Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

De Cristina Pedroche a Mercedes Barona

Cristina Pedroche se declara creyente en "El Hormiguero" (Fuente: AtresMedia).

Pocas y pocos se atreven a decir en público que creen en Dios y y que el Hijo del Padre se hizo hombre y nació de María Santísima por amor y para el amor.

Es noticia que alguien se proclame creyente en una cadena de televisión ante millones de telespectadores. Lo hizo Cristina Pedroche en un programa multimillonario en audiencia ante la sorpresa del conductor del programa y de varios compañeros tertulianos. La presentadora y modelo confesó que tuvo un final de embarazo complicado y que recurrió al Dios de su profunda creencia para que ayudara a que todo saliera bien y que Él la escuchó. Por eso, por el parto feliz y porque ha recuperado la fe, bautiza a su hija y promete casarse por la Iglesia y consigue que su marido, el internacionalmente galardonado chef, Daviz Muñoz, dé el ‘sí’ públicamente.

Públicamente también, otra mujer, consagrada articulista en más de veinte periódicos de la cadena más completa de prensa nacional, Mercedes Barona, rompía una lanza por las fiestas navideñas, tan tradicionales religiosamente en España y tan desfiguradas laicamente en nuestros tiempos. No comprende ella y no entiendo yo con ella que pudiendo celebrar el nacimiento del Niño Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, nos pongamos a festejar el solsticio de invierno; que en vez de exultar porque Dios, el creador del universo (y del hombre, como culminación de su grandeza creadora) nos trae mensajes de paz y amor entre todos los hombres, celebremos la llegada del invierno.

Los pastores de Belén acudieron al portal y escucharon a los ángeles cantar “gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”. No dijo paz para los judíos, ni para los romanos, ni para los cartagineses ni para los galos o los hispanos, sino para los hombres de buena voluntad. Está claro. El Niño vino (y sigue viniendo estos días) para todos, pero los hay empeñados en hacer la guerra y no la paz; el mal y no el bien. Y lo repito una vez más: importan las obras más que las creencias. Y los que creemos en Dios, como Cristina Pedroche y Mercedes Barona, tenemos que celebrar su venida al mundo para hacerse hombre como nosotros, con suma alegría.

Los cristianos tienen que ser alegres. Alegres son los villancicos, como el que dice “pastores a Belén vamos con alegría, a ver a nuestro bien, al hijo de María…”; o pacíficos y pacificantes, como el más famoso mundialmente, creo, el ‘Noche de paz, noche de amor: todo duerme en derredor; entre sus astros que esparcen su luz, bella, anunciando al Niñito Jesús, brilla la estrella de paz”. Hay cientos de villancicos fabulosos, como aquel del inolvidable Antonio Machín: “Navidad que, con dulce cantar, te celebran las almas que saben amar… Y aquella viejita que tanto adoré, mi madre del alma que no olvidaré… y a mí llegan los dulces recuerdos del hogar bendito donde me crié”.

Pocas y pocos se atreven a decir en público que creen en Dios y y que el Hijo del Padre se hizo hombre y nació de María Santísima por amor y para el amor. Mucho han cambiado las cosas y no todas a mejor. Dice Mercedes Barona: “Es curioso que nos entreguemos con tanto fervor a celebraciones como Halloween, acción de gracias, al comienzo (o al final, ya no sé) del Ramadán y, sin embargo, la celebración del nacimiento del Niño Dios provoque esa urticaria a algunas personas. Es verdad que el consumismo y el gastar en lo innecesario ha desteñido la esencia de estas fechas, pero es lo que tiene el capitalismo (el menos malo de los sistemas) y que se cuela por todas las rendijas para sobrevivir”.

Yo vuelvo a las esencias; al mensaje de los ángeles de hace 2024 años, al mensaje del Niño Jesús, mensaje de amor, un amor navideño que es lo más, más incluso que la justicia, para traernos la paz. La paz, la justicia y el amor esté con todos vosotros. ¡Feliz Navidad!

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

Comentar

Click here to post a comment