Dios quiere que todos los hombres se salven; es así que Pedro Sánchez es hombre; luego Dios quiere que Pedro se salve. El silogismo es intachable. Sólo falta que le guste al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE. A mí me gusta el silogismo y por eso he titulado este artículo como una consecuencia de la Lógica, esa parte primera de la Filosofía (con mayúscula) que me lleva a desear lo mejor para nuestro presidente.
La Lógica es una ciencia que forma parte no sólo de la Filosofía sino también de las Matemáticas. Se ocupa de estudiar qué procedimientos del pensamiento son válidos y cuáles no, distinguiendo la verdad de las paradojas y de las falacias.
Esta primera parte de la Filosofía enseña cómo ha de usar el hombre —cual señalaba el pensador Juan Gracián— el divino y celestial don de la razón así en lo que pertenece a las ciencias como en lo que toca a los negocios. Como quiera que el gran negocio que tenemos ahora todos los españoles entre manos es el presente y el futuro inmediato de nuestro país, es el momento trascendente en el que nos jugamos mucho más que la presidencia del Gobierno de la nación.
Mi consejo es éste: Pedro, sálvate antes de que sea tarde. Y no soportes más que te humillen todos los días Puigdemont, Aragonés y Otegui. Convoca un referéndum nacional sobre la amnistía o unas elecciones generales, o negocia un Gobierno de salvación nacional entre un PSOE regenerado, centro izquierda y un PP que se proclama de centro derecha. Interrumpe el proceso de tramitación del proyecto de Ley de Amnistía y no temas hacer el ridículo como te están jaleando los separatistas de Junts y de ERC, sobre todo ese enano que parece Sancho Panza al lado tuyo, como don Quijote. Conviértete en Quijote como tu camarada de partido García-Page, que no quiso ir al Senado para no tener que aguantar el humillante discurso del separatista amamantado por el gigante Junqueras, Aragonés se carcajeó de ti, Sánchez, diciendo: ‘negó indultos y los concedió; negó amnistía y la ha otorgado; ha negado el referéndum y lo tendrá que ceder’.
Ya está bien de arrastrarte por los suelos, presidente. Ya está bien de humillarte y humillar a España y a los españoles, entre ellos millones de socialistas que se sienten avergonzados. Presidente, échale un poco, o un mucho, de “valor, voluntad y vuevos”, las tres ‘v’ que recomendaba un famoso matador de toros al maletilla que le pedía consejo para triunfar. Los separatistas te llaman tragaldabas, mentiroso, cobarde y traidor. Los separatistas ensucian tu vida política. Puigdemont se pavonea desde Francia y se ve ya presidente. Tanto es así que hasta se permite asegurar que se retirará de la política si no sale elegido presidente. Tú, Pedro Sánchez, le has contestado por medio del inteligente y fino ‘portavoz’ Patxi López, que “Puigdemont abandonará la política, porque el nuevo presidente de la Generalitat será Illa”. Yo apuesto por Illa, pero antes cárgate la Ley de Amnistía, que conducirá inexorablemente a la nueva proclamación de la República de Cataluña. ¿Y qué harás entonces?
Yo le pido a Pedro Sánchez que adopte una decisión dolorosa, pero absolutamente necesaria para evitar que el fugado de Waterloo vuelva al palacio de la Generalitat a convocar otro referéndum ilegal y proclamar la República Catalana.
