Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

Enigmas. Lo que aún no sabemos (y lo que eso dice de nosotros)

Fuente: Picatoste.

Vivimos en la era de la inteligencia artificial, de los algoritmos que nos conocen mejor que nosotros mismos, de las respuestas rápidas y las verdades absolutas en 280 caracteres y, sin embargo, a pesar del brillo tecnológico y la sobreinformación, seguimos rodeados de sombras, preguntas sin respuesta y misterios que desafían tanto a la ciencia como a la conciencia. Hoy escribo un mapa deliberadamente inquietante de los grandes enigmas sin resolver, como una invitación a recuperar algo que estamos perdiendo: la capacidad de asombro, de duda y de búsqueda.

La materia oscura, la energía oscura y el 95 % que ignoramos: Los astrofísicos nos lo repiten: todo lo que vemos —planetas, estrellas, galaxias— es apenas un 5 % del universo. El resto es un misterio. Llamamos “oscura” a esa materia y energía no porque sea siniestra, sino porque no tenemos ni idea de qué es. Sabemos que está ahí por sus efectos, como quien ve las olas, pero no el viento. En pleno siglo XXI, con telescopios que escanean el borde del tiempo, el universo sigue ocultando su verdadera naturaleza. Y tal vez lo más inquietante es que ya nos hemos acostumbrado a no entenderlo.

El origen de la vida: ¿Cómo pasamos de elementos químicos a células vivas? ¿Cuál fue la chispa? Científicos han logrado recrear condiciones prebióticas, pero aún no hemos cruzado esa línea sagrada entre lo inerte y lo vivo. La abiogénesis sigue siendo un salto cuántico que no hemos podido replicar. Tal vez entenderlo implique más que biología. Tal vez tengamos que revisar lo que entendemos por “vida”. Y ahí entra otro abismo…

La conciencia: el misterio más íntimo. Podemos medir ondas cerebrales, mapear sinapsis, alterar pensamientos con estimulación magnética, pero nadie puede explicar por qué sentimos lo que sentimos, ni cómo surge el “yo”. ¿Somos simplemente un algoritmo biológico? ¿O hay algo más que no cabe en un escáner? La conciencia no solo es un problema científico, es un enigma ético, político, filosófico. Porque lo que definamos como conciencia, definirá también quién merece derechos, quién siente, quién importa.

La Paradoja de Fermi: Si el universo está lleno de planetas habitables, ¿por qué no hemos detectado señales claras de otras civilizaciones? La paradoja de Fermi sigue abierta: ¿somos los primeros? ¿Los últimos? ¿Los únicos que sobrevivieron? Tal vez nadie está emitiendo porque todos están escuchando. O tal vez las civilizaciones tecnológicas se autodestruyen antes de poder viajar a las estrellas. Si es así, estamos más cerca del enigma de la autodestrucción humana que del de los alienígenas.

Aquí siempre entran las visiones optimistas como la de Hawking con su aseveración de que no sería una buena noticia que contactaran o vinieran de otros planetas, su superior tecnología sería prueba inequívoca de que harían con nosotros lo que quisieran. Ver aquella serie “V” y la letra de Pepe da Rosa de su mítica canción (“con el toma y toma, con el dale y dale, que hay ciertas personas que son animales, no puedes fiarte de tus semejantes pues puede el vecino ser un visitante”)… Mezclar a Hawking con Pepe lo pagaré caro, supongo 🙂

Los secretos del pasado: voces que no logramos descifrar. No puede haber algo más apasionante para un medievalista que un escrito sin descifrar, como el manuscrito Voynich, escrito en un idioma que nadie ha podido traducir. Se trata de un libro fechado por carbono 14 entre 1404 y 1438 que está escrito íntegramente en un sistema de escritura totalmente desconocido y hasta la fecha indescifrable. No sabemos si es lenguaje cifrado, inventado, un fraude histórico, un timo, un idioma perdido o codificado, ni sabemos nada de su génesis u objetivos.

Fuente: Picatoste.

El alma, la vida tras la muerte, el libre albedrío, el porqué de nuestra existencia humana, y hasta la identidad de Jack El Destripador o el asesino de Kennedy se hunden en el pozo de los enigmas con los que convivimos. Parece que el hecho de que sigamos preguntándolo es más importante que encontrar una respuesta.

La verdad es que se me ocurren algunos otros enigmas bastante insoportables como para convivir con ellos permanentemente, como:

•        ¿Por qué seguimos eligiendo líderes que fomentan el odio?      

•        ¿Qué tipo de humanidad estamos entrenando con algoritmos que refuerzan lo peor de nosotros?

  •        ¿Cómo es posible que sepamos tanto sobre el mundo y tan poco sobre cómo vivir juntos?

  .       ¿Hay vida inteligente en este planeta?

Tal vez necesitamos volver a mirar el mundo con la humildad de quien no ha entendido nada… todavía. Haciendo amigos.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

3 Comments

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  • Contesto a tu última pregunta. Hay inteligencia en el planeta, pero poca, y no abunda entre los políticos ni los de casa ni en los de fuera. Puede que haya listillos, pero inteligentes, lo que se dice inteligentes, nada de nada, casi todos los dominadores del mundo, unos perfectos hijos de la gran p…
    En lo que respecta a los enigmas, pones en cuestión asuntos de máxima trascendencia, que yo (aunque me tildes de ingenuo, junto con algunos lectores) he resuelto por medio de la religión, convencido de que no existe incompatibilidad entre ella y la ciencia, entre la fe y la razón. La pérdida casi completa de la civilización greco-romana-cristiana y los daños del nazismo y comunismo, nacidos en Europa y trasplantados criminalmente al resto del orbe, han devenido en el relativismo amoral destructor de nuestros días, causa, entre otras cosas, de guerras y más guerras repugnantes que asolan diversas naciones y territorios… Un saludo cordial y otro día seguiremos con tan interesantes temas que planteas.

    • Los enigmas nacen justo de nuestra capacidad de crearlos, el tema es que que existan no nos hace comprenderlos, las soluciones las buscamos por muchos caminos y loado sea quien encuentra respuestas por alguno de ellos. Lo malo es que cuando tenemos las respuestas cambian las preguntas. Un abrazo Sr.