Desgana (rendición incluso por un segundo, viendo complicidades y cobardías ajenas) te confieso que sentí hace unos días, cosa poco habitual en mí, y por ello casi fallo a la cita de este lunes. Pero gracias a Dios (yo sí siento que existe quien hizo “el cielo y la tierra”) escuché, a última hora, al honrado Julio Anguita (RIP, con el debido respeto) y me animé a honrar su memoria.
“Hay momentos, en los pueblos, que debes tener dignidad. Yo sé que con la dignidad no se come, pero sin dignidad no se come”, sentenció el cordobés.
Suplicar favores
Anguita honrado, coherente militante del Partido Comunista de España (PCE), proseguía con otras afirmaciones contagiosas, subversivas: “Es verdad que una cuchara no alimenta, pero sin cuchara no comes sopa. La dignidad es la pieza clave para poder vivir bien. Cuando un pueblo no tiene dignidad se pone de rodillas (pide ayudas, ruega y espera favores estatales, suplica favores para subsistir día por día) y termina sin comer. Porque sin dignidad no se come”.
Si viajas a Cuba, escucha los románticos sones caribeños, rítmicos y alegres, y pasea por las calles de la Habana Vieja. Habla con el pueblo humilde y sincero, mujeres y hombres con penosas confesiones que se acercarán a ti con sus verdades, a escondidas en su anonimato, como yo les escuché en enero del 2007. Comprobarás que son ciertas las afirmaciones de Anguita. O viaja a Venezuela…
Cobardía o valentía
Proclamas comprometidas, todas provocadoras en el vídeo, eran las afirmaciones valientes de Anguita: “¿Qué vais a hacer? Yo sé que mis palabras, a veces, no gustan. Pero yo no hablo para que mis palabras gusten, sino que hablo para que la gente piense, si quiere. Y sino que no piensen.”
Y terminaba Anguita con un reproche: “¡Lo que yo tuve que oír! Por ejemplo, ‘yo paso de política, todos son iguales’. ¡Excusas! Porque en mi tierra, en Córdoba, la gente sabe de qué vivo. No pueden decir que todos somos iguales. ¿Por qué dicen todos somos iguales? Prefieren el ejemplo de los que roban, por ser más cómodo para su pequeño robo, que el de quien no roba porque es un ejemplo para su mala conciencia”.
¿Somos más culpable y cómplices por nuestras acciones o por nuestras omisiones ante las injusticias, prepotencias o las mentiras? Busca tu propia respuesta. Libres somos para cruzarnos de brazos y mirar hacia otro lado y también libres somos para actuar en defensa de la justicia y la verdad. Vale (cervantino).
Malos tiempos parta la justicia, la verdad y la libertad. Por no tener no es que no tengamos ‘programa’ (siempre exigido por Anguita); es que ni se presentan los Presupuestos (obligación constitucional), ni se acude al Parlamento a dar explicaciones sobre asuntos de la máxima trascendencia. ¿Qué le diría ahora Anguita a Sánchez sabiendo que Felipe González lo llama ‘necio’? Lo peor no es que Pedro cambie de opinión un día sí y otro también, lo grave es que cambia porque se lo dicen -exigen- Puigdemont, Otegi y Junqueras.
Cuanta verdad absoluta, casi plena, en sus palabras valientes de maestro, don Ramón Gómez Carrión, mil gracias…
Pedro J Bernabeu