La pornografía, un terrible delito

Ni los padres, ni los centros docentes, ni el sursum corda son culpables de la peor lacra inmoral de nuestros días; una plaga mucho peor que la pandemia del coronavirus y que lleva el nombre de industria de la pornografía. Tiene como aliadas y cómplices repugnantes a las redes sociales por su difusión terrorífica. Las siete plagas de Egipto son una broma a su lado. Estamos ante la más mortífera de las enfermedades porque es a la vez moral y física, de consecuencias abominables. Causa daños casi, o sin casi, irreversibles tanto en mujeres como en hombres. Envilece algo en sí tan digno y tan profundamente humano como el sexo, las relaciones sexuales entre dos seres humanos, especialmente cuando es el culmen del amor.

La pornografía es un terrible delito. Las Cortes y el Gobierno colaboran (por inacción) con el diablo en una industria que promueve la violencia machista y hace estragos entre niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Psicólogos, psiquiatras, educadores y padres vienen dando la voz de alarma desde hace ya unos años. Pero la inoperancia generalizada ha hecho que la situación actual sea de alarma, no amarilla, ni naranja, sino roja, muy roja. Ven urgente que se tomen medidas legales y de todo tipo para cortar tajantemente con ese negocio sucio de la industria pornográfica, que no puede considerarse nunca ejercicio de la libertad de expresión, sino comisión de un delito de lesa humanidad.

Es preciso, entre otras medidas, legislar conscientemente para borrar esa perniciosa industria y la complicidad de las redes sociales desmadradas para hacer negocio infrahumano, inhumano, repugnante y criminal.

Está degenerando la raza humana en muchos aspectos. No sólo destrozamos el medio ambiente, la naturaleza en general. Nos destrozamos a nosotros mismos y no sólo por las guerras y los odios, sino por el desprecio a nuestra dignidad como hombres y mujeres. De la indignidad vienen muchos males. Del no respetar la dignidad del otro viene el no respetar nuestra dignidad.

Aseguran educadores, psicólogos y psiquiatras que el consumo de pornografía está provocando violencia machista a todos los niveles, pero que es muy preocupante la proliferación de violadores jóvenes y adolescentes, violadores en manada. Como preocupante es la creación de pornografía en las redes sociales por parte de chicos y chicas cada vez más jóvenes.

A iniciativa del Gobierno y de todos los partidos políticos creo que hay que legislar urgentemente contra la plaga de la pornografía y su difusión en redes sociales. Aquí tiene también un campo donde actuar urgentemente el nuevo Ministerio de Infancia y Juventud, al que no sé por qué le han birlado la adolescencia. Un ministerio cuyas competencias bien podrían incluirse en el de Educación. Pero a este asunto acaso deberíamos dedicarle otro artículo.

Los expertos en salud mental de niños, adolescentes y jóvenes no pueden creerse que los poderes legislativo, ejecutivo y judicial no hagan nada para acabar con este problema que está causando daños gravísimos e irreversibles a la sociedad. Una vez más los intereses económicos priman sobre el bien común. Se trata simplemente de luchar por los valores humanos, no necesariamente religiosos, pero también.

Posdata con Pérez-Reverte al fondo

Mal que le pese a Arturo Pérez-Reverte, las religiones no son “el gran veneno de la humanidad, junto con los nacionalismos”. Puedo estar de acuerdo con él en que Pedro Sánchez es un iletrado que “no ha leído un libro o muy pocos”. Puedo estar de acuerdo en que los nacionalismos (judíos, palestinos, catalanes, vascos y demás) son venenosos y que han envenenado a Sánchez. Vale. Pero meter a todas las religiones en el mismo saco de la teocracia es una frivolidad impropia de un escritor tan gran lector como escritor. El Cristianismo viene de Cristo y la doctrina cristiana se fundamenta en las enseñanzas de Jesucristo: “Mi reino no es de este mundo”; “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”; “Amar a los amigos lo hacen los gentiles; vosotros debéis amar también a vuestros enemigos”; “Padre (a punto de morir en la cruz), perdónales porque no saben lo que hacen” (así morían, perdonando, los sacerdotes, religiosos, monjas y seglares católicos asesinados entre 1936 y 19939 durante la Guerra (in)Civil; “Bienaventurados los pobres, los limpios de corazón, los que luchan por la justicia, los que dan de comer al hambriento y de beber al sediento, los que visten al desnudo, los que visitan a los enfermos y los que están en la cárcel”; “Es más difícil que los ricos entren en el cielo que un camello pase por el agujero de una aguja”; “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (hasta la muerte y muerte en la cruz, como señaló San Pablo).

