Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Reportajes

Don Cirilo, siempre en el recuerdo de Alcoy

Don Cirilo Tormo (Fuente: Archivo Fotográfico de la Parroquia de San Roque de Alcoy).
Don Cirilo es una figura eminente que da lustre y prestigio a nuestra provincia. Por ello trataré aquí, modestamente, de destacar algunos aspectos de este singular sacerdote.

Aspectos introductorios

Alcoy es una de las localidades más importantes y emblemáticas de la provincia alicantina. Sus tradiciones, sus aportaciones culturales y económicas, las grandes personalidades allí nacidas, o bien estrechamente vinculadas a la ciudad del Serpis, y otros muchos aspectos de análoga naturaleza, son timbre de orgullo para Alicante. Pues bien, una de las personalidades más insignes es don Cirilo, es decir, don Cirilo Tormo que, aunque no nació en esa ciudad, hizo allí tantas contribuciones de alto calado que todos los alcoyanos le consideran, no un hijo más, sino incluso de los de más categoría. Tanto es lo que hizo don Cirilo por Alcoy, y por ende por Alicante, que merece al menos una breve glosa acerca de él.

Don Cirilo es Alcoy, es la romería de la Virgen de los Lirios, es la escuela, es el coleccionista de arte, es el impulsor de la marca Alcoy, es tantos temas de entidad, que no podemos aquí sino hacer un resumen de todo ello pues, como sabemos, son innumerables los ejemplos a aducir.

Yo estuve viviendo en Alcoy durante los años que van de 1951 a 1954, por estar mi padre allí destinado como funcionario. Viví en el barrio de San Roque, cerca de la iglesia en la que don Cirilo era el párroco y toda una institución en la ciudad del Serpis. Recuerdo la Misa del Gallo y la procesión, presidida por el querido sacerdote, a la que yo acudía con mi madre y mi hermana Layla, que era entonces muy pequeña. Don Cirilo era mi confesor, por lo que le conocí personalmente y me impresionó siempre su carácter sencillo y abierto; sabía ganarse la simpatía de las gentes, sin olvidar nunca, por supuesto, el respeto que nos merecía a todos. Era hombre abierto al diálogo e infundía una fe y una confianza que le hacían ganar la admiración de los alcoyanos.

Realicé la enseñanza primaria en el Colegio de los Salesianos, siendo director don José María Mir Brugada, e hice el examen de ingreso y primero de Bachillerato en el Instituto Padre Vitoria, siendo director don Eduardo Nagore. Al salir de casa, hacia los Salesianos, pasaba junto al cuartel de Infantería Vizcaya número 21, cerca de la parroquia de San Roque, y veía cómo en el cuartel, cuando me desplazaba para asistir a las clases de la tarde, daban de comer, del rancho sobrante, en buena cantidad, a los más menesterosos alcoyanos. También pasaba, camino del colegio, por el paseo de Cervantes y me llamaba además la atención, en mi trayecto, el impresionante edificio del Banco de España.

Don Cirilo con los niños de la parroquia (Fuente: Archivo fotográfico de la Parroquia de San Roque, Alcoy).

Tuve muchos amigos en Alcoy y me sorprendía el esplendor de la Cabalgata de Reyes y de los desfiles de Moros y Cristianos. Coleccionaba las estampitas de las filaes, muy numerosas y con ese atuendo de los protagonistas con vistosos trajes.  Coleccionábamos estampas o cromos de “El hidalgo de los mares” y de la guerra de Corea. Muchos años después, volvería a la ciudad alcoyana a presentar mi libro Ser feliz corriendo, en el edificio cultural, en el emplazamiento antes ocupado por el cuartel de Alzamora, y además participé en la media maratón de la ciudad en un buen número de ocasiones (eso ya, tras mi jubilación). En la presentación de mi libro evoqué ante los presentes mis recuerdos alcoyanos y no pudo faltar la mención a don Cirilio Tormo Durá.

