Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Opinión

Sombras de un reconocimiento injusto

Fuente: Freepik.

En este mar de injusticias y reconocimientos vacíos, me pregunto si alguna vez el verdadero esfuerzo será valorado como merece. No hablo de premios, no hablo de medallas. Hablo del verdadero aprendizaje, el que se obtiene cuando se toma el camino largo, el que se recorre sin mirar hacia atrás, sin buscar atajos. El conocimiento no debería tener precio, y la integridad, menos aún. Pero en este teatro de sombras, parece que hay quienes juegan a ser protagonistas, moviendo los hilos de la conveniencia.

Hoy, al ver la sonrisa complacida de quien no ha luchado con las mismas armas, me siento como quien observa una imagen que, a simple vista, parece resplandecer, pero que al mirar más de cerca revela su vacío. Es esa sensación de enfrentarse a algo que brilla por fuera, pero carece de sustancia por dentro. Lo que algunos buscan ser: una fachada que deslumbra sin mostrar lo que realmente hay detrás. Es una percepción superficial que oculta el esfuerzo genuino, el mérito que no se compra ni se obtiene sin transitar el arduo camino del trabajo y la honestidad.

¿Cómo puede el destino de un esfuerzo, la recompensa de tantas horas de dedicación y honestidad depender finalmente de una mera cuestión de azar alfabético? Si se hubiera detenido por un momento el reloj de la burocracia, si alguien hubiera cuestionado este sistema tan falto de alma, tal vez la justicia habría tenido la oportunidad de ser más que una palabra vacía. Pero no, aquí estamos, celebrando lo que no merece ser celebrado, sin siquiera una reflexión sobre lo que realmente significa «mérito».

Y, sin embargo, ¿Quién puede sentir satisfacción en esa victoria? El precio del reconocimiento sin mérito es el vacío del alma, esa sensación amarga de no haber llegado realmente a donde se dice haber llegado. La verdadera recompensa siempre reside en la honestidad del esfuerzo, y, aunque el aplauso se lo lleven otros, yo seguiré caminando por el sendero de mi propia verdad, con mis errores y mis aciertos, pero con la seguridad de que cada paso es mío, completamente mío.

MiLo Casellas

Autodidacta consumado y eterno aprendiz. Me encanta crear, con pasión y dedicación, siempre dando el 101 % en todo lo que hago. Actualmente, estudio el acceso al grado superior en el CEA Altiplano Jumilla, para posteriormente continuar con un grado en Programación Web.

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  • Muy interesante, pero no hay que olvidar que somos seres sociales y que nuestras verdades y libertades tienen que entrelazarse para una convivencia armoniosa. Pero sí, la mejor manera de contribuir a la verdad y libertad de todos empieza por liberarnos a nosotros mismos en la verdad. La verdad, rara avis en unos tiempos de mentiras nacidas de un amoral relativismo. Sigue luchando y no te pases de autodidacta.

    • Gracias por leer y comentar. Efectivamente, vivimos en sociedad y debe existir armonía, pero esto resulta complicado cuando hay un gran desequilibrio. Si la balanza se inclina excesivamente hacia un solo lado, se hace más difícil lograr ese equilibrio. Sin embargo, es cierto que debemos buscarlo en nosotros mismos, y para ello, exteriorizar de alguna forma nuestras vivencias y sentimientos puede ser muy útil.

      En cuanto a lo de no pasarme de autodidacta, debo decir que lo he sido toda mi vida, pero en estos últimos años, estudiando la ESPA, AGS, dibujo y algo de piano, he aprendido la importancia de tener personas a tu lado que te motiven a realizar tareas y colaborar en ellas. Se podría decir que ahí he encontrado ese equilibrio.

      Saludos. 🙂