Los cristianos fueron perseguidos por los poderosos durante siglos. El Cristianismo no persiguió a otros creyentes nunca; en todo caso fueron reyes y emperadores que se llamaban cristianos los que utilizaron el Cristianismo para cometer delitos de persecución religiosa a no creyentes, pero traicionando los principios cristianos para su beneficio, para consolidarse en el poder de manera ilícita y vergonzosa, pervirtiendo los principios del verdadero mensaje de Cristo. Pero la historia deja patente que, incluso hoy en día, los cristianos son masacrados en diversas regiones del planeta por la violencia de islamistas asesinos que traicionan la supuesta pacífica religión del Islam.

El peligro son siempre los traidores, los lobos disfrazados de corderos. España está llena de traidores, empezando por el ‘Gran Traidor’, el que vende a España y es capaz de vender a su madre, como bien grita Pérez-Reverte, pero entregando a la nuestra y no sé si se refiere a nuestra madre patria, que yo creo que sí. La vende por un plato de lentejas que tiene otro nombre poco gastronómico: Moncloa.

Adenda: un Compromís anticlerical y un católico de EU-Podemos, consecuente

Aplausos prolongados para los grupos políticos del Ayuntamiento de Alicante que se han puesto de acuerdo para meter prisa al Gobierno a llevar a cabo la variante de Torrellano “como alternativa única para la conexión del puerto con el corredor mediterráneo, la conexión férrea del aeropuerto con la capital, la mejora de la conexión ferroviaria por cercanías con el sur de la provincia y Murcia y la eliminación de las vías del frente litoral… «La corporación (copio la reseña del diario Información) reiteró el rechazo a la ejecución por Adif provisionalmente de la electrificación y modificación de ancho de vía de la línea del frente litoral el estimar que es innecesaria y gravosa”.

Felicitaciones a PP, PSOE, Vox, Compromís y EU-Podemos por su compromiso en un asunto de gran relieve social y urbanístico. Luego vendrían los enfrentamientos políticos por asuntos que tienen que ver con los pactos nacionales entre PSOE y partidos nacionalistas y separatistas y que tienen repercusiones en todas las autonomías y a todos los niveles. El PP sacó adelante su propuesta de rechazo a los acuerdos de Sánchez con los líderes nacionalistas y separatistas gracias a la abstención de Vox. PSOE, Compromís y EU-Podemos votaron en contra tan inútilmente como votan PP y Vox contra Sánchez en el Congreso. Sólo que Sánchez saca tajada presidencial y Barcala, un triunfo pírrico.

Actuación triste y lamentable la de Compromís, en la que se juntaron la ignorancia supina y el malvado ataque a la Iglesia católica por la triste historia de viejos casos de pederastia, asunto que Gobierno, Defensor del Pueblo y Conferencia Episcopal Española están resolviendo al máximo nivel. Tuvo el necio apoyo del PSOE, la oposición de PP y Vox y la tibia abstención del portavoz de EU-Podemos, Manolo Copé, católico confeso al que hay que respetar, aunque sea difícil de entender su militancia en un partido comunista marxista y, por tanto, ateo ideológicamente. Claro que hay partidos como el PP en el que muchos dirigentes y más militantes no condenan el aborto y la eutanasia. ¿Por qué los llaman y se llaman católicos?

En el próximo artículo hablaremos de… y también del Gobierno. ¡Feliz Navidad!, aunque se me han adelantado los comercios y las calles.