Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Balones a la olla

Pesadilla manchega a la hora del aperitivo

Fotografía: Perfil de @cfhercules en Twitter

Un partido raro y atípico en el que el Hércules tiró por la borda los tres puntos en juego, en el primer acto, es más, me atrevería a decir que tan solo en unos minutos. El Socuéllamos aprovechó las suyas, no lo hicieron los alicantinos. Encajamos dos como pudimos encajar cuatro, cierto es que tuvimos alguna pero no se supo remachar, incluso un penalti a favor el árbitro lo transformó en falta en ataque. ¡Qué cómodo es arbitrar así, qué desahogo!

Para empezar ni el planteamiento fue muy acorde, Sergio Mora debió pensar que, echándole mucha azúcar al pastel, sabría más dulce y mezcló a Moreno con Sánchez, y a Borja Díaz con Bikoro, más la aportación de Raúl Ruiz, mucho jugón para poco sacrificio. Nos metieron los dos goles en la primera parte y los segundos cuarenta y cinco minutos pese a ser muy largos casi quedaron en un trámite. El buen hacer de Nieves, portero local, el desacierto en el remate, los fallos defensivos y la puntilla arbitral hicieron el resto. El Hércules sigue arriba, pero al Hércules le falta una quinta marcha, la que sí tienen La Nucía, o Intercity, que ganaron sus respectivos duelos. A veces se dice que se ganaron más de tres puntos, pues lo de ayer fue objetivamente perder más de tres puntos. ¡Ah bueno! Y el Toro Acuña volvió lesionado después de completar poco más de veinte minutos de juego, pero eso ya no es muy noticiable, eso empieza a ser un clásico. 

Yugo Socuéllamos 2 – Hércules 0

Se disputaba la jornada veintidós en el Grupo V de la RFEF. Visita a la localidad de Socuéllamos, provincia de Ciudad Real. Socuéllamos, municipio de poco más de doce mil habitantes, gran centro productor de vid. Nos esperaban en su campo, el Paquito Giménez, de césped artificial de última generación. Un grupo de seguidores herculanos cercanos al centenar estuvieron presentes, el desplazamiento es próximo a las tres horas por carretera desde Alicante. El partido comenzó a las doce del mediodía, y lo dirigió el colegiado extremeño Miranda Bolaños, con fama de tarjetero. Debutante en esta categoría, una vez había pitado al conjunto de casa y ninguna al Hércules. Ni bien ni mal, se tragó un penalti de Nieves a Aketxe y ceremonialmente lo convirtió en falta en ataque, de paso amonestó a Borja Galán, por protestárselo. Mora apechugó con las bajas de Chuli, Nico y Raúl González por lesión, recuperó a Carlos David y dejó en el banquillo a Diego Jiménez. Dispuso una zona medular concurrida y abultada en la que algunos nunca habían jugado juntos. Resultó como si el experimento alguno ni lo entendiera. A veces por echar más azúcar la cosa no está más sabrosa, sino que llega a ser empalagosa.  

Salió el Hércules a no especular, de entrada, conocía hasta el resultado de La Nucía en la tarde del sábado. La realidad es que la primera parte fue entretenida y de idas y venidas, la segunda tuvo otros contenidos e incluso casi hubiese sido desdeñable. Era una lucha entre el fútbol directo del Socuéllamos, a la inglesa, y la elaboración alicantina a fuego lento, que no terminaba de cuajar. Una ocasión de Bikoro, que casi sorprende, y la verdadera mala suerte de Borja Díaz, que en el minuto trece no acierta con un cabezazo a pase de Alex. Tres minutos más tarde los manchegos botan un córner a pie cambiado, y en el segundo palo, de cabeza, Adrián Pérez, libre de marca remata a la red. Solo a placer, despiste de portero y defensa, más desajuste imposible. El balón parado otra vez condenaba al Hércules. Unos minutos más tarde en un tiro forzado pudo empatar Acuña, el banquillo herculano se levantó como un resorte, el pase en profundidad lamió el palo. Después, próxima la media hora y tras sentir un pinchazo, se retiró lesionado; parece que nunca va a tener regularidad, si no es una cosa es otra. Antes Adri López había evitado otro gol en ocasión manifiesta, tiro cruzado a su derecha de Iván Bueno y salvó en gran estirada. Cuando parecía que así iríamos al descanso, llegaría la puntilla definitiva. Difícil de explicar, Pedro y Alex pugnan por un balón en el banderín de córner del rival, ninguno atina a centrar, un defensa despeja de cualquier forma, Pepe Delgado enfila la banda izquierda totalmente desprotegida, galopa y galopa, le sale Tano a parar, no se decide, dudas y el del Yugo empalma un derechazo que bate a Adri, cruzado y por bajo. ¡Lamentable! No es la primera vez que el equipo recibe un gol similar esta temporada. En Alzira ya pasó algo parecido.

