El primer contacto literario que tuve de la obra de Rafael Azuar (1921-2002) fue por el sexto aniversario de su muerte, en la hoy desaparecida revista Perito Literario-Artístico n.º 26 de Alicante, de septiembre de 2008 (todos los números —28— de esta revista alicantina se hallan indexados en la Universidad de Austin en Texas, EE. UU.).
Los trabajos se titulan: “Rafael Azuar, poeta, escritor y periodista alicantino. (En el sexto aniversario de su muerte)”, firmado por la redacción de la revista, con datos de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Y dos artículos firmados por Gaspar Peral Baeza, que fue gran amigo suyo, titulados, el primero: “Bibliografía hernandiana de Rafael Azuar”, y el segundo: “Rafael Azuar. Breve referencia de sus libros publicados”.
Celebración del Centenario de su nacimiento
El Anuario 2021 de la APPA, en la página 120, recoge un artículo firmado por redacción titulado “Rafael Azuar: cien años de su nacimiento”, donde se citan los actos del centenario, como el reportaje de José Ferrándiz Lozano: “Rafael Azuar, el centenario”, publicado en el suplemento de Arte y Letras de Información, el 18 de abril de 2021. Ferrándiz fue el comisario del Centenario, con el apoyo de los seis hijos de Azuar, —con la copresidencia compartida de Pilar y Rafael Azuar Ruiz—, y la colaboración de siete entidades socioculturales y un ayuntamiento, que decidieron unir esfuerzos para que el centenario del escritor Rafael Azuar no pasase desapercibido. En concreto, fueron: la Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios (CLAVE), representada por Juan Luis Bedins; la Asociación Valenciana de Sociología (ASV), con Diana Jareño; la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante (APPA), con Rosalía Mayor; la Fundación Miguel Hernández de Orihuela, con Aitor Larrabide; la Cátedra Pedro Ibarra, con Miguel Ors Montenegro y la Asociación Frutos del Tiempo, con Carlos Javier Cebrián; uniéndose además el Ayuntamiento de Salinas, representado por Rosario Cremades, concejala de Cultura, y una exposición bibliográfica en la Biblioteca Publica Azorín de Alicante, del 28 de julio al 31 de octubre de 2021.
Breve reseña biográfica
Rafael Azuar Carmen nació en Elche (Alicante) el 14 de enero de 1921 y falleció en Alicante el 16 de noviembre de 2002. Su infancia trascurre entre dos localidades del interior de la provincia, Monóvar primero, y en Mutxamel después. Para poder continuar con sus estudios, viene a Alicante en 1930 a estudiar el Bachillerato, con Vicente Ramos Pérez. Otros exponentes del grupo literario alicantino de posguerra son Manuel Molina Rodríguez, Carlos Fenoll, Carlos Sahagún, Santiago Moreno, Juan Valls Jordá, Trina Mercader, Vicente Mojica, Julián Andúgar…
El Instituto de Segunda Enseñanza va a ser el catalizador de una fructífera amistad, continuada luego con sus visitas a la Biblioteca Municipal de Alicante, donde inicia sus lecturas de Miró, acercándose antes a la persona y a la obra de otro alicantino ejemplar, Azorín. Hacia el año 1936, el director del archivo, anexo a la biblioteca, Eduardo Irles, viendo cuáles eran las lecturas preferidas de estos entonces estudiantes, les hablará de su amigo ya fallecido, Gabriel Miró, regalándoles a cada uno un ejemplar de una de sus obras, La novela de mi amigo. Por ello la influencia de Gabriel Miro es evidente en la obra de Azuar.
En 1936, —no fue movilizado porque era muy joven, tenía 15 años—, se retira con su familia a Monóvar, donde se refugia de los bombardeos de la ciudad de Alicante.
Reseña de Azuar por Gaspar Peral Baeza
Gaspar Peral, hernandiano y a la vez dramaturgo, gran amigo de Azuar, escribió en el número 26 de la revista Perito:
“Para empezar, sus modos elegantes, con un uso muy fluido del lenguaje y del léxico, fruto de las abundantes lecturas. Lecturas que le llevan por la ortodoxia del lenguaje, o más bien por la clasicidad y serenidad del mismo, como digno sucesor de Miró. Él es quien, de hecho, persuadirá a Vicente Ramos para que profundice en el conocimiento de Miró. Como buen alicantino, presenta además una gran preocupación por el paisaje, por la luz de Alicante y el Mediterráneo, pero todavía adquiere más notas distintivas. Gracias a las lecturas que mencionábamos, y quizá por influencias de su amigo Ramos, en su obra se ven unas tímidas influencias germanas, cifradas por algunos en Hölderlin y Rodenbach, pero no son las únicas, pues hay rasgos rastreables de Juan Ramón Jiménez y Tagore, como ya dijimos, Mistral, Ortega y Gasset y, finalmente, Unamuno, junto a Miró y Azorín. Estos últimos estructurarían su estética y su técnica y fijarían su sensibilidad”.
La novela corta: Teresa Ferrer
He tenido el placer de leer la novela corta Teresa Ferrer de 1954, es de estilo impresionista en la descripción, como Azorín o Miró, abundante en descripciones y prosa poética, y está narrada en presente. Teresa Ferrer, una muchacha de diecinueve años, de familia humilde, plena de belleza y sensualidad es hija de Juana, una mujer enferma que esta juntada con Ignacio, su padrastro, un labrador que tiene unas viñas en un pueblo sin nombrar, y que es atraído por la hijastra.
Por su parte, Germán Herreros, un labrador heredero de unas tierras, va al pueblo para hacerse cargo de la fortuna familiar y se enamora de Teresa. Ambos se citaban de noche a pelar la pava, sin llegar a más, pero por los prejuicios sociales del vecindario (tiene elementos de novela social) y los amigos, Germán deja a Teresa para marchar a la ciudad. Como era propio de la época de las novelas de postguerra, mueren la madre y el padrastro.
Azuar no sólo es un observador minucioso de la vida campesina, su juventud la pasó en pueblos del interior de Alicante, alejado de la guerra civil y de los bombardeos de la capital. La novela está contada por un narrador omnisciente, testigo que conoce los sentimientos y el paisaje, y sabe crear atmósferas misteriosas con amplia escena en la nocturnidad bajo la luna. Por ser época de vendimia, se deduce que transcurre en los meses de verano. Un hálito poético palpita en esta Teresa Ferrer, novela de abundantes descripciones poéticas al estilo del Padre San Daniel, de Miró, como la escena de los tábanos, aunque en Miró acosan a unos bueyes a y en Azuar a un asno.
El asunto social de las desigualdades entre ricos y pobres es evidente. Como novela social, cumple su cometido. Con un final abierto que sorprende, como la llegada de Pedro Páramo a Coloma, desolador.
El ejemplar del libro Teresa Ferrer y otros relatos, contiene cuatro relatos costumbristas titulados: Huida al infinito, Memoria del silencio, La niebla de paraíso y Crónica del tiempo de la monda. (Un relato tétrico contagiado del Huerto de cruces de Gabriel Miró). Se trata de una edición del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert de 1990 con de 97 páginas.
Premios:
- Finalista del concurso La novela del sábado de Madrid (1954).
- Premio en el concurso de la Revista Ateneo de Madrid, con Un aire de amor envenenado (1956).
- Finalista del Planeta y del Ciudad de Barcelona con Zarzales (1958).
- Premio Café Gijón con Modorra (1967).
El legado de Azuar
El legado cultural del escritor ilicitano Rafael Azuar ha pasado a formar parte de los fondos del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert gracias a la donación de su biblioteca y archivo por parte de la familia, entre ellos, su hijo el novelista y ensayista Rafael Azuar Ruiz. Originales, cartas, borradores, fotos y cuadernos manuscritos de Azuar (Elche, 1921-Alicante, 2002), así como los cerca de dos mil quinientos libros de su biblioteca, con más de trescientos de ellos dedicados por sus autores, pasarán a ser de dominio público al decidir sus seis hijos —Gemma, María Jesús, Pilar, Julia, Rafael y César— donar estos importantes fondos al IAC. El legado ha sido depositado en la Casa Bardín, tal como explicó el director cultural del Gil-Albert, José Ferrándiz, tras un exhaustivo proceso de inventariado llevado a cabo por Cristina Llorens, subdirectora de Documentación del Instituto, junto a los técnicos Macarena Palma, Carolina Martínez García y Pepe Rubio.
Una calle con su nombre
El 29 de junio de 2021 el alcalde de Alicante, Luis Barcala, procedió al descubrimiento de la placa identificativa a la figura del escritor Rafael Azuar Carmen, a título póstumo, en un vial situado en el barrio de San Blas, en un acto junto a otros miembros de la corporación municipal y la familia. Dicho evento fue un homenaje al escritor de posguerra, ilicitano de nacimiento y afincado en Alicante desde su juventud. Lo que supone un justo reconocimiento a su labor pedagógica y cultural en esta ciudad.
Conclusión
Nos hallamos ante un importante escritor ilicitano-alicantino de posguerra que vivió en una época de dificultades editoriales; sin embargo, su obra ha perdurado en el tiempo y es digno de ser reeditado y releído por todo lo que aportó al ensayo, a la novela y a la poesía.
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Me ha gustado mucho tu artículo sobre Rafael Azuar, querido tocayo, pero acaso te has pasado un pelín poniéndolo a la altura de Gabriel Miró. Un abrazo.
Querido tocayo, si no lo pongo a la altura de Miró, con quién lo comparo.
Vele comparar, pero no igualar. Y tú casi los igualas. No hace mucho que leí Teresa Ferrer. Un abrazo.
Gracias Ramón por descubrirnos este gran escritor Rafael Azuar
Tenemos que estar muy orgullosos de los escritores alicantinos que han sabido mostrar la luz, el color y el a ir de nuestra tierra!!
Rafael Azuar es un escritor, nuestro, practicamente desconocido.
Buen y extenso articulo de Ramon Palmeral, con el recuerdo de nuestro Rafael Azuar y su literatura, poesía en el camino de Gabriel Miró, como él mismo escribe.
A los datos aportados añado el recuerdo entrañable del homenaje procurado por la Universidad de Alicante en su Sede de la ciudad y la imprescindible colaboración de la revista digital de cultura «El Cantarano.com», que dirige la profesora Consuelo Jiménez de Cisneros.
A tal, se unieron ilustres gentes de la cultura como Daniel Arce, Esther Avellan y su hermana Begoña, el profesor Fernando Parra, el escritor poeta Juan Ramón Torregrosa Rocamora, la hija de Don Rafael, Pilar Azuar, el profesor Jorge Olcina, quien excusó la asistencia debido a su compromiso con un congreso, la propia Consuelo Jiménez de Cisneros y yo mismo (un medico que escribe) con la emocionante presencia de todos los hijos de Azuar Carmen.
Un acto muy emotivo y completo que se vio arropado por la hija del nuetro poeta Manuel Molina y Vicente Ramos Moya, hijo de nuestro ilustre ensayista e historiador.
El acto, que se celebró en la Sede de la Universidad de Alicante -Ramón y Cajal-, los día 6 y 13 de abril de 2022, se pueden seguir, casi en su extensión, en las direcciones:
06/04/2022. SIMPOSIO-HOMENAJE A RAFAEL AZUAR| Sede …
YouTube • Sede Universitaria Ciudad de Alicante
13 abr 2022. Idem. YouTube • Sede Universitaria Ciudad de Alicante
Este tipo de homenajes son muy importantes porque «refrescan la memoria» de nuestra cultura.
Por ello, agradezco a Ramon Palmeral este su articulo. Con mi abrazo.