La Barraca Popular (1988)

Muchos alicantinos recordarán el hito que para la ciudad y las Hogueras supuso la inauguración de la Barraca Popular de Campoamor el lunes 20 de junio de 1988. Un arreón. Otros muchos no guardan memoria (los que nacieron aquel año cumplen 34) pero han oído hablar de aquello a sus mayores. Tuve yo la suerte (y, como todo el equipo de la radio, los quebraderos de cabeza) de vivirlo en primerísima fila como director de Radio Alicante-SER, que era una de las entidades organizadoras junto con Ayuntamiento y Diputación.

Soy alicantino del Plá del Bon Repós, acostumbrado desde chavalín a tener un par de barracas bien cerca y la foguera Pla-Hospital en la puerta de casa. Me encantaban las despertás con traca y música. Me vestía más rápido que un rayo y salía corriendo más deprisa que el Meló. Con la plantá llegaban el verano y las vacaciones, todo era fiesta, una sensación que hemos interiorizado muchas generaciones de alicantinos y que echamos de menos cuando Sant Joan nos pilla lejos de la terreta. Vamos que me gustan nuestras fiestas más allá de los inevitables matices. Por eso cuando en los primeros 80 el concejal de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento de Alicante, Salvador Forner, se puso en contacto conmigo para que fuera el presentador y coordinador escénico de la Barraca Municipal en la antigua Lonja de Verduras de la calle Capitán Segarra, me hizo una tremenda ilusión, tanta que fui al sastre para hacerme un traje a medida (de blanco impoluto) en la ya inexistente Sastrería Molina de la calle Sevilla, frente a la Fábrica de Tabacos. Eran los primeros intentos en la recién nacida democracia española de establecer un lugar de libre acceso en unas fiestas donde todas las barracas tenían portero. Allí tuve el honor de presentar a artistas como La Trinca, Pavesos o los grupos alicantinos Costablanca y Mosto (luego Acero) con el histórico rockero (aún en la brecha) Alfonso Peña. Eran buenos tiempos para la música.

Pasados algunos años, en 1985, fui nombrado director de Radio Alicante-SER tras el traslado a Valencia, como director regional, de Antonio Serrano, mi jefe y mentor. Solo había dos canales de televisión (la 1 y la 2) y la radio estaba rabiosamente de moda, tanto por la información como por la música, con la explosión de las FM y el liderazgo musical de los 40 Principales. El joven equipo de Radio Alicante no paraba de plantearse acciones que nos llevaban más allá de la antena (Hola Verano, Verbena de la Primavera, Megaciclos de verano, la Radio al Sol,…) y en una de esas organizamos un Racó durante las Hogueras de 1986 en la calle Pintor Cabrera, con la filosofía de dar cabida a quienes no tenían donde ir. Como la cosa no fue mal echamos la mirada a metas mayores y surgió la posibilidad de plantearle al Ayuntamiento la idea de un recinto con actuaciones musicales de nivel y una importante cobertura mediática a cargo de la SER, abierto a todos los ciudadanos, alicantinos y visitantes, que fuera al tiempo un aliciente para venir a Alicante en Fogueres. Así que, como responsable de la emisora, me fui a convencer al alcalde Lassaletta de las virtudes de nuestra propuesta.

Infructuosa tarea, el alcalde ya tenía bastantes quebraderos de cabeza. En la radio estábamos convencidos de que el invento sería un éxito, con lo que no cejamos en el empeño y solicité una entrevista con el presidente de la Diputación, Antonio Fernández Valenzuela, quien tras una larga conversación y escuchar detenidamente el planteamiento solo me dijo tres palabras: “Benjata ¿qué necesitas?”. Y nos pusimos manos a la obra.

El Racó Provincial (como se le denominó) fue instalado en la calle Tucumán, en el lateral del palacio y contó con actuaciones como la de la Orquestra Platería. La periodista Pirula Arderius señalaba en el diario Información (26-junio-1987):

 “En el 86 la SER ya protagonizó la movida juvenil fogueril con la barraca que montó en la calle Pintor Cabrera. En esta ocasión y junto a la hoguera experimental ya ha superado todas las previsiones de convocatoria en torno a la zona de General Mola donde se produjo un auténtico colapso durante los cinco días de fiesta”.

En la entrevista que acompañaba a aquella crónica señalaba yo que para el próximo año había que replantearse la ubicación, “necesitamos un recinto más grande”.

Lo mismo que unos días antes, en plenas Hogueras, comentaba con el presidente Valenzuela en el balcón de la Dipu mientras contemplábamos la riada de gente que invadía la zona. El personal, la ciudadanía, se había convertido en el espectáculo. El presidente cogió el envite y me dijo:

“Dame tiempo, deja que lo estudie”. La reflexión no cayó en saco roto (como nada en lo que se comprometía Fernández Valenzuela) y para el año siguiente la Diputación echó el resto. Se derribó el viejo Hogar Provincial de Campoamor y allí nació la Barraca Popular de 1988.

La Diputación adecuó la zona para acoger el recinto y lo puso en pie. Una infraestructura de muchos quilates. Desde Radio Alicante trabajamos codo a codo con personal de la corporación provincial como el diputado Antonio Martínez (cariñosamente “el atómico”) que sin duda fue imprescindible para el éxito del proyecto, el ingeniero José Luís Verdú, Luis Perea o Juan José Martínez (hombres del presidente). La tarea era inmensa. El Ayuntamiento (que puso en marcha la primera barraca popular en 1979) se acabó apuntando al evento y finalmente el impresionante recinto que acogía la Barraca Popular se llamó oficialmente BARRACA AYUNTAMIENTO-DIPUTACIÓN-SER.

Hablamos de 15 mil m² con un gran escenario de 30 metros de largo por 10 de fondo, torre-cabina para varios DJ frente al mismo, 8 mil m² de pista de baile, 130 metros de barras, zonas de aparcamiento, espacios ajardinados, una impresionante iluminación (cañones de luz incluidos) que cubría todo el recinto y la Explanada pintada en el pavimento. Lo nunca visto en la terreta durante unas Hogueras.

La radio se encargaba de dinamizar el recinto noche y día, con la presencia de estrellas de la cadena como Iñaki Gabilondo, Concha García Campoy, Manolo Ferreras y, a nivel local, Vicente Hipólito. Nuestro papel era el de llenar de contenido y, naturalmente, promocionar la Barraca con programas y actividades, desde emisiones nacionales hasta paellas gigantes con el maestro Ramón Riquelme. Desde batallas de la espuma para chavales hasta bailes de salón para los más veteranos.

Aquel año del 60 aniversario de les Fogueres de Sant Joan, Alicante y sus fiestas sonaron de lo lindo en la terreta y más allá, en España entera. La ONCE contribuyó con el sorteo del cuponazo el día de San Juan. Dos días antes (el 22) todas las radios alicantinas emitieron la misma programación durante diez minutos conducidos en antena por Pedro Romero, compañero de Radio Nacional de España.

El equipo de Radio Alicante-SER jugaba al completo. En la proa de nuestro barco profesionales como Andrés Llorente, Juan Manuel Vila, el cuerpo técnico encabezado por Luis Garriga y toda la emisora en general. Capítulo aparte para los animadores de la noche: José Francisco Antón (Nieto de Mix), Fele Pastor (Fele con L), Nieves Martinez (la Bruja), Freddy Maiquez, Carlos Cardero (el Abuelo) o el inefable Niceto Ramirez (Galletoni).

Fueron días de locura, diversión y, para nosotros, trabajo, mucho trabajo para que todo saliera adelante y bien en aquellas Hogueras del 88, acogiendo cada noche en la Popular a más de 30 mil personas, con un equipo de Seguridad (grupo Eulen) que prácticamente lo bordó, pues como dirían las crónicas “no hubo incidentes dignos de mención”.

Cuando el fuego de la cremá se lo llevó todo (incluida la Hoguera Experimental de la Diputación, plantada frente al recinto) llegaron los balances. Los medios de comunicación, en general, calificaron la experiencia como positiva y, sobre todo, de gran influencia en la ciudad y sus fiestas por su exitoso resultado.

Vinieron días de valoraciones, reflexiones e intercambio de pareceres sobre el devenir de les Fogueres y de la propia barraca popular. Muchos alicantinos crearon un mito en su memoria. Eran años de juventud, los míticos 80.

Benjamín Llorens (exdirector Radio Alicante-SER)

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