Se ha cumplido el primer aniversario de la muerte del Joaquín Santo Matas. Un hombre bueno.
La muerte de Joaquín Santo nos tocó a todos los alicantinos. A todos. A los que le seguíamos, a los que le queríamos como amigo, a todos los que le admirábamos y confiábamos en él. También a los que no lo conocían personalmente, pero sí por sus obras.
Porque su marcha al trasmundo fue un vacío entre nosotros, los que compartíamos con él sus inquietas inquietudes. Porque la cultura de nuestra tierra bebía de él y de su trabajo. Y fue la soledad. Ya que Joaquín formaba parte de la tradición y la cultura de Alicante.
Su vida, siempre junto a su queridísima esposa, María José Caparrós. La doctora Caparrós, mujer de carácter que no ha superado una pérdida tan grande.
De Joaquín Santo, como escritor, fue su obra póstuma José Iváñez Baldó. Un arquitecto frente al caos urbanístico, presentada en el Colegio Oficial de Arquitectos de Alicante, cuando aún conservábamos los presentes el calor de su vida. Aun con el corazón dolido, se presentó la biografía de ese arquitecto de Jijona, José Iváñez, que se empeñó en cambiar la faz de una ciudad como la nuestra, sometida a irracionales experiencias que han acabado por despersonalizar nuestro entorno.
Joaquín, recién partido al Paraíso, seguía elevando su voz, a través de las palabras escritas, que no se evaden nunca y allí quedan para siempre. Como su amistad.
Joaquín Santo Matas fue un defensor a ultranza de los intereses de su tierra y como tal de sus hombres. Defendió con valentía sus ideales desde cualquiera de los puestos que le encomendaran: Como diputado a Cortes Valencianas a lo largo de las dos primeras legislaturas (1983-1991); como asesor de Cultura de Presidencia de la Diputación de Alicante, entre septiembre de 2003 y febrero de 2009; como Director del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, entre 2011 y 2015…
Miembro de la comisión científico-artística del Consorcio de Museos de la C.V., desde 2012 hasta 2015, en noviembre de 2014 fue nombrado por unanimidad Académico Correspondiente de la Real Academia de Cultura Valenciana, leyendo su discurso de ingreso en febrero de 2015 sobre ‘La luz de Sorolla y Alicante’.
Y por todo ello, en abril de 2015 se le concedió el Premio Hermes Comunidad Valenciana a la Comunicación por su labor divulgadora de la cultura durante cuatro décadas en prensa, radio y televisión.
Su numerosa obra se resume en sus publicaciones, entre las cuales destacamos:
- “Páginas estelares de la historia de Alicante”.
- “Eleuterio Maisonnave”
- “Alicante, 1939”
- “El Campello, municipio del siglo XXI”
- “Historia de la Sociedad del Canal de la Huerta de Alicante 1907-2007”
- “Alicante 1939“
- “30 alicantinos al servicio de la Humanidad”
- “50 años de Historia de Alicante”
- Y los opúsculos “Alicante paso a paso”, “Moros y Cristianos”, “Hogueras de San Juan”, “Canalejas y Alicante” y “Eleuterio Maisonnave”.
Los que creemos en la comunión de los santos, sentimos a Joaquín cerca de nosotros. Y los que no, tienen su presencia por los siglos en sus obras.
Joaquín Santo Matas, ¡gracias por todo!.
Me sumo a tus palabras. No sobra ni una coma. Joaquín está con todos los que, como bien dices, creemos en la comunión de los santos. El llevaba lo de ‘santo’ hasta en el carnet de identidad. Un saludo cordial.
Enhorabuena…
Gracias por el recordar que es resucitarle y revivirleD…
Un abrazo
Pedro