No podemos vivir sin Ortiz… No hay manera

Diego Ferrándiz

Acabadas las Hogueras de este año y, tal como se anunció, comienza una temporada más la venta y renovación de abonos del Hércules C.F. para la temporada 2025-2026. Una nueva edición en la que el equipo repetirá en Primera Federación, el tercer escalón del fútbol español. Un grupo con una mezcla de equipos grandes venidos a menos, filiales de clubes célebres de Primera División y también históricos muy relevantes de nuestro balompié.

El carpetazo a la temporada que finalizó a mitad de mayo fue de sensaciones dispares. El Hércules fue de más a menos y al final a menos todavía. Parecía que íbamos a ser primeros, después al menos jugaríamos la promoción de ascenso y, finalmente, si quedan un par de jornadas hubiéramos podido hasta perder la categoría. Así quedamos en tierra de nadie y con varios registros en negativo en cuanto a la estadística. Tal fue el hastío y desfondamiento final que la afición, harta, ya ni siquiera respondió en los últimos partidos de liga disputados en el Rico Pérez. Qué lejos quedó aquella jornada en la que más de trece mil almas se dieron cita en el campo.

Yo, como tantos otros, al acabar la temporada dije aquello de: «¡Basta, se acabó! Es el último año. No renuevo el abono. No vale la pena. Venimos a sufrir. A mí no me vuelven a pillar».

Pero el caso es que tal y como nos adentramos en el verano, y con el anuncio de la venta y renovación de abonos y el ruido de los cascabeles de los fichajes, las altas y las bajas, una vez más siento que el corazón le está pudiendo a la cabeza, el sentimiento se hace más fuerte que la razón. Yo particularmente ya estoy otra vez casi vencido, casi seducido por mi Hércules. Y naturalmente por él. Por el inigualable, el inefable, el sublime, el indescriptible Enrique Ortiz Selfa, nuestro “Tito Ortiz”. Todos somos en cierto modo un poco sus sobrinos.

Y como estoy de muy buen humor y pienso aquello de “este año sí” pues no se me ha ocurrido otra que, en clave de humor, dedicarle al dueño del Hércules esta especie de letra de canción, a partir del tema de Coque Malla titulado “No puedo vivir sin ti”, pero con algún que otro arreglo y en versión adaptada a la terreta. Y es que “No podemos vivir sin Ortiz… No hay manera.”

Llevas más de veinte años enredado en nuestros sentimientos,
en nuestra cabeza, en nuestro corazón, en nuestros sufrimientos.
Y no podemos más. No podemos más.

Deberíamos estar cansados de tus manejos, de tus intrigas, de tus tejemanejes y del humo de tu puro.
Pero queremos más, nosotros queremos más.

Nos volveremos a sentar en Tribuna, en Fondo Norte, en Fondo Sur, o en Preferente,
pero nosotros cada temporada seguiremos adelante.

No nos pidas la razón, porque no lo vamos a saber explicar, pero como cada año volveremos el abono a renovar.
Pero queremos más, nosotros queremos más.