Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Balones a la olla

El alcorconazo

Oriol Soldevila marcando el único gol del conjunto herculano (Fuente: YouTube Real Federación Española de Fútbol).

Vaya por delante que no pretendo hacer crónica deportiva al uso del partido que este sábado, último día de agosto, jugó el Hércules en la localidad madrileña de Alcorcón. La cosa va más bien de reflexión, de opinión y análisis meditado. Es una evidencia que nos llevamos un patinazo, o un porrazo, o un trompazo en este caso, y si se me permite la licencia, a modo de “alcorconazo”. De ahí el porqué de mi título. Si esto fuese sólo crónica deportiva de partido de fútbol, en prensa especializada de cada lunes, probablemente el titular elegido hubiese sido otro; por ejemplo: “El Hércules se da de bruces con la nueva y superior categoría”; o también: “El Alcorcón pone al Hércules los pies en la tierra”.

Lo de los pies en la tierra es más que evidente. Desde el pasado día cinco de mayo, cuando se logró el ascenso en olor de multitudes, en el Rico Pérez, absolutamente todos hemos vivido en una especie de nube, felices y encantados de habernos conocido, orgullosos por una parte y creídos de ser poco menos que el Real Madrid o el Bayern de Múnich. Y cuando digo todos, quiero decir todos: afición, plantilla, técnicos, empleados, directivos, propiedad y políticos agradecidos que acudieron a rentabilizar el logro de la primavera a modo de ascenso. Y alguno que otro se dejó ver también por el palco en el primer partido frente al Ceuta, cuando antes, en la categoría de esparto, la de moqueta desgastada y césped artificial en muchas ocasiones, la de ciudad deportiva y aforo para doscientas personas, no se les había visto el pelo, ni fuera ni dentro. Por cierto, de matrícula de honor lo de la consecución y logro de once mil abonados para esta temporada, un buen porcentaje de nuevo cuño e ilusión renovada.

Si algo quedó claro en Alcorcón, en la segunda jornada, sin restar un ápice de mérito al primer triunfo de la temporada en el Rico Pérez, es que aquí ya se lleva mucho lo de salir jugando la pelota, la realización de paredes precisas, el desdoblamiento de líneas y el trazo de diagonales por parte de algunos jugadores exquisitos que confeccionan varias de las plantillas de este grupo II, sin lugar a duda, por encima en calidad del otro que completa el resto de España. Lo de “patadón y pa´lante” queda sólo para situaciones extremas, pero no por sistema ni como norma.

Ascendimos, se celebró, se volvió a celebrar, se homenajeó y se tiró la casa por la ventana en Ibiza a modo de festejo. Los fastos no eran para menos. Y vivimos un verano tranquilo y plácido. Bajas necesarias y obligatorias, unas entendibles y otras traumáticas, algunas condicionadas, y altas casi en todos los casos atractivas, eso sumado a los resultados ilusionantes y meritorios de los partidos preparatorios antes del comienzo de la liga. Hasta ahí bien.

Pero lo visto en Alcorcón el pasado sábado fue un baño de realidad, como un jarro de agua fría que hace despertar ante lo que es verdadero y no es ficticio. Menos mal que se ha hecho lo posible por reforzar y redoblar la defensa, el mayor mal del pasado ejercicio. Se sufrió en demasía por los dos laterales, el derecho y el izquierdo. Al costado izquierdo igual le falta algo en esta categoría, y al costado derecho lo mismo. La voluntad no suple a la contundencia y solvencia, igual que ser un polvorilla como delantero no quiere decir ser defensor de garantías. Ojalá vuelva pronto Samu Vázquez, maldito infortunio el de la lesión. Están muy bien contadas las milongas concretas y excepcionales de Navas y Alba, metidos y reconvertidos de extremo a defensa en el ocaso de sus carreras. De ahí a creer que Alvarito es un lateral derecho de Segunda División B, o Primera Federación o Segunda A, dista una barbaridad, mucho hace con el arrojo y voluntad que le pone, el caso es que cada uno a lo suyo. Todos pueden ser médicos, pero el traumatólogo se encarga de los huesos, el neurólogo de la cabeza, el urólogo de la vejiga, y el ginecólogo de lo otro.

Los jugadores del Alcorcón celebran su cuarto gol momentos antes de finalizar el partido (Fuente: YouTube de la Real Federación Española de Fútbol).

Conclusiones para sacar; esta Primera Federación poco tiene que ver con la categoría del año pasado. Se llama Primera Federación, como podría ser un nivel de Segunda A, de hecho, muchos jugadores que militan en ésta han estado en la otra, desde veteranos ilustres hasta jóvenes avispados de canteras reputadas que todavía no han roto o despuntado pero que pueden llegar en cualquier momento. Visto lo visto, tranquilidad y buenos alimentos. Lo primero, asegurar la permanencia y después, Dios dirá. Ni el Hércules seguro estará entre los diez peores equipos del grupo, ni seguramente estará entre los cinco mejores. Siempre fue buena la alegría y el optimismo, como malo fue el exceso de euforia o el vender pieles de oso antes de haber cazado la pieza.

El sábado de nuevo en casa. El sábado derbi provincial frente al Intercity en el Rico Pérez, a las nueve y media de la noche. Casi se nos hará de madrugada. Hasta el momento, una de cal y otra de arena. Hemos pasado de la alegría frente al Ceuta, al “ALCORCONAZO”, de este último día de agosto en la localidad de la Comunidad de Madrid.

Por cierto, si alguno de los que me lee, me lo puede explicar, que me lo explique. Yo, humildemente, no lo entiendo.

En el Campo de Santo Domingo de Alcorcón caben cinco mil personas. Generosamente había este sábado cuatro mil, de ellas doscientas cincuenta eran aficionados de Alicante desplazados, en valores proporcionales éramos muchos más. El Alcorcón es un equipo descendido de Segunda División A, que intenta volver a recuperar la categoría y que ha hecho un equipo de campanillas y es claro candidato al ascenso. En la Comunidad de Madrid todo el mundo es del Real Madrid, del Atco. de Madrid y del Rayo Vallecano, aparentemente. Alcorcón es una ciudad dormitorio de la comunidad que no supera los ciento sesenta mil habitantes. Carece de masa social. Alicante es una ciudad de trescientos treinta mil habitantes, a los que sumar Campello, San Vicente, San Juan y alguna localidad más herculana. En el Rico Pérez caben treinta mil personas, el club ha conseguido esta temporada once mil socios, algo que más quisieran algunos clubes de Segunda División A.

Históricamente, decía el inefable José María García al acabar sus programas: “¿A dónde va a parar el dinero de las quinielas?”. Yo, sin intentar imitarle ni emularle, pregunto: “¿Quién pone la pasta en el fútbol para que Alcorcón le pegue un “Alcorconazo” a Alicante o Leganés esté en Primera División?».

MISTERIOS SIN RESOLVER.

Diego Ferrándiz

Se puede ser de equipos muy grandes, muy famosos, ganadores de muchos títulos, pero nosotros somos del Hércules. Modestia y orgullo pueden ir de la mano. En nuestro corazón habita ese pálpito blanquiazul. Sentimos al Hércules, como sentimos la Explanada, el Postiguet o la Cara del Moro. Macho Hércules.

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Responder a ramón gómez carrión Cancel reply

  • Diagnóstico certero tras análisis clarividente y realismo. La Liga está empezando. Los próximos resultados dirán si hay que ir pensando en el mercado de invierno. No hay que renunciar a nada: Se debe pensar en el ascenso. Otra cosa sería de cobardes. ¡Macho