Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Contrastes

Una rotonda para el tranvía

Carusso hace un homenaje al tranvía, medio de transporte protagonista de las calles de Alicante durante el siglo pasado, a través de fotografías centenarias. La palabra tranvía (del inglés tramway, literalmente «via de carriles planos») forma parte del vocabulario español desde el siglo XIX, cuando este medio de transporte público urbano se popularizó en todo […]

Carusso hace un homenaje al tranvía, medio de transporte protagonista de las calles de Alicante durante el siglo pasado, a través de fotografías centenarias.

La palabra tranvía (del inglés tramway, literalmente «via de carriles planos») forma parte del vocabulario español desde el siglo XIX, cuando este medio de transporte público urbano se popularizó en todo el mundo.

Inventado por el inglés John Outram allá por el 1775, no fue hasta 1807 cuando comenzó a prestar los primeros servicios de pasajeros en Gales utilizando una infraestructura creada para el transporte de mercancías. Pero hasta su instalación en Nueva York (1832) no podemos hablar de la primera línea regular de tranvías urbanos. Unía Manhattan y Harlem.

En 1871 se implanta en Madrid el que fue primer tranvía de la península ibérica, pero no de España pues La Habana tenía el servicio desde 1858. Todos eran tranvías de mulas o caballos. Alicante instaló el suyo en 1893.

Esta foto de finales del XIX en el Portal de Elche ilustra cómo eran los primeros tranvías alicantinos. Un tiro con varios animales. El conductor y el cobrador al pescante y bancos para los pasajeros, con escalones laterales de acceso al vagón.

El atestado tranvía de esta foto (1900) en el entonces Paseo de los Mártires, actual Explanada, recorría la primera línea que se estableció en Alicante uniendo el Paseíto Ramiro y Benalúa. Cuando las calles eran de tierra y se podía recorrer la ciudad, de punta a punta, en pocos minutos.

Entre 1893 y 1923 el tranvía de mulas prestó servicio en Alicante y poblaciones cercanas (desde los primeros años del siglo XX se extendió hasta San Vicente, San Juan y Muchamiel). Aunque hubo intentos de sustituirlo por el de vapor, este fue descartado por las molestias que provocaban los humos y vapores de la máquina, la contaminación que diríamos ahora. La siguiente foto de 1905 recoge el paso de un tranvía a vapor por delante del monasterio de la Santa Faz.

En los «felices años 20» el progreso jubilaba a las mulas y daba paso a los modernos tranvías eléctricos.

Si bien fue en 1923 cuando los tranvías eléctricos se instalaron en Alicante, el invento se había estrenado en Berlín varías décadas antes, en 1879, obra del ingeniero alemán Ernst Werner von Siemens.

Después de la Guerra Civil y hasta finales de los 60 (el 14 de noviembre de 1969 prestó su último servicio) el tranvía fue el medio de transporte público por antonomasia. A menudo no cabía un alfiler y el mismo estribo servía de agarre para el viaje y -de paso- ahorrarse el billete. El cobrador no llegaba hasta allí.

En esos años de «esplendor tranviario» Alicante contaba con hasta 8 líneas que cubrían 32 kms, abarcando desde la Florida hasta Muchamiel.

Las décadas de los años 50 y 60 nos dejaron la imagen del tranvía en color.

En la calle Calderón esquina a Vicente Inglada, con dirección a Alfonso el Sabio, mediados los 50. A la izquierda los puestos del mercado de verduras, donde hoy está la plaza 25 de mayo.

En la actual Avenida de la Estación (entonces General Mola), año 1968. A la derecha el antiguo colegio de los Maristas, hoy multicentro/Fnac.

Al igual que el tranvía de mulas, su sucesor eléctrico también fue jubilado. La instantánea de 1968 muestra el cruce de los nuevos autobuses urbanos con los románticos tranvías, paso previo para la definitiva jubilación de estos al año siguiente.

Cumplido su ciclo, el tranvía eléctrico desapareció para dejar paso a la avalancha de coches con que el desarrollismo inundó las calles de todas las ciudades. Y aunque en 1999 volvió con el anglicismo de «Tram», es más un transporte metropolitano que urbano.

Desde el siglo XIX, durante casi 80 años, las calles de Alicante vieron circular al «trole» mientras la fisonomía del entorno cambiaba con los tiempos. El tranvía fue parte de la vida de la ciudad.

No estaría nada mal un permanente homenaje con la colocación de un encantador Tranvía en alguna de las rotondas que nos envuelven. ¿Qué, señores representantes públicos, se hacen el ánimo?

Imágenes:

Ramón Vidal Irles ; Archivo F. Monllor ; Fundación BBVA ; Francisco Sánchez ;

Jeremy Wiseman ; Anticalicante ; El nostre Alacant d’antany ; Alicante Vivo ;

Archivo Municipal de Alicante

Benjamín Llorens

Periodista.

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