Solamente han transcurrido cinco jornadas desde que diera comienzo la Liga en Segunda División B. En cualquier caso, ya han saltado las alarmas, o han comenzado las dudas, o han aflorado los nervios, en el seno del Hércules de Alicante. La intranquilidad y el desasosiego se expande, no solamente en los estamentos directivos del club, sino también en la secretaría técnica, por supuesto en la sufrida afición y podríamos decir también que la ansiedad ya atenaza en cierto modo a la plantilla.
A nadie se le escapa después de lo visto este fin de semana que los jugadores están nerviosos, inseguros de sí mismos y con temor a lo que pueda pasar en el paso siguiente. Hasta el mismo entrenador es evidente que no da con la tecla adecuada. Este sábado fue su propia cobardía la que llevó al equipo a no irse hacia arriba y rematar el triunfo frente al conjunto catalán del Badalona. En fútbol cuando sesteas, cuando contemporizas, cuando te quedas a verlas venir, o eres muy fuerte y contundente atrás, o corres el riesgo de que te marquen. De un posible triunfo holgado, a otro empate en casa, y ya van varios, ante una escuadra que no era precisamente el Real Madrid. En este Hércules todo son dudas.
No estamos en Navidad, ni mucho menos. Tampoco en noviembre, ni tan siquiera en octubre. Todavía tachamos días del calendario del mes de septiembre y la cosa no se ve nada clara.
No basta con decir aquello de: «Luchamos por el ascenso, no hay otra meta más que jugar la promoción». El escudo no es sólo suficiente para estar arriba en la tabla e imponerse y, aunque desde el Olimpo de los Dioses, el Hércules hace lo que puede, de los jugadores herculanos se espera mucho más. Es evidente que entre los refuerzos e incorporaciones de este año, no han llegado Messis, ni Cristianos Ronaldos, pero también es una evidencia que todos esperábamos un poco más, y sobre todo al observar cómo se han despegado ya equipos como el Elche o el Mallorca.
La realidad es la que es. Y a modo de números, la realidad es que de quince puntos disputados el Hércules ha sumado seis y se ha dejado en el camino nueve. Errores, fallos, despropósitos, falta de carácter, carencia de personalidad, poco acierto.
Sea como fuere…TODAVÍA ES SEPTIEMBRE Y YA HAN SALTADO LAS ALARMAS.
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