brigada y persona de grandes inquietudes culturales. El martes 2 de octubre el nuevo alcalde reúne en el Ayuntamiento a los directores de los periódicos locales y a los corresponsales de la prensa madrileña, al objeto de darles cuenta del futuro plan de actuación para la ciudad que, entre otras cosas, incluía medidas de transparencia y acercamiento al ciudadano tales como la publicación mensual en prensa de las cuentas municipales o la instalación de un buzón en el zaguán del consistorio para que los vecinos «depositen las cuestiones que quieran hacer llegar a la alcaldía».

En el otro foco del poder, el del gobierno civil y militar, la nueva autoridad estaba empeñada en una campaña de higiene pública que mejorase la imagen de Alicante, desterrando la suciedad de sus calles. En su edición del 3 de octubre, El Luchador saludaba los propósitos y actuaciones del gobernador Bermúdez de Castro. El diario republicano llevaba tiempo reclamando al contratista del servicio de limpieza un mejor aprovechamiento de los recursos económicos destinados por el consistorio a la limpieza de la ciudad. Con la llegada de los militares se dió orden a la contrata de efectuar un plan de choque. El señor Guixot se puso las pilas (¡quién no!) y, en pocos días, Alicante lucía más limpia.
Mientras El Luchador aplaudía la decisión de la autoridad militar, el general gobernador Bermúdez de Castro instaba de urgencia a la Diputación Provincial para que se pusiera al día en el pago de todas sus deudas, ya que los plazos se dilataban y muchos proveedores pasaban verdaderos apuros económicos.
El jueves 4 de octubre la prensa alicantina se hacía eco de la retirada del fotógrafo Manuel Cantos que, a partir de entonces, se dedicaría a su nueva Academia de dibujo, pintura y caligrafía. Cantos ha sido uno de los cronistas gráficos de la ciudad a caballo de los siglos XIX y XX. Desde 1885 tuvo estudio en el número 9 de la Rambla, en 1897 se trasladó a Mayor 1 y en 1904 se ubicó definitivamente en Princesa 24. Aquí es donde estableció su academia. Antes había sido profesor en las escuelas de Magisterio y Artes y Oficios.


Perspectiva de la Rambla de Méndez Núñez en imagen de Manuel Cantos a principios del siglo XX.

España quería modernizarse y Alicante no iba a ser menos. Un acuerdo de la Sociedad de Naciones (creada tras la hecatombe de la I Guerra Mundial) establecía la instalación en todos los puertos marítimos de «dispensarios antivenéreos para atender a la curación de los tripulantes que necesiten esos servicios». Era un signo de progreso, las enfermedades venéreas constituían una plaga en una sociedad donde la falsa moral tapaba muchas cosas y en la que el nivel cultural y de higiene estaba en mantillas. El dispensario alicantino quedó instalado en el muelle de levante, en los locales ocupados por la Sanidad Marítima, bajo la dirección del doctor Vicente Monfort. Se establecía un régimen de consultas gratuitas para los marineros y se aprovechaban las instalaciones para ofrecer el servicio al público en general.

 

El Luchador (26 octubre 1923)

Mientras tanto el mundillo del espectáculo en Alicante giraba en torno a las tradicionales representaciones del Tenorio en el Principal y el Salón España, con motivo de la festividad de Todos los Santos el jueves 1 de noviembre. Pero de cara al fin de semana, para el sábado día 3, el Teatro Principal anuncia una «función monstruo, que colmará los entusiasmos de los más exigentes»: el estreno de la zarzuela de aventuras «Los sobrinos del capitán Grant». Los decorados, vestuario y demás atrezzo de la obra habían llegado hasta Alicante ocupando un vagón completo de ferrocarril. Participaban en la representación más de 40 personajes estrenando 200 vestidos. Una auténtica superproducción.
A la semana siguiente (8 y 9 de noviembre) un tal Adolf Hitler es detenido y encarcelado en Munich tras encabezar un intento de golpe de estado en el denominado Putsch de la Cervecería. El fracaso de la vía insurreccional (inspirado en la marcha sobre Roma de Mussolini) hizo a Hitler cambiar de estrategia, centrándose en crear un auténtico partido de masas que en la década siguiente le llevó hasta la cancillería.