Dado el destino de mi padre, en Alcoy, nuestra familia se trasladó desde Tetuán a la ciudad del Serpis y en la mencionada localidad alicantina viví los años que van de 1951 a 1954, como ya dije. Recuerdo que cuando contaba con ocho años de edad, los Salesianos organizaron una visita a la iglesia de Santa María, para ver los restos del siervo de Dios, Casimiro Barello Morello, y me quedé vivamente impresionado ante la devota visión. Este religioso italiano llevó a cabo en Alcoy sus acciones místicas y de sufrimiento y se le veneraba como un santo. El paseo de Cervantes, la tradicional vuelta a los puentes, los partidos en El Collao… son recuerdos maravillosos que conservo imperecederos, pues forman parte de lo mejor de mi vida.

 Y el nombre de don Cirilo permanece siempre en la mente y en el pensamiento de los alcoyanos. No fue un escritor, sino un emprendedor, con numerosas obras y acciones que le enaltecen, así como un coleccionista de obras de arte que donaría a la ciudad, para enriquecer su patrimonio museístico.

Don Cirilo Tormo en imagen de 1960 (Fuente: Archivo Fotográfico de la Parroquia de San Roque, Alcoy).

Mossèn Cirilo Tormo Durá (1911-1995) nació en Adzeneta de Albaida, aunque puede decirse que su vida y su obra están profundamente vinculadas a Alcoy, localidad que le nombró hijo adoptivo en 1977 y que, además, le otorgó la Peladilla de Oro en el año 1979 y la Medalla de Oro de la ciudad en 1995. Fue pues, realmente, todo un alcoyano, con su corazón y su obra volcados en esta bella ciudad.

Ordenado sacerdote en Valencia, en 1935, estuvo primero como novicio en las parroquias de Villena y Benillup hasta que vino a Alcoy en 1939, destinado a la parroquia de Santa María. Pero su gran labor se desarrolló sobre todo en la parroquia de San Roque, creando una escuela para niñas de familias humildes de Alcoy, centro denominado “Nazaret”, y construyó el Colegio de San Roque, en 1946. Hizo una importante y amplia zona deportiva para la juventud, pues siempre le animó la formación deportiva y el desarrollo físico y sano de los jóvenes.

Hemos de hacer especial mención a lo realizado en el Barranquet de Soler, del que luego trataremos con un cierto detalle.

Como Don Cirilo era un poco zahorí y sabía cómo descubrir agua en el subsuelo (cuenta el archivero, don Vicente Moncho), realizó varios hallazgos. En el Preventorio encontró tanta agua que además del servicio del edificio en sí, tuvo para construir tres piscinas grandes. (Fuente: Archivo Fotográfico Parroquial de San Roque, Alcoy).

A don Cirilo se deben varias obras en el barrio de San Roque que él enalteció y amplió tras la Guerra Civil. Por eso ese barrio está tan ligado a la figura de don Cirilo y todavía “los más viejos del lugar” profesan a este sacerdote ejemplar una profunda veneración. Fue el iniciador de la casa guardería. A él se debe el Preventorio, que empezó a funcionar en 1955, la reconstrucción de la Iglesia de San Roque, el centro del Barranquet de Soler, el impulso a la romería de la Virgen de los Lirios, el Baradello de Moya —inaugurado en su honor en 1955— y otras muchas aportaciones a su querida ciudad.

Figura entre las personalidades notables de las páginas específicas publicadas sobre “hijos” de la ciudad que hicieron acciones de prestigio en la historia de Alcoy.

La romería a la Virgen de los Lirios  

Al igual que en Alicante capital la romería de la Santa Faz es emblemática, lo es en Alcoy la romería de la Virgen de los Lirios. Participan los alcoyanos con fervor y no hay que olvidar que don Cirilo fue el principal impulsor y animador de esta importantísima romería para la vida de Alcoy. Este es uno de los méritos, y no de los menores, del ilustre sacerdote. La romería concita la veneración máxima de los alcoyanos y es una muestra singular de los valores humanos, religiosos y morales.

El diario Información y el Boletín de la Parroquia de San Roque, en diversas ocasiones, el Día de Todos los Santos, rememoraron muchas veces la mítica figura don Cirilo. Tuvieron así presente, con el correr de los años, un recuerdo emotivo de la figura de nuestro querido personaje. Se decía en diferentes textos y en variados años, en esa fecha de Todos los Santos, que don Cirilo, alcoyano de adopción, tuvo un extraordinario compromiso social con la ciudad de Alcoy y, por consiguiente, su obra le hace acreedor de la más sincera admiración por parte de los alcoyanos.

