Un rector de universidad pagano

La tarjeta, que podría ser de felicitación navideña cristiana, se ha convertido en una misiva firmada por el rector de la Universidad Complutense de Madrid, en la que no es él quien desea algo a sus universitarios, sino que es el propio otoño quien lo hace por obra y gracia de un rector que yo proclamo pagano y al servicio del otoño. Fíjense ustedes en el texto. Es ‘el fin del otoño’ quien abre paso ‘al nuevo año con deseos de paz, renovación y prosperidad’.

Hasta ahora el fin del otoño daba paso al principio del invierno y nunca al nuevo año, que solía venir tras la Nochevieja. Hemos vuelto al paganismo; hemos ‘progresado’ a dos mil años atrás. El rector y sus asesores (no creo que se le haya ocurrido redactar la inteligente misiva sin ayuda de sus sesudos colaboradores) han ilustrado la tarjeta no navideña con una hoja seca: más fin de otoño, imposible. Si genial es el texto, lo de la hoja seca es sublime. El conjunto (texto más hoja) no puede deberse sólo a la sutil inteligencia del señor Goyache. Sería demasiado.

Está claro que tiene un gran equipo de gobierno, un equipo que tiene que ser diferente al del año anterior y que se renovó el pasado mes de junio cuando Goyache fue reelegido rector para otros seis años. Las fiestas decembrinas del año 2022 las felicitó el mismo rector con este otro texto: “Deseo que tengáis tú y los tuyos unas muy felices fiestas navideñas, y que el próximo año compartamos en la comunidad complutense ilusiones, logros y éxitos”. ¿Qué ha ocurrido para tan brusco cambio del rector? Recuerda, de alguna manera, los cambios de Pedro Sánchez. Goyache podría tener en esta nueva etapa infiltrados sanchistas en su equipo.

En las redes sociales le atacan duramente. Se ha pasado un pelín un tal Octavio, que ha subido una foto propia junto a este texto: “Será difícil encontrar un gilipuertas con título universitario que le iguale… Y todo para no usar la palabra Navidad. Evidentemente el rector de la UCM es, además de gilipollas, un cursi imbécil”. Noelia Jiménez es más educada con el rector: “Queriendo ser inclusivo con todos, acaba siendo exclusivo y me parece triste. Yo he recibido la felicitación del ‘final del otoño’ con una hoja seca cutre”.

Me gusta lo que dice Noelia sobre ese lenguaje ‘inclusivo’ que han introducido los gobernantes sanchocomunistas de los últimos cinco años y que está haciendo estragos porque resulta evidentemente ‘exclusivo’ y terminará siendo mucho más ‘exclusivista’ con los cuatro años más que van a gobernar Sánchez, Yolanda, Otegi, Puigdemont, Junqueras y demás líderes de partiditos insignificantes yolandistas, unidos para destruir cientos y cientos de años de historia nacional con inspiración grecorromana y cristiana.

Quieren un paganismo marxistizado, borreguil, fascista, liberticida y de empobrecimiento generalizado, todo lo cual camuflan con la propaganda hitleriana del progresismo falso que llevará al país a la miseria intelectual, moral y económica. A todo esto hemos llegado poco a poco, pero principalmente con la colonización de las universidades y otras instancias docentes y culturales por la izquierda inútil, pero experta en vender gato por liebre. El marxismo que está liderando Pedro I el Mentiroso, con apoyo de separatistas vascos y catalanes, más la connivencia de las derechas extremas del PNV de Ortúzar y del Junts de Puigdemont, es de una gravedad colosal, de la que parecen no ser conscientes en las altas esferas de la Unión Europea.

Una vez más, aunque sea a propósito de una felicitación rectoral no navideña, es preciso resaltar que la ofensiva contra los valores de la civilización occidental grecorromana y cristiana, que hicieron grande a Europa, no va a cesar hasta hacerlos desaparecer. Que no quepa la menor duda de que comunismo y nazismo, disfrazados de populismo, son los dos grandes enemigos de la humanidad, fortalecidos por el relativismo campante y rampante en que se mueven la nuevas generaciones, faltas de metas elevadas, faltas de lo que Antonio Machado llamaba los valores espirituales humanos, condenados los jóvenes de hoy y de mañana y pasado mañana al hastío y al suicidio, un suicidio moral, que cada vez más desemboca en suicidio físico.

Esta sociedad nuestra, tan maltratada por gobernantes faltos de ética, nacional e internacionalmente, se ha quitado a Dios del medio, incluso en las fechas de Navidad, en las que el nacimiento del Niño-Dios, el acontecimiento más grande de la historia, sólo es celebrado por unos pocos. El Cristianismo, como repite el franciscano capuchino padre Joaquín, es la única religión cuyo Dios se hace hombre para ser igual que nosotros en todo menos en el pecado y hacernos herederos del Reino de los Cielos. Yo invito a todos los que me lean a que, si huyeron del hogar cristiano un día, como hijos pródigos reflexionen y vuelvan a los brazos de Dios que los tiene abiertos para acogerlos, lleno de amor y misericordia. Eso es lo que deseo cuando les grito: ¡Feliz Navidad!