Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Opinión

Docentes por la Libertad Lingüística desaparece: Rovira dimisión, ya

Fuente: GVA.

Nuestra plataforma no tiene sentido. En el País Valenciano se habla, se vive y se piensa en valenciano. El valenciano es nuestra identidad más identitaria, y pido disculpas por no saber escribir mis reflexiones en la bella lengua de Martorell o quizá, mejor, en la de Pompeu Fabra, que escribía peor pero era más fanático. Como valenciano me avergüenzo de mis carencias, pero el catalán no se puede desvirtuar con un traductor. Ya aprenderé, estoy en la transición que va del arrepentimiento, por haber seguido las funestas ideas del centralismo españolista, y el propósito de enmienda, que pasa por mi próximo ingreso en la escuela de idiomas para dominar una lengua, la propia de los verdaderos valencianos, que me he estado negando con furor fascista derivado de mi complejo de emigrante, pues mis orígenes se radican en la opresora e imperialista Castilla/León. La de los Reyes Católicos, que todos saben que eran franquistas.

La Plataforma por la Libertad Lingüística desaparece porque somos un obstáculo. No podemos seguir entorpeciendo la cohesión y el progreso del País Valenciano. Hemos de contribuir, a partir de ahora, a la homogeneización social; la diversidad, tan importante, solamente es posible si es en valenciano, nunca en valenciano y español. “El nostre poble” debe ser homogéneo para ser diverso; debe ser uniforme para ser inclusivo; y debe ser herméticamente tribal para abrirse al Estado y al mundo mundial. ¡El valenciano es nuestra identidad, qué digo, el catalán! Se me están poniendo los pelos de punta mientras escribo esto, ¡qué emoción! ¿Cómo he podido estar tan ciego? Ahora tendré que saber qué es la identidad, vaya lío.

Hemos asumido, tras enconadas discusiones y dolorosas reflexiones, que sindicatos separatistas, plataformas docentes catalanistas y asociaciones subvencionadas con dinero público por su encomiable labor en favor del catalán, tienen razón. En valencia sólo en catalán, perdón, solo en valenciano, bueno da igual, tenemos claro, gracias a estos benefactores públicos, que nuestra lengua y nuestra tierra son un dialecto y un apéndice de los añorados Països Catalans. Abandonamos pues por el bien de todos. Nos vamos, ya redimidos de nuestro cerril españolismo, pero sin olvidar pedir que se elimine la encuesta/trampa que pretende el Gobierno de la Generalidad. Decimos `No´, así, sin fisuras, a que los padres elijan la lengua de enseñanza y lo hacemos por el propio bien de sus hijos. Y lo vamos a explicar:

Ser valenciano de primera es lo más grande que se puede ser, eso está claro, sobre todo si por fin conseguimos ser anexionados por la Gran Catalonia, por lo tanto debemos trabajar para que todos lo sean en el más alto grado posible.

Ser valenciano de primera significa vivir, sentir, hablar, escribir y pensar en valenciano sin contaminaciones castellanas, lengua de bestias y de ciudadanos a medio hacer, como nos mostró Pujol, grande entre los grandes.

La Comunidad Valenciana es tan maravillosa (y más cuando, como quieren estos luchadores, seamos parte del lebensraum catalónico) que atrae miles de personas llegadas de lugares, lamentablemente, más atrasados como Murcia, Castilla La Mancha o la ignota Extremadura; tierras castigadas por ese habla cuyo aprendizaje, señalan estos próceres, limita el desarrollo cerebral y la posibilidad de incorporar nuevas lenguas al caletre. Es más, vienen gentes históricamente colonizadas desde Hispanoamérica, que tuvieron que renunciar a sus lenguas propias y traen la pesada losa del castellano; español lo llaman ellos en su desconocimiento indígena, que les impide integrarse ordenadamente en esta bella terreta. No podemos dejar que el atraso y la ignorancia de estos padres les haga tomar una decisión que cerrará el futuro de sus hijos para siempre. Qué sabrán los padres sobre lo que les conviene a los hijos, para eso está Escola Valenciana, Plataforma per l´Ensenyament Públic y la benemérita (como la Guardia Civil) Plataforma per la Llengua. Y el STEP, claro.

Para ser valenciano de verdad, de primera, es condición básica hablar exclusivamente en valenciano (dialecto sureño del noble catalán), por eso pedimos que la enseñanza desde la guardería sea en valenciano y solo en valenciano, la verdadera lengua de prestigio e inclusión.

Sabemos que algunos niños tendrán ciertas dificultades con los estudios, que los padres verán más inaccesible ayudar en las tareas escolares, pero, como nos enseña Plataforma per la Llengua, lo importante es el valenciano. Aunque vuestros hijos, colonos españolistas, inmigrantes hispanohablantes o de otras lenguas tengan malos resultados escolares y muchos abandonen, como acreditan esas pruebas fascistas del informe PISA o similares, estudiar en valenciano, ese catalán dulcemente adulterado por el zumo de nuestras naranjas, les permitirá, cuando trabajen en empleos precarios dirigirse a nosotros, verdaderos valencianos, en la lengua correcta y evitar que los denunciemos por ñordos e ignorantes. Al final, y gracias a nuestra tolerancia, vuestros tataranietos serán valencianos de primera, bueno, igual no, pero lo parecerán. Rovira DIMISIÓN, YA.

PD. Nosotros apostamos por la libertad de elección, algo tan sencillo como marcar en una casilla en qué lengua quieres que estudien tus hijos, por eso esta ley es un error y la lengua base un eufemístico pedo de monja para evitar reconocer ante los feroces separatistas que muchos tienen como lengua propia o materna el español. Señores dictadores de la lengua, lo importante son nuestros hijos, no el valenciano o el español. LIBERTAD para estudiar en valenciano o español, tesoros de nuestro acervo común. tataranietos serán valencianos de primera, bueno, igual no, pero lo parecerán. Rovira DIMISIÓN, YA.

Miguel Ángel Robles

Miembro de la Plataforma de Docentes por la Libertad Lingüística, integrada en Escuela de Todos.
Licenciado en Educación Física; master en gestión deportiva; exconcejal del Ayuntamiento de Orihuela.
Fue preparador físico del Orihuela Deportiva en 2ªB, entrenador de base de baloncesto y actualmente ejerce como profesor en el IES Thader de Orihuela.

3 Comments

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  • Es triste que algo tan sagrado como la educación se convierta en campo de batalla política. Es un terreno, como ningún otro, fundamental para legislar con el máximo consenso y nunca con criterios partidistas. Tiene que legislarse con limpieza de mente y de corazón, nunca con criterios de izquierdas o derechas. Aquello de la ministra (y ahora embajadora en el Vaticano) Isabel Celaá de que «los hijos no pertenecen a los padres sino al Estado» es una de las mayores aberraciones posibles. El tema de la lengua oficial y de las cooficiales debería consensuarse de una vez para terminar con la triste batalla interminable y vilmente politizada. Hay que amar todas las lenguas, pero no hay que politizarlas y menos para hacer daño a los niños. Ya sé que esto es predicar en el desierto o sembrar en un camino, pero…