Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Narrativa

Miedo

Freepik.
La noche, la oscuridad
esconden el miedo que el alma silencia durante el día.
Somos coetáneos del tiempo que nos toca vivir.
Tengo miedo del reloj,
que me mira de reojo.

El tiempo pasa inexorable,
todos lo sabemos,
todos lo ignoramos, al reloj.

La noche es la cocina de miles de sueños,
el agua limpia que nos libera de la suciedad,
que nos espera al acecho
cuando abrimos la puerta de cualquier día.

Tengo miedo del reloj.
Tengo miedo del tiempo vacío, sin manchas, sin pintar.
Mi vida desgastada como cuando las pilas se agotan y la linterna solo parpadea.
Muñeco de trapo, frágil, lánguido y parco en ideas.

Tengo miedo de tener miedo,
juego de palabras que no evita que la vida
huya por el hueco de la escalera.

Sale de mi cuerpo y de mi mente.
La resaca de la vida te pega,
te instala en el espesor del fango, en el fondo del pozo,
en el infierno de nuestras vidas.

Pablo Guillén

Pablo Guillén empezó a escribir hace algunos años. Un poco para escapar de la rutina de un trabajo que sólo le aportaba un salario. Nada más. Publicó durante algunos años artículos de opinión en un diario local y también participó en algunos encuentros literarios concursando y formando parte en distintas publicaciones.
Tiene tres libros de relatos publicados: “Sombras de luz y niebla”, “Reflejos frente al espejo” y “Lanzarse al vacío y otros relatos”.
Además, tiene el cajón repleto de historias que empujan cada día por nacer, pero la situación actual no es la mejor y como todo el mundo sabe, el dinero no crece por más que riegues esa jodida planta.
Actualmente está inmerso en un nuevo trabajo, sin duda más ambicioso y extenso: su primera novela, aunque declara sin tapujos que se mueve mejor en el mundo de los relatos y puede que le pase un poco como a Oscar Wilde, que sólo escribió una novela, “El retrato de Dorian Gray”.

1 Comment

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  • Pablo, a lo mejor el artículo de Manolo Mira Candel te arroja un poco más de luz y recarga tus pilas… Y hay más luces. Hermoso poema. Un saludo cordial.