La inauguración del cine Ideal

Corría octubre de 1925, el Teatro Principal andaba de reformas para adecuar las instalaciones a los tiempos más modernos de los años 20. La embocadura del escenario y un nuevo telón de cortina de damasco con el escudo de Alicante eran las novedades en el primer teatro de la ciudad.

En la antigua calle del Barranquet, frente al lateral del teatro, habían finalizado las obras del nuevo coliseo dedicado al espectáculo en la terreta: el Ideal Cinema. Con su puesta en marcha en lo que entonces se conocía como avenida de Zorrilla (actual Constitución) se formó un polo de atracción en el centro de la ciudad con cine, teatro, y música, que algunos optimistas dieron en llamar el «Broadway alicantino». Se extendía desde la Rambla con el Central Cinema, hasta Alfonso el Sabio con el Monumental y el Salón España, pasando por el Ideal y el Teatro Principal.

Fachada del cine Ideal con el Mercado al fondo, 1925. Fotografía: Manuel Cantos (AMA).

El edificio fue proyectado por el arquitecto Juan Vicente Santafé y ejecutado por los contratistas de obras Padrós y Olmos. Presentaba fachada a dos calles, la principal a la avenida de Zorrilla y en el lateral a la calle de Artilleros.

La sala tenía aforo para 1419 personas, repartidas en tres plantas. Vestíbulo, cafetería, aseos y patio de butacas configuraban la planta baja. En el primer piso las gradas intermedias, con adornos de palco corrido en el frontal. El segundo piso albergaba las gradas superiores con la delantera de paraíso ocupando los primeros asientos y el resto una ladera de butacas desde las que parecía que la pantalla estaba en la otra punta de mundo, al final de un abismo. La entrada para este lugar, que terminamos conociendo como «el gallinero» se efectuaba por la calle de Artilleros, a las otras dos se accedía por la entrada principal de avenida Zorrilla.

Una característica peculiar del Ideal eran los pilares intermedios, colocados para sostén de las gradas, que dificultaban sobremanera la visión desde según qué butacas. La sala se completaba con la pantalla y, tras ella, un escenario para representaciones teatrales o musicales que, a pesar del tremendo auge del cine, eran muy usuales en los años 20 y 30.

El sábado 10 de octubre de 1925 la empresa Torregrosa, Llopis y Dagnino abrió las puertas del nuevo Cine Ideal con la proyección de la película norteamericana en 5 partes «El maldito dinero». Los primeros rostros que asomaron a la pantalla fueron los de sus protagonistas Gladys Hulette y Creighton Hale. Ella había sido niña prodigio del cine mudo en el que debutó con 7 años. Tuvo una fugaz carrera que finalizó en los años 30 al poco de llegar el cine sonoro. En cuanto a Creighton cabe decir que desarrolló una prolífica carrera como actor de reparto interviniendo en películas