PERIODISMO ALICANTINO S.XXI – Prensa escrita
TONI CABOT, director de «Información»
Tras nueve años de crisis económica, los indicadores macroeconómicos parecen que empiezan a ver los ansiados brotes verdes en algunas cifras nacionales. A nivel provincial, las aguas turbias del desempleo empiezan a clarear, pero con otras condiciones; si hace una década el término mileurista definía la precariedad, hoy es sinónimo de privilegio.
En esta coyuntura, haciendo un barrido introspectivo de la profesión periodística en la provincia, las cifras son especialmente desalentadoras, sobre todo en el caso de la prensa escrita. Hablamos con Toni Cabot, director de “Diario Información”, sobre la actualidad del periodismo con la revolución tecnológica y social de la era internet, cómo se ha adaptado a las demandas del nuevo lector, y su posición como único periódico alicantino en los quioscos tras el cierre de «La Verdad».
Tras el boom de comienzos de siglo, donde los lectores llegaron a disponer de hasta cuatro cabeceras provinciales –»Información», «La Verdad», «Las Provincias», «La Prensa»-, con tres delegaciones de tabloides de tirada nacional –»El País», «El Mundo» y «ABC»-, amén de un sin fin de gratuitos –»Qué!», «20 Minutos», «Metro», «ADN»…; hoy día sólo pueden contar con el “Información” para conocer su actualidad más cercana, tras el cierre de “La Verdad” en enero de este año.
—¿Cómo se siente el «Información» como único superviviente del periodismo escrito en la provincia, tras 76 años en activo?
—Lamentamos profundamente el cierre de un diario como La Verdad, una cabecera histórica que tras 54 años instalada en Alicante, se le ha apagado la voz, muy valiosa en esta provincia, lo que sin duda es muy mala noticia. Todos los que hemos crecido periodísticamente en Alicante, lo primero que hacíamos era ver qué daba la competencia y para mí era un punto importante de referencia. Y creo que hubo una rivalidad muy sana entre “Información” y “La Verdad” durante todos esos años, medio siglo en el que hemos compartido espacio en Alicante.
–Un espacio en el que ahora estáis solos…
—Sí, en prensa escrita nos hemos quedado solos aquí. Es cierto que tenemos una cuota de mercado muy potente, vamos por el 65%, y sabemos cuál es el momento actual de la prensa con la crisis del papel, pero bueno, “Información” sigue aguantando fuerte, ya que estamos muy consolidados en esta provincia y no hemos bajado el listón. Tenemos una redacción muy preparada, somos más de 70 periodistas y eso se traduce en un producto muy digno.
—Estamos viviendo en la actualidad una verdadera revolución tecnológica, con la irrupción definitiva de Internet en nuestras vidas y las redes sociales. ¿Cómo se está adaptando “Información” a ello?
—Es una nueva revolución, y yo he vivido unas cuantas, pues empecé aquí con máquinas de escribir, imagínate, pero ésta está siendo una revolución especial y de mucha magnitud. Siempre he dicho que el periodista lo que tiene que hacer es buen periodismo en la plataforma que sea, y ahora lo que tenemos es la posibilidad de llegar a más gente en menos tiempo y poder abarcar muchísimo más. Y la clave está en hacer buen periodismo.
Nosotros nos estamos adaptando a través de un plan de integración papel-web que pusimos en marcha en junio pasado, y que consiste en cambiar el modus operandi del periodista para integrarnos de lleno en la web. El periodista empieza a trabajar de buena mañana y está permanentemente conectado con la web; durante todo el día va dando información puntual, al instante y después, cuando llega a la redacción, hace un producto distinto con otro enfoque, más elaborado, para que al día siguiente se venda en papel.
—¿Cómo ha resultado este cambio?
—El proyecto, al que hemos llamado “on line to print”, ha resultado un auténtico éxito. En la actualidad rondamos los 170.000 usuarios únicos diarios en la web y hemos tenido picos de llegar a los 300.000, con 2.000.000 de páginas vistas, cifras buenísimas, lo que nos lleva a afirmar que este proceso de integración está resultando un auténtico éxito.
—De esta forma, la inmediatez de la era Internet la estáis resolviendo bien, habéis ganado la batalla al tiempo de demora que supone imprimir en papel una noticia…
—En efecto, al día siguiente nuestros lectores leen un producto distinto, desarrollamos la noticia que ya hemos dado en la red. Hemos querido diferenciar lo que son exclusivas de lo que es primicia. Primicia la puedes colgar en la web y procurar hacerlo antes que nadie, pues sabes que en unas horas va a ser de dominio público y otra cosa es la exclusiva, un trabajo más elaborado, que te ha llevado días, y la reservamos para el papel o la colgamos en la web para subscriptores. De esta forma, poco a poco vamos saltando obstáculos y dejando que la gente se vaya concienciando y acostumbrando a esta dinámica.
—Y el periodista de prensa escrita, ¿cómo ha digerido este cambio?
—El periodista ha sufrido una transformación con ese cambio a la hora de trabajar, ha tendido que eliminar esas zonas de confort que implicaba trabajar solo para el papel. Y el cambio ha sido bueno, pues creo que no sólo se ha mejorado el producto sino que también la redacción está conforme con los horarios y este método de trabajo.
—Esta revolución tecnológica, ¿cómo ha afectado la interacción con el lector?
—Ha cambiado muchísimo. Ahora estamos en el mundo del Big Data, que nos ha permitido conocer con más detalle al lector, saber cuáles son sus necesidades, sus preferencias, lo que demanda…lo que nos sirve de mucho para poder hacer nuestro trabajo. Si sabes lo que le gusta a tu lector, intentas satisfacer su demanda.
—Una situación que presenta sus contras, como el actual tiempo de la posverdad que vivimos, donde circula todo tipo de información hecha por cualquier ciudadano….
—Aquí entramos en el debate de lo que es periodismo de calidad y lo que no, pues no hay que confundir el periodismo con lo que cualquiera publique en una red social o un blog. Aquí estamos hablando de profesionales que se cuidan mucho de publicar una historia antes de constatarla. Es la única forma de aportar calidad a lo que entendemos debe ser nuestra profesión.
—¿Eso el lector lo tiene claro?
—Creo que cada vez más. Es cierto que al principio ha habido ese boom en el que todo el mundo se proclamaba periodista y publicaba, pero el lector poco a poco sabrá diferenciar la paja del grano.
—La profesionalización de las relaciones públicas de las instituciones con los gabinetes de prensa, ¿ha marcado una evolución en el modus operandi del periodista con esa homogeneización oficial de la información?
—El buen periodista saca historias de donde las hay. Es cierto que ahora hay gabinetes de prensa que hacen muy bien su trabajo, y que a algunos políticos y empresarios les viene muy bien contar con un buen periodista al lado para guiarle en el camino, pero respecto a si su implantación ha restado horas al periodismo de calle, la respuesta es no. Ahora en la redacción, de 70 que somos puedes ver a un máximo de 5 personas. El resto está en la calle, desde donde está volcando la información constantemente, y desde donde entendemos que podemos hacer un producto de calidad, palpando y pateando la calle. Es allí donde están las historias, donde necesitamos saber lo que tenemos que contar y donde la gente nos quiere ver.
—A pesar de sobrevivir como único tabloide provincial, «Información» también ha sido una víctima más de la crisis. ¿Cómo la ha gestionado?
—Efectivamente, de la crisis no se ha librado nadie. El momento de la publicidad todos sabemos como está y ha habido una crisis en los periódicos de edición impresa, ya que la gente se ha empezado a acostumbrar a que la información sea gratuita y no lo es. Aquí tenemos a 70 periodistas que cobran sus nóminas y eso cuesta dinero. Dar un producto de calidad no se hace gratis, es imposible, necesita un respaldo empresarial y las empresas necesitan ganar dinero. En nuestro caso somos de capital 100% privado y ahora estamos intentado implantar el modelo de subscriptores en el que poco a poco vamos creciendo. Ese es el modelo que debe imponerse, pues quien piense que la información de calidad debe darse de forma gratuita es porque no conoce este mundo.
En nuestro caso hubo despidos, llegamos a ser más de 100 personas, ahora somos 70, y así todo, dentro de lo que es el mundo de la comunicación, “Información” ha aguantado bastante bien. Su posición de líder con una cuota de mercado bastante amplia nos hace pensar en un futuro optimista. Con la adaptación a las nuevas tecnologías que te comentaba, nuestra gente lo ha tenido claro desde el principio: el futuro es digital, y así todo, soy de los que pienso que, en contra de lo que muchos opinan, la edición impresa tiene presente y futuro.
—Precisamente, ¿cuál es el futuro del periodismo impreso?
—Todavía no atisbo su final, en contra de lo que muchos vaticinan que está a la vuelta de la esquina, que esto está visto para sentencia…Creo que “Información” todavía tiene presente en su edición impresa y le veo futuro. Todos los que somos alicantinos contamos con el “Diario Información” en cualquier cafetería o restaurante, y habría que preguntar por cuántas manos pasa el ejemplar al día. Según el Estudio General de Medios tenemos 208.000 lectores diarios de la edición impresa, con una venta de 20.000 en papel. Y dentro de lo que cabe la caída no ha sido tan dura. En nuestro caso, le auguro un buen futuro.
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