De romería (Fuente: Archivo Fotográfico de la Parroquia de San Roque, Alcoy).

Alcoy tuvo la suerte de tener personas que ejercieron ese valor humanitario de manera extraordinaria, como los sacerdotes José Arnauda, Mossèn Rafael del Ave María y Mossèn Josep. Sin olvidar a Mossèn Gregorio Ridaura, cuya infatigable labor la desempeñó en Valencia en el siglo XVI y el jesuita Padre Andrés Jordá Colomer, quien llevaría a cabo una encomiable labor humanitaria en la India y en Bolivia, a mediados del siglo XX. Todo ello merece ser destacado.

El Barranquet de Soler

En 2005 se presentó el proyecto del Barranquet de Soler, hoy una gozosa realidad. Ya anteriormente, en 1955, se inauguró otra gran obra de don Cirilo, el Preventorio. Vale la pena la relación de actos, que dignifican de algún modo lo que iba a ser una de las obras sociales más importantes de Alcoy: residencia y centro de día para enfermos mentales crónicos El Barranquet de Soler. Y todo  ello impulsado por don Cirilo Tormo. Se cumplía así uno de los grandes sueños de don Cirilo.

Arreglando el campanario (Fuente. Archivo Fotográfico Parroquia San Roque, Alcoy).

El Barranquet acogería un centro para enfermos mentales de gestión privada. La redacción del proyecto fue presentada el 8 de diciembre de 2005, en un emotivo acto. La financiación correría a cargo de la Asociación Mariola La Asunción. Damos aquí algunos detalles de este importante acto que supuso un puntal en el ambicioso plan y que tantos alcoyanos siguieron presencialmente. Este acto de presentación es descrito en sus caracteres principales en un extraordinario trabajo aportado por M. Llinares, uno de los más importantes estudiosos de la figura de don Cirilo.

El Baradello de Moya

Junto a la zona recreativa del Preventorio, en las puertas del Parque Natural de Mariola, se encuentra el Baradello de Moya, un lugar concebido en 1955 para el desarrollo de actividades de pastoral, que ofrece numerosas posibilidades en cuanto a instalaciones y entorno natural. Va dirigido a grupos juveniles (juniors, scouts…), grupos cristianos (comunidades, catequistas, religiosos, religiosas…). Y también va encaminado a aquellos que buscan un tiempo de paz, tranquilidad y sosiego en plena naturaleza.

Su enclave estratégico, entre parques naturales, permite a su vez la práctica de senderismo y otras actividades de ocio, recorriendo los parajes de la Sierra de Mariola y de la Font Roja. Además, se encuentra a tan solo diez minutos de la población de Alcoy. Toda la zona tiene una densa vegetación y hay una repoblación con especies arbóreas autóctonas, siendo un pulmón verde para los alcoyanos.

Otra obra de nuestro insigne don Cirilo.

El Colegio de San Roque

El Colegio de San Roque fue otra gran obra de don Cirilo y en esas aulas siguieron estudios muchos alumnos alcoyanos, por lo que podemos considerar a don Cirilo un verdadero pedagogo, cualidad que hemos de añadir a los numerosos méritos de nuestro hombre. El Colegio de San Roque formó a varias generaciones de alcoyanos y les inculcó una serie de valores morales y éticos, además de una completa instrucción, para que el día de mañana fueran unos ciudadanos que sirvieran al bien común y engrandecieran con su conducta y aportaciones la ciudad. Es este colegio un ejemplo de lo que debe ser una enseñanza completa e integral. Merece una profundización en su organización y su funcionamiento, que dejo para personas que sean investigadoras de la educación y se decanten por este tema, tan apasionante.

Con uno de los niños del colegio (Fuente: Archivo Fotográfico de la Parroquia de San Roque, Alcoy).

Nos basamos en nuestro estudio y en el de la Iglesia de San Roque, en las aportaciones realizadas por Vicente Moncho, sacristán de San Roque, en el año 2012.