Planteamiento erróneo, fallos en ataque y defensa, malas interpretaciones, errores de marcaje y falta de equilibrio. Resumen de la primera parte. Lo peor de la segunda no es tanto la no remontada sino la sensación y falta de fe en que no se iba a remontar. Los dos goles eran una losa.

Estadio Paquito Giménez. Escenario del partido (Fotografía: Miguel Á. Sánchez).

Debió pensar Mora, que algo había que hacer, comenzó la segunda parte con dos cambios de entrada. Un desdibujado Bikoro cedió su puesto a Elliot y Raúl Ruiz hizo lo propio con Borja Galán. Cambio de sistema y planteamiento más equilibrado. Menos ritmo en la segunda parte, nada que ver con la primera, el Hércules a remolque y los de casa ralentizando el partido. En el sesenta y seis, primera ocasión en la que el Hércules se pudo meter, el disparo de Elliot lo detiene Nieves. Acto seguido Borja Díaz al larguero. Más experimentos, el intocable César Moreno deja su puesto al casi inédito Pau Miguélez, ¡por si suena la flauta! Mientras caían y caían los minutos. Y a un cuarto de hora para el final y con tiempo para haber maquillado algo el resultado, en un balón en profundidad Diego Nieves, portero local, sale a por todo y arrolla a Aketxe, penalti claro, las asistencias atienden a ambos y el extremeño pita falta en ataque. O lo que es lo mismo, pitó “peligro” y se lavó las manos. De ahí y hasta el final, dos para cada equipo. Un tiro del Socuéllamos al larguero, que acabó el partido con diez por doble amonestación y un paradón otra vez de Nieves ahora a Tano.

El Hércules debería aplicarse en que los partidos duran noventa minutos y se pierden y ganan en toda su extensión. Como decíamos al principio, se perdieron algo más de tres puntos teniendo en cuenta las victorias de Intercity y La Nucía y el empate del Murcia. Lo de la quinta marcha, ganamos, perdemos y empatamos, los de arriba sólo ganan y a veces empatan, pero no pierden. El Hércules se descuelga. La Nucía nos saca cuatro, el Intercity tres y el Murcia nos ha alcanzado.

El conjunto almeriense del Pulpileño visitará el Rico Pérez la siguiente jornada, están en la parte baja de la tabla. Se debe ganar por obligación, pero si los otros no pinchan también vale de bien poco, la primera plaza se ha complicado. Ganar y ganar, todo lo que no sea ganar será una PESADILLA, por la mañana, por la tarde, o a cualquier hora del día. A la MANCHEGA o a la ALICANTINA, a la hora del APERITIVO o a la hora de la MERIENDA.


Todos los resultados (Grupo V)

  • Atco. Levante 0 – La Nucía 1
  • Socuéllamos 2 – Hércules 0
  • Intercity 1 – Águilas 0
  • Alzira 2 – Real Murcia 2
  • Mar Menor 2 – Melilla 0
  • Recreativo Granada 3 – Mancha Real 0
  • Pulpileño – Eldense (Aplazado)
  • Marchamalo 0 – Toledo 2
  • Ejido 2 – Puertollano 0

Ferrándiz

Se puede ser de equipos muy grandes, muy famosos, ganadores de muchos títulos, pero nosotros somos del Hércules. Modestia y orgullo pueden ir de la mano. En nuestro corazón habita ese pálpito blanquiazul. Sentimos al Hércules, como sentimos la Explanada, el Postiguet o la Cara del Moro. Macho Hércules.

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