En ese caso, Sánchez debe ser coronado como triunfador nacional. Se merece una corona como la que se puso Napoleón él mismo quitándosela al Papa que se la iba a colocar en la catedral de Notre Dame. Napoleón salió de las Tullerías con chaleco blanco enriquecido con bordados de oro y botones de diamantes, una túnica de terciopelo carmesí y portando una corona de laurel. En el templo le esperaba el Papa Pio VII llegado de Roma expresamente para la ceremonia. Miles de personas llenaban el templo y alrededores. Cuando Napoleón se quitó el laurel y el Papa se disponía a colocar la soberbia aurífera corona imperial en la testa del corso, éste se la arrebató de las manos y se la colocó a sí mismo y luego hizo lo mismo con la ‘coronita’ que ubicó en la cabeza de Josefina. Hay quien dice que Pedro aspira a presidir la Tercera República, pero expertos de la Moncloa podrían estar pensando que, una vez abatida la monarquía de los Borbones, se podría recuperar el viejo imperio español, pero siguiendo el consejo de Napoleón: “Ser rey es heredar viejas ideas y genealogías; no quiero descender de nadie”. Pues eso. Pedro querría ser rey e inaugurar una nueva forma de monarquía, parlamentaria sí y muy constitucional, pero en la que un rey sucedería a otro por méritos y no por herencia con mayoría parlamentaria, a poder ser, con los votos decisivos de vascos y catalanes que serían parte del nuevo reino convertido en nación de naciones, previa aprobación de una nueva Constitución que sustituiría a la avejentada del 78. El primer sucesor podría ser Bolaños, al que se lo podría poner difícil el brillante vasco Patxi López. Y así sucesivamente podrían ser reyes por cuatro o por ocho años máximo. Reyes muy machos, al estilo de los godos.
Posdata: Comisiones parlamentarias, una `mariconada´
A mi juicio se trata de una tomadura de pelo colosal a los españolitos manipulados y por eso lo califico de ‘mariconada’. “Mentira parece, hijo mío, que hables así, con los estudios que tienes y después de haber sido enseñado y educado por los jesuitas de la Universidad de Comillas. Si hasta parecías de izquierdas”. Eso parece decirme mi madre desde el más allá, pero me hace recordar lo que cuentan que dijo Marx, el primer marxista comunista, dirigiéndose a Jesús crucificado: “Creo que Tú fuiste el primer comunista”. Y Jesús le habría contestado “Yo multipliqué los panes y los peces y vosotros lo único que multiplicáis es la miseria”. No quiero corregir a Jesús, pero añadiría dos adjetivos a ‘miseria’: material y espiritual. Nadie espera que salga nada bueno de ninguna de las dos comisiones, ni de la del Senado, ni de la del Congreso. Lo único que conseguirán es que aborrezcamos cada vez más a los corruptos de todos los partidos. Para llegar a la conclusión de lo que titulé uno de mis artículos en la Hoja del Lunes: Tenemos una democracia de mierda. Con perdón. Sobre todo pido perdón a mis padres por mostrarme mal hablado. Perdón también pido a ustedes, amigos lectores, a los que, como a mis progenitores, no sólo respeto, sino que los quiero.
Adenda: estoy hasta el gorro del show Sancho y Alves
Ya está bien. Llevan un montón de meses algunos medios de comunicación dándonos la tabarra con que si hubo violación por parte de Dani Alves o crimen premeditado a cargo de Daniel Sancho. Todos los días, una ración de Sancho y Alves. ¿Pero esto qué es? Habrá algún exaltado antisanchista que lo atribuya a los propagandistas de la Moncloa para que no se hable tanto de la amnistía y de Pedro Sánchez. Eso no tiene fundamento, pues cuanto más se habla de los casos ‘Koldo’, Begoña y etc., mejor le va al PSOE sanchista en las encuestas del CIS dirigido por Tezanos, un inútil muy útil aunque no haya conseguido que su jefe supremo, Pedro Sánchez, gane nunca unas elecciones. Las ha perdido todas y, sin embargo, ahí está paseando por el ruedo internacional las dos orejas el rabo que le ha cortado al toro manso de Feijóo y su PP. Menuda faena la que le ha hecho a Feijóo y menuda faena a todos los mansos cornúpetas de la ganadería nacional, todo sea dicho en lenguaje metafórico y sin ánimo de ofender y menos de calumniar. Este país está idiotizado y yo hago país. A humillarse tocan. No sé si algún día levantaremos cabeza.
Jaculatoria civil: ¡Pedro, sálvate y sálvanos!
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