Hoy lunes 1 de agosto probablemente las visitas a este post sean más numerosas que nunca (y así de paso, puedo dejar de poner velas para que suceda) ¿El motivo? Hoy para muchos de vosotros son vacaciones y por fin podéis leer cómodamente la Hoja del Lunes y a los humildes columnistas que escribimos en ella: Ramón Gómez Carrión, Pepe López, Ramón Palmeral, Demetrio Mallebrera… Y por supuesto a un servidor. ¡No diréis que no teníais ganas de echar la mañana leyendo nuestros artículos!
Porque sí, este viernes por fin comenzaron para muchos las vacaciones, con las clásicas imágenes de estampida en Madrid huyendo en coche hacia cualquier rincón de la península que tenga a mano (y como mínimo) un charco de agua embalsada. Es verdad, eso sí, que no todo son mieles: ya no son los agostos de antes, aquellos de estar un mes entero de vacaciones porque cada vez somos más pobres entre la inflación, los sueldos de cloaca, y tal y tal.
Informativamente, en cambio, hemos tenido una semana abundante y rica en noticias, comenzando por una, precisamente de corte muy veraniego: la de la publicación del ya célebre cartel del Ministerio de Igualdad que inicialmente, se diseñó para fomentar el respeto en la playa a las mujeres con cuerpos no normativos. Y decimos inicialmente porque pese a pretender lanzar un mensaje de tolerancia, le han llovido palos hasta en el carné de identidad: primero lo tacharon de grotesco por atreverse a mostrar modelos cuya talla no es la 36. Luego, dijeron que blanqueaba enfermedades como la obesidad camuflándola de “body positive” o lo que es lo mismo, de estar bien con el cuerpo.

Y por último, cuando Irene Montero y su equipo del Ministerio besaban la lona después de que le cayeran de todos los colores, las/les remataron con un gancho a bocajarro: saltó la liebre y se destapó que la agencia que había perpetrado el cartel, pese a cobrar 5.000 euros, ni pagó por la tipografía (la agencia se escudó en que “pensaba” que era de uso libre) ni por los derechos de imagen de una de las modelos.
Ésta, al enterarse de que estaba en un cartel del estado español sin haber visto un duro lógicamente denunció la situación. De forma que lo que pretendía ser una atrevida campaña de tolerancia y respeto se acabó convirtiendo en un esperpento del que el mismísimo Valle-Inclán estaría orgulloso. ¡Ay, con qué gusto ha debido pillar la ministre Montero las vacaciones!
Culo veo, culo quiero, sus compañeros de gobierno no quisieron quedarse atrás y apostaron por la cutrez para cerrar el mes de julio: el mismísimo presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ni corto ni perezoso, animó a los ciudadanos a ¡quitarse la corbata! para no tener que enchufar tanto el ventilador o el aire acondicionado y combatir así al calor, al precio de la luz, al cambio climático… Y a los demás elementos del relato apocalíptico en el que vivimos desde hace unos años.

Evidenció el presidente en su declaración estar bastante fuera de la realidad: no solo blanqueó la pobreza (de espíritu y bolsillo) apostando por una medida absurda que maquilla el problema de fondo, el precio de los combustibles y la situación climática. También dejó ver que ni él mismo se cree esa patraña y que está más claro que el agua que vive con el aire acondicionado puesto. Porque todos sabemos que lo que realmente da calor, es la americana.
En fin, al menos consiguió crear una buena cortina de humo para que se hablara menos de las condenas de 8 años a Manuel Chaves y José Antonio Griñán por el asunto de los eres. Un mago no necesita trucos.
No obstante, por mucho arte que le puso Sánchez, el nuevo Fénix de los Ingenios (fénix por las veces que ha resucitado políticamente, y de los ingenios por su habilidad para sacarse ases bajo la manga), no pudo eclipsar a Amazon, que anunció esta semana que sube los precios de sus servicios

Así es: si hay alguien que anduvo por Marte la semana pasada, debe saber que ver las series de Amazon Prime y recibir las cosas que pide en un solo día, a partir de septiembre va a pasar de costar de 36 a 50 euros al año. Evidentemente, no iba a pagar Jeff Bezos de su bolsillo el incremento de los costes del negocio, faltaría más.
Tampoco pudieron el presidente y sus corbatas eclipsar a Rosalía, que de la noche a la mañana sacó su nuevo single, Despechá (ya había adelantado algo en sus conciertos y en TikTok), y que en pocas horas se hizo más viral que la peste negra, la covid-19 y la viruela del mono juntas. Probablemente hayas oído la canción y todavía ni lo sepas, pero la has oído. Seguro.
Cerramos el post de esta semana con un apunte tecnológico que se puede sumar al listado de elementos del relato apocalíptico antes mencionado: en una partida de ajedrez que enfrentaba a un robot con un niño prodigio, la máquina le rompió el dedo al chaval después de que ésta perdiera la partida.
Los más benévolos vieron simplemente mal perder en un cacharro de alta inteligencia artificial y al parecer, baja tolerancia a la derrota. Los más paranoicos, apuntaron con acierto que el robot (que significa ‘esclavo’ en checo) había vulnerado gravemente la primera Ley de Asimov, que dice que una máquina jamás puede dañar a un humano. Y que eso era la antesala de lo que ya adelantó en su momento la visionaria Terminator: una rebelión de las máquinas que acabará por extinguir a la raza humana. La realidad, que no es tan divertida como la ficción, es que por lo visto, el joven jugador metió la mano en el lugar equivocado. Por muy superdotado que sea no deja de ser un zagalico.
Y hasta aquí el repaso de la semana que dejamos. Espero que si estáis de vacaciones las disfrutéis mucho y si no, os liberéis de los sentimientos de envidia, ira y odio hacia vuestros prójimos que ahora mismo sí están disfrutando de su periodo de descanso. Un consejo para llevarlo mejor: los que podáis, quitaros la corbata que se está más fresquito. Palabra de su Sanchidad.
PD: si os estáis preguntando qué modelo denunció que se había utilizado su imagen sin permiso, que sepáis que es la inglesa Nyome Nicholas-Williams, alias Curvy Nyome. Es la modelo negra que aparece en el cartel y que además, es una estrella del mundillo de las talles grandes. Podéis ir en paz.
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‘Me gusta’. Uno de tus mejores ‘semanales’ y no precisamente porque nos cites a los amigos y te hayas olvidado de Benjamín Llorens. Me dirás que se encuentra, como otros compañeros, en los puntos suspensivos que yo también me veo obligado a poner… Iba a decir que me quito el sombrero ante tu ‘semanal’ y lo digo ya que no puedo quitarme la corbata como Pedro Sánchez, gran luchador contra el calentamiento global, como Irene Montero animando a las gordas a irse a la playa en lugar de gastar aire acondicionado en casa. ¡Grandes gobernantes! Un fuerte abrazo.
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