La Iglesia de San Roque y San Sebastián

La Ermita de San Roque y San Sebastián estaba situada frente a un gran rellano frente a la cruz de término del camino de Madrid y a espaldas del cuartel de Infantería (Regimiento de Infantería Vizcaya número 21). Sería cedida al ramo de la Guerra y este hecho hizo posible la expansión del mencionado cuartel. Por esta razón, se pensó en una nueva ubicación, en el lugar que hoy ocupa el templo dedicado a San Roque y San Sebastián. La ermita, segunda de las construidas con tal advocación, estuvo en funcionamiento hasta el 4 de enero de 1920 en que dijo la última misa el presbítero don Casimiro Varelo Vicedo, por hallarse enfermo el vicario de la misma, don Juan Peiró Cabrera.

Las obras del nuevo templo comenzaron el 1 de mayo de 1915. La dirección corrió a cargo del arquitecto don Vicente Pascual y la ejecución estuvo a cargo del maestro don Antonio Segura. Lo que sería la nueva construcción fue bendecida por el arcipreste doctor Escrivá, el día 6 de enero del año 1920. Esta primera sección, de una sola nave y reducidas dimensiones, de momento era capaz para la atención religiosa. El acceso de entrada recaería en lo que luego sería la calle Espronceda, con estilo neoclásico, puerta cincelada con remate semicircular, sobre la que se abría un óculo preparado para la colocación de una vidriera. El Altar Mayor se encontraba frente a la puerta, y se habilitaron unas ventanas laterales para una mejor iluminación natural del recinto.

Vista de la iglesia y del altar mayor (Fuente: Archivo Fotográfico de la Parroquia de San Roque, Alcoy).

El Patronato de San Roque inauguró sus funciones al acabar la primera sección de las obras de la Iglesia, que era el actual Presbiterio. Al terminar la segunda sección, que fue la nave del templo, las escuelas del patronato se trasladaron a esa nave y quedó como iglesia exclusivamente el presbiterio. En 1926 se construyeron nuevos locales en la parte posterior de la iglesia, destinados al patronato, quedando así todo el templo  disponible para el culto de los fieles alcoyanos.

Fueron varias etapas que acabaron viendo la terminación y completamiento de ese magnífico templo, orgullo de la ciudad.

El Preventorio y la conmemoración de los cincuenta años de su inauguración

Los actos de conmemoración de los cincuenta años de la inauguración del Preventorio fueron realmente importantes y emotivos. Fue un domingo espectacular del año 2005 el de esta conmemoración que resaltamos, por ser ello muy significativo. El Preventorio es don Cirilo y don Cirilo es el Preventorio, todo ello en buena medida. Nos apoyamos en los datos aportados por M. Candela que son una buena muestra de lo que supuso este acontecimiento, pues el relato es muy completo y pormenorizado. En él, se ilustra a la perfección una de las principales aportaciones y realizaciones del ilustre sacerdote.

El Preventorio Mariola la Asunción se vistió de esplendorosa fiesta en una inolvidable tarde, en ese cincuenta aniversario de la bendición e inauguración del complejo. Recordemos que el Preventorio se inauguraría un 12 de junio del año 1955, según información de representantes de la fundación —antiguo Patronato— y fuentes de la concejalía representada por Lucía Granados. Los actos religiosos y festivos estuvieron cargados de emoción.

Ese día se incluyó la posibilidad de visitar el recinto del Preventorio, “sin molestar a los residentes”, en palabras de Purificación de Gracia, componente de la Fundación. En la misa, a las 18 horas, actuó el grupo Cantores de Alcoy y, a su término, estuvieron programadas diversas exhibiciones de la Casa de Andalucía y de la Peña Flamenca. La Coral Polifónica Alcoyana, el conjunto artístico Mariola y los coros y danzas de la Sección Femenina intervinieron también en los diversos actos festivos de la jornada.

Los representantes de la Fundación subrayaron que continuaban controlando las actividades del Preventorio ya que, aunque la Generalitat Valenciana gestionaba una unidad geriátrica en dicho complejo, el edificio que se cedió seguía siendo del pueblo de Alcoy, por lo que los patrones vigilarían que todo se hiciera bien. Al acto acudieron importantes personalidades como el alcalde de Alcoy, el gobernador civil y el subsecretario del ministerio de Industria, entre otros destacados cargos.

Con los niños (Fuente: Archivo Fotográfico Parroquia San Roque, Alcoy).

Culminaba así un largo proceso, basado en una idea de don Cirilo, párroco de San Roque desde 1942. El sacerdote creó una oficina para distribuir estreptomicina (medicamento que era por entonces novedoso e innovador) a los niños enfermos. Visitaba además a los enfermos de tuberculosis y se percataría de que era necesaria una construcción que atendiera debidamente a los pacientes. Esa fue la idea matriz pues, sabedor del peligro de muchos ante un contagio, la urgencia del proyecto era más que evidente. Hacía falta un Preventorio.

Tras visitar dos centros en la Sierra de Guadarrama, contactó con el arquitecto Roque Monllor Brotons y con el ingeniero Santiago Reig Gisbert. Se puso en marcha una ilusión y, en abril de 1951, se aprobó el proyecto y comenzaron las obras que culminarían sin imprevistos graves. La financiación estuvo a cargo de los trabajadores y las industrias alcoyanas y asimismo se contó con donativos generales de los alcoyanos que continuarían, incluso, terminada la construcción. El 7 de agosto de 1955 llegarían los primeros siete niños a los que seguirían, hasta 1990, más de tres mil. En ese año, se perdería el sentido original de la obra, pues la enfermedad llegó a estar totalmente erradicada.

En 1992 se llegó a un acuerdo entre el Ayuntamiento de Alcoy, el Patronato y la Generalitat Valenciana para la creación de un geriátrico y una caseta para enfermos de alzhéimer. Todo ello, bajo el impulso de tan humanitaria obra por parte de la Administración. La semilla de don Cirilo, así pues, fue germinando y dando origen a frutos muy variados y de gran utilidad para las gentes.

Estudiosos de su figura

Muchos son los estudiosos de la figura y el perfil humano de don Cirilo: V. Moncho, Tipografía La Moderna, M. Serrano, A. M. Jordá, redactores de Ciudad, J. Tormo, M. Candela, M. Llinares, P. Andrés, redactores de Información, redactores del diario Levante

Igualmente me resultaron de gran valor los fondos documentales de la Parroquia alcoyana de San Roque.

Consideraciones finales

No fue don Cirilo propiamente un escritor, sino un emprendedor y un verdadero dinamizador de la vida cultural, religiosa, social y educativa de Alcoy y todo un amante del arte que llegó a reunir un valiosísimo conjunto de obras que donaría a su querido Alcoy para enriquecer su patrimonio municipal, como ya dijimos anteriormente, incrementando los tesoros artísticos de esta bella e importantísima localidad de la provincia de Alicante.

También debemos destacar su faceta deportiva, impulsando el deporte en Alcoy y creando varios equipos de fútbol, algunos de cuyos entrenamientos tuvieron lugar en el Baradello de Moya. Siempre estuvo detrás de cuanta actividad deportiva tenía efecto en su querida ciudad. Él pensaba en el lema mens sana in corpore sano y la formación física de la juventud alcoyana fue uno de sus mayores desvelos y de sus principales logros.

Expreso mi agradecimiento al periódico Ciudad, al diario Información, al diario Levante, a los archivos municipales de Alicante y de Alcoy y a todos aquellos estudiosos que me han proporcionado las bases sustantivas para la redacción del presente trabajo.

Mucho queda aún por hacer y por profundizar en la figura de don Cirilo, pero creo que este pequeño resumen de su perfil y su obra supone una elocuente muestra de la valía de este gran personaje de la provincia de Alicante.

Muchas gracias a don Cirilo, por todo lo mucho y bien que ha hecho por la entrañable ciudad de Alcoy.

José Moratinos Iglesias

Doctor en Ciencias de la Educación, diplomado en Psicología, profundo conocedor de la Psicopedagogía e Instructor de Tiempo Libre con sus estudios de Magisterio.

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