Hitler y otros lideres nacionalistas alemanes durante su juicio por rebelión contra el Estado (Bundesarchiv Bild, noviembre 1923)

En Marruecos continuaba la guerra. El Directorio Militar de Primo de Rivera organiza una fuerza de reserva para el ejército de Africa que estaría ubicada en Alicante y Almería.
En la terreta dicha fuerza de reserva estará a las órdenes de un general de brigada, que comandará 4 batallones extraidos de los regimientos del Infante no 5, Otumba 49, Vizcaya 51 y Jaén 72. Contará además con dos baterías de artillería, una compañía de Zapadores, sección de Telégrafos, una compañía de tropas de Intendencia, una ambulancia y un centenar largo de mulos de carga. En total más de dos mil efectivos que había que alojar en algún sitio, para lo que la autoridad competente eligió unos terrenos en la zona denominada Rabasa, propiedad del industrial alcoyano Vicente Laporta Mira, quien los cedió gratuitamente para la instalación de esta Brigada de Reserva del Ejército de Marruecos. Dos meses más tarde le fue concedida la gran Cruz Blanca del Mérito Militar «al opulento industrial alcoyano por tan generoso rasgo» (El Luchador, enero 1924).

 

Primera instalación militar en Rabasa (enero 1924)

 

Los primeros soldados de Rabasa preparando el rancho (Fco. Ramos Martín)

El lunes 5 de noviembre el capitán de Ingenieros encargado de estudiar el emplazamiento del campamento militar estaba ya en Alicante girando visita a los terrenos en compañía del gobernador militar. De seguido éste telegrafió al ministerio de la Guerra para que enviara todo el material «pues están adoptadas todas las medidas para proceder a su instalación inmediatamente». Nacía así la zona militar de Rabasa, donde hoy continua el histórico cuartel alicantino, en su día Centro de Instrucción de Reclutas (CIR no8) y hoy sede del Mando de Operaciones Especiales.

El cuartel de Rabasa cuando albergaba el Centro de Instrucción de Reclutas.

Hacia finales de mes el Ateneo de Alicante, que se había constituido en septiembre presidido por José Guardiola Ortiz, preparaba su puesta de largo. Estaba instalado en el segundo piso del recién inaugurado Café Central, en la esquina de la Explanada con la calle Bilbao, aunque con entrada por la de San Fernando. La inauguración oficial tuvo efecto el martes 4 de diciembre, con una exposición del pintor alicantino Emilio Varela, que presentaba numerosas obras, fruto de una prolongada estancia en la Aitana. Un dúo de piano y violín ofreció un selecto concierto a los numerosos invitados. El presidente del Ateneo disertó sobre Varela y su obra, explicando asimismo el significado del Ateneo y su misión en el orden cultural y de las ideas.

Alicante y el Benacantil vistos por Varela.

Nos íbamos acercando a final de año cuando el comerciante de origen italiano Luigi Corno elevó, por escrito, una petición al general gobernador militar y civil de Alicante. Se refería a un camino abierto en la roca «selvaggia, aspra é forte», que discurría por la costa desde el hospital municipal hasta la Albufereta. «Su curso, paralelo a las vías del ferrocarril de la Marina, es uno de los más bellos de Alicante», explicaba en su escrito el señor Corno. El caso es que las obras para la ampliación del camino se habían iniciado años atrás pero llevaban paralizadas ya mucho tiempo. Don Luigi solicitaba de las autoridades su interés en un tema que consideraba trascendente: el establecimiento de una vía directa de circulación hacia la Albufereta, la que hoy conocemos como carretera de la Cantera.

El camino de la Cantera sobre los años 30.


Para mediados de diciembre el comandante Juan Yáñez, encargado de ejercer la censura de prensa en Alicante, cesa en sus funciones siendo sustituido por el también comandante Bonifacio Caballero. Pocos días después, el sábado 22 de diciembre, la ciudad vivia un suceso novelesco, era atracado el tren correo a Madrid en el trayecto de Alicante a San Vicente.
Al salir de la estación capitalina el furgón correo fue asaltado, a punta de pistola, por un desconocido que ató al vigilante de pies y manos, tapándole la cara con un pañuelo. Seguidamente reventó la caja fuerte llevándose 2.916 pesetas en billetes y plata. Antes de que el tren hiciera su entrada en la estación de San Vicente, el atracador saltó en marcha desapareciendo como una sombra.
El 31 de diciembre se despedía 1923, el año del golpe. En los doce meses hubo 1.443 defunciones, siendo precisamente diciembre el mes con mayor mortalidad (165). Vinieron al mundo 1.729 alicantinos, con noviembre como mes más prolífico (177).
El Luchador abría así su edición del último día del año:
«Hoy termina el año de 1923 ¡Vaya con Dios! Aciago ha sido para nosotros. Hemos sufrido amarguras y decepciones. Carecemos de la indispensable libertad para poder expresar con la exactitud y fuerza necesarias cuanto ha acontecido en el histórico año que fenece esta noche».
En Alicante, diciembre del 23, primaveral invierno.

Fuentes e Imágenes:


*Archivo municipal de Alicante

*Biblioteca virtual de la prensa histórica

*El Luchador


*Miradas y Recuerdos. Diputación Provincial.

*Bundesarchiv Bild. Deutschland.


*Instituto Gil-Albert.

Benjamín Llorens

Periodista.

Comentar

Click here to post a comment