Aunque siempre pretendo hablar de personajes españoles, tengo que incluir en este caso a una persona nacida en Italia (Chiaravalle, agosto 1870), pero que desarrolló gran parte de su trabajo en España: María Montessori. De una gran pasión focalizada en la educación y el desarrollo infantil, visionaba en cada niño un potencial inmenso de aprendizaje durante su crecimiento. Esta médico, antropóloga y filósofa revolucionó el enfoque de la educación y su marca y método son conocidos en el mundo entero y sinónimos de excelente educación y valores en la igualdad de género.
María Montessori se enfrentó desde muy joven al desafío que suponía la desigualdad y se convirtió en una de las primeras mujeres en graduarse en Medicina en su país natal (1896).
«La tarea del educador moderno no es cortar selvas, sino regar desiertos»
La psiquiatría infantil y su trabajo con niños con discapacidades mentales y dificultades de aprendizaje le condujeron a cuestionar cómo se enseñaba y polemizar sobre el sistema tan tradicional de enseñanza italiano creando posteriormente el llamado “Método Montessori”

La llamada «Casa dei Bambini» o Casa de los Niños (1907) asentó los primeros cimientos de su afamado método en la ciudad eterna (Roma) destacando los principios de libertad y sobre todo el respeto por el ritmo individual de cada niño en su aprendizaje. Así, las lecciones estructuradas y estáticas del sistema nacional daban paso con su método a la autonomía personal creando un entorno con materiales sensoriales y actividades que permitieran a los niños explorar y descubrir por sí mismos el mundo que comenzaba a abrirse delante de sus ojos.
«La mente del niño no es una vasija que hay que llenar, sino un fuego que hay que encender»
La verdad es que fue un éxito relativamente rápido esa casa de los niños abriéndose escuelas en todo el mundo por lo que nuestra protagonista viajó intensamente difundiendo su método para que los profesores que lo fueran a impartir entendieran e inspirasen a toda una generación de educadores que pudieran transformar la educación en el mundo con un miramiento inclusivo y siempre centrado en los niños como fundamento y alternativa de la educación tradicional.
«Los niños son seres llenos de misterio y potencial, y tenemos el deber de proteger su desarrollo natural y su sed de conocimiento»
El respeto por los niños es uno de los pilares del método Montessori. Nuestra protagonista creía firmemente que cada niño es un individuo único y que se necesita un ambiente apropiado en el que fomentar la independencia y el autodesarrollo en cada una de las etapas de los niños, donde siempre destaque la libertad. Los alumnos de las escuelas Montessori eligen con qué quieren trabajar, aportando una motivación intrínseca en la educación. Los sentidos son otro de los pilares del método, aportando un aprendizaje experimental de manera práctica y activa con lo que María Montessori consiguió transformar la educación con un movimiento global que, a día de hoy, perdura en un legado a través de miles de escuelas en el mundo.

«Si la ayuda y la salvación han de llegar, es a través de los niños; porque los niños son los creadores de los hombres»
Esta pionera ha inspirado a miles de educadores y su método sigue vigente ante el futuro de la humanidad en un mundo complejo y cambiante. Gabriel García Márquez mandó a su hijo a estudiar desde niño con el método Montessori. Anne Frank, Larry Page y Sergey Brin (cofundadores de Google) o la que en su día fue educadora en una de sus escuelas Montessori, Katharine Graham (exeditora del Washington Post y autora de la aclamada autobiografía Personal History), o Jeff Bezos ( fundador de Amazon) también han elegido este método para sus hijos. Estos referentes ponen de manifiesto que algo bueno ejerce en la crianza de los niños.
«El niño, guiado por un impulso interior, nos pide que le demos las oportunidades de actuar, en lugar de intervenir»
PD: Mi hijo Jaime ha ido a una escuela Montessori y es una de las mejores cosas que he hecho por él.
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