La jugadora española nos comparte sus recuerdos de la Paralimpiada en Río 2016 y sus inicios como deportista de élite y anuncia su participación en el campeonato mundial del próximo 6 de octubre en Olbia (Italia).
La boccia es un deporte instaurado en Apda desde hace muchos años. Comenzó con la participación de tres usuarios del centro de día allá por 2003 y, con los años, una vez creado el club empleo Aspe se sumaron muchos más deportistas que se iniciaban bajo la supervisión de los entrenadores del club hasta que llegaron a alcanzar la cifra de 25 jugadores de la provincia
participando en este deporte. Muchos de ellos han destacado y continúan su andadura de éxitos deportivos, si bien, sin duda, Desirée Segarra Valenzuela se ha convertido en un espejo para todos los demás. Con ella hemos tenido la ocasión de hablar de su trayectoria, de sus inicios en este deporte y de su vida aprovechando estos poquitos días de descanso de sus entrenamientos.
Lanzamos la bola blanca y a jugar.
Apda.— ¿Quién es Desi?
Desi Segarra.— Una deportista de boccia bc1 que juega con el pie.
Apda.— Sabemos que hay otra Desi…
Desi.— Estudié dos módulos superiores de FP. Uno de programación de ordenadores y otro de Administración.
Adpa.— Y hoy en día, ante todo, deportista de élite. ¿Cuántos años llevas jugando a boccia?
Desi.— Creo recordar que unos 14 años.

Apda.— ¿Cómo surgió comenzar con este deporte?
Desi (Sonríe).— Estaba en un bar y vino una persona a comentarme si sabía lo que era el deporte adaptado. Yo pensaba que estaba de broma (jajaja). Esa persona fue Raúl González, Champi. Quedamos en la UMH para probar y lo probé. En realidad, lo que me apetecía era el eslalon en silla de ruedas pero me engañaron y probé la boccia.
Apda.— ¿Qué recuerdas de ese primer contacto con la boccia?
Desi.— Pensaba que no se me daba bien porque lanzaba la bola a muy poca distancia, se me quedaba como mucho a un metro de distancia y pensaba «¿adónde voy yo con esto?». Sin embargo, me lo tomé con un hobby, como un pasatiempo que me hacía disfrutar y empecé a entrenar. Me gustaba comprobar que iba mejorando, que al lanzar la bola ya cubría toda la
pista. Pasó poco tiempo cuando recibí con sorpresa la llamada desde la Federación Española invitándome a entrenar con la selección. Fue dos años antes de la paralimpiada en Río de Janeiro.
Apda.— Y así, te encuentras de repente con que estás junto a la élite… ¿Cómo es esa experiencia?
Desi.— Con el tiempo me doy cuenta de que el reconocimiento llegó muy pronto para mí, sin embargo, ya entonces lo valoré muy positivamente. Era muy muy guay. Me obligó a cambiar e incrementar mi plan de entrenamientos y, sobre todo al principio, requieres de ayuda psicológica para estar cómodo con una dimensión de tanto peso.

Apda.— Impactaba estar rodeada de jugadores de tanta experiencia con un palmarés tan enorme en la boccia española.
Desi.— Sí, como Manolo El granaíno, o Raúl, de Valencia. A la impresión por todo se sumó que mi entrenador de entonces no pudo acompañarme, mientras que los demás sí lo tenían al lado, y fue duro porque es muy necesario que te acompañe siempre tu entrenador, ya que es quien mejor te conoce. Actualmente ya no pasa. Todos vamos con nuestros entrenadores y ojalá continúe así y no dependamos de los criterios del equipo técnico que tenga la selección en cada momento, sino que se escuchen y se valoren las propuestas de los jugadores.
Apda.— Desi, ¿cómo es una paralimpiada por dentro? ¿Qué nos cuentas de Río de Janeiro?
Desi.— Uff, la paralimpiada es un sueño que todos los deportistas queremos cumplir. El nivel es altísimo, los jugadores son buenísimos.
Apda.— ¿Y eso en qué se nota?
Desi.— En cómo actúan en la pista, su actitud, cómo afrontan los partidos. En Río jugué en la modalidad de equipos y fue espectacular, así que ahora me queda cumplir el sueño de la competición individual. La experiencia vivida me ha ayudado mucho. Llegué muy pronto arriba y me ha servido para ganar en confianza. No he tenido más remedio que aprender “a la fuerza” y aunque por un lado se agradece, ha costado asumirlo y llevarlo.

