El papa lo primero que le va a decir a Pedro Sánchez cuando lo reciba en audiencia privada es que cambie de nombre o cambie de conducta. O estás conmigo o estás contra mí. Lo dijo Jesucristo, lo repitieron los apóstoles y fueron martirizados ellos y numerosos seguidores, todos odiados por los ‘mandamases’ del lmperio Romano, como fueron masacrados miles de sacerdotes seculares, religiosos y monjas durante el imperio del Frente Popular (1936-39) con la Segunda República Española. Gobierno salido de las elecciones generales de febrero de 1936, las del ‘”fraude y violencia” de socialistas y comunistas, asunto definitivamente aclarado por los profesores e historiadores Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García, en su libro 1936: fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular, publicado en 2017. Son 600 páginas que Pedro Sánchez debería leer para no tener que comparecer ante el Papa como un ignorante anticlerical que elogia la vida y desaguisados de sus ídolos Largo Caballero e Indalecio Prieto, ambos también responsables de la masacre de la Revolución de Asturias en 1934, con unas dos mil víctimas mortales.
¿Cómo puede celebrar este Pedro 50 años de libertades coincidiendo con su etapa de gobernante triturador de las libertades constitucionales, aliado con separatistas, comunistas y bilduetarras? ¿A qué viene pedir una audiencia privada cuando ha despreciado al Vaticano no acudiendo al funeral por el papa Francisco ni tampoco a la misa de inicio del Pontificado de León XIV? Todo el mundo sabe que no busca otra cosa que la foto. Electoralismo puro y duro. Pero ya conocen ustedes la escena que se produjo en la retaguardia de una batalla entre el ejército griego y el persa, cuando un soldado fue llevado ante Alejandro Magno sorprendido huyendo del frente de batalla, como un cobarde. El Magno le pregunto cómo se llamaba y, al decir que Alejandro, le conminó: “O cambias de nombre o cambias de conducta”. El sucesor de san Pedro ni le preguntará por el nombre a nuestro presidente, ni le pedirá que cambie de nombre o de conducta porque conoce su nombre y sabe de sobra que no cambiará de conducta. Acaso le pediría que cambiara de opinión, pero tampoco lo hará. Para eso se las apaña solo Pedro Sánchez.
Cómo me gustaría asistir, escondido, a la entrevista entre León XIV el Bondadoso y Pedro I el Mentiroso. Le pedirá que venga a visitar España cuanto antes, aunque a esta petición se le adelantó el rey, otra de las razones para que cada día que pasa esté más que enfadado con Felipe VI, que sí acudió al funeral de Francisco y a la proclamación de León XIV. ¿Hablarán de la situación de la Iglesia en España y de las tensas relaciones que viene manteniendo el Gobierno sanchista con la Conferencia Episcopal Española? ¿Defenderá Sánchez su política de odio y confrontación entre españoles, mientras se alía con separatistas, bilduetarras y comunistas en un nuevo Frente Popular enemigo radical de la Iglesia?
Tratará de engañar a León XIV no con ‘buenas’ palabras, sino con palabras falaces, palabras que intenten vender el humo de la defensa del medio ambiente, del homosexualismo, del feminismo politizado y hasta de la subcultura de la muerte, aunque acaso calle sobre el aborto y la eutanasia, pues por ahí la Iglesia es absolutamente inexpugnable. Creo, finalmente, que Pedro se irá del Vaticano sin la bendición papal, no porque León XIV no quiera dársela, sino porque Sánchez no querrá recibirla. La otrora católica España tiene un presidente tan anticatólico como la embajadora que nombró ante la Santa Sede. Obras son amores y no buenas razones.
La guerra civil no comenzó en el 36 sino en el 34 con la Revolucion de octubre de los socialistas Largo Caballeri e Indalecio Prieto que fue quien proporcionó un alijos de armas, y les salió mal porque llegó la Legión con Franco. Un abrazo.
Cierto. Pero al menos Indalecio Prieto reconoció su ‘gran pecado’ contra la propia República y contra España, mientras que Largo Caballero se murió tristemente orgulloso de su título de ‘Lenín español’, responsable último (o primero) de los asesinatos de Paracuellos del Jarama y otros, porque era jefe del Gobierno cuando se cometieron.
Por mis hechos me conoceréis : misionero humilde e inteligente matemático frente a un político que divide y divide… Un ser bondadoso versus un político mentiroso, frente a frente León XIV y Sánchez, porque en vez de crear puentes de convivencia entre personas ya en su discurso de investidura el presidente de España afirmó que su misión era ‘levantar muros’ entre personas…
El Papa estoy seguro de que su valioso tiempo lo gestiona hacia la unidad… A esperar… Vale (cervantino)
La esperanza (que algo tiene que ver con la belleza) es lo que nos puede salvar de tanta miseria que nos rodea y amenaza. Un abrazo