Apda.— ¿Hay más deportistas que, como tú, también lancen con el pie?
Desi.— Hay otra chica, israelita, y alguno más, pero la mayoría lo hacen con las manos. Jugamos con cierta desventaja ya que no podemos tomar los ángulos que sí se pueden realizar con los brazos, pero es un reto más y para eso entrenamos.
Apda.— ¿Qué caracteriza a un buen jugador de boccia?
Desi.— Aparte de manejar muy bien la estrategia y poseer una excelente técnica, es necesaria una gran confianza en sí mismos. El 60-70 % de la boccia es el componente psicológico. También hay que confiar en el entrenador. En mi caso, al tirar con el pie, que me coloque la pelota adecuadamente es fundamental para que pueda hacer un lanzamiento correcto.

Apda.— Ya que mencionas la importancia de los entrenadores, a ti ¿qué te han aportado?
Desi.— Yo he tenido varios y he aprendido de todo. Todos me han aportado muchísimo. Unos centraron más su trabajo en la técnica, otros en la estrategia. Han sabido compartirme detalles y ejercicios de otros deportes que ellos conocían y que trasladábamos a la boccia. De Sole, mi actual compi de batallas, he aprendido a dar al jugador el papel que le corresponde, a aceptar la responsabilidad que supone estar en la pista y a cumplir con rigor todo lo que conlleva una competición. Las dos vamos más allá del objetivo que nos hayamos planteado, más allá de perder o de ganar. Como ella dice, lo importante es “hablar en la pista”, por lo que me produce mucha satisfacción ganarme el respeto de los rivales, incluso a veces más que ganar una medalla.
Apda.— Comentabas al principio que comenzaste con la boccia porque te engañaron, ¿quién fue y qué pasó?
Desi.— Me engañó Juan y me metió de lleno en el fregao…. (jajaja). Con él me enamoré de este deporte y consiguió hacerme ver algo tan increíble que aún me sorprende. Yo me preguntaba, y aún me lo pregunto, cómo era posible que una persona como yo, descoordinada, con una espasticidad enorme iba a ser capaz de tirar la bola como lo hago. La verdad es que él confió en mí y en todos los jugadores que luego conocí y eso fue lo mejor, la confianza que nos daba a todos.
Apda.— Imagino que todo viene por tener un concepto diferente de la discapacidad.
Desi.— Sin duda, esa era su mejor idea. Y así consiguió ayudarme muchísimo. Fue quien me abrió todas las puertas para mejorar y a creer en mí y me impulsó a ser mejor deportista. Ojalá hubiese podido compartir mis éxitos junto a él.

Apda.— Seguro que él también los ha saboreado.
Desi.— Sí. Sé que siempre está ahí.
Apda.— Y en cuanto a la parte familiar, Desi, ¿qué valor le das al apoyo que recibes de los tuyos?
Desi.— Muchísimo. Sin ellos no hubiera sido posible tampoco. Además mi padre es mi entrenador en las ocasiones que Sole por su trabajo no puede venir, siempre me acompaña en los entrenamientos. Desde casa me han apoyado dejando a un lado la discapacidad.
Apda.— Y ¿qué reto viene ahora?
Desi.— Sin duda las paralimpiadas de Los Ángeles 2028. Pero el compromiso internacional más cercano es en Italia, el Olbia World Boccia Chellenge, este mes de octubre, del 6 al 14. Una oportunidad más para intentar seguir mejorando mi posición en el ranking internacional. Y sin olvidar la nueva temporada en la Comunidad Valenciana y la competición nacional.
Apda.— Un placer, Desi, hablar contigo. Mucha suerte y ¡a por tus sueños!
Desi.— Muchas gracias.












Enhorabuena a Desi y todos los que la apoyan, a los que me sumo. Saludos.
[…] paralímpica campeona nacional y del mundo Desi Segarra, emblema del Club Empleo Aspe y a la que ya entrevistamos también en Hoja del Lunes. Nacida en Argentina, concretamente en el Mar de Plata donde dio sus primeros pasos en la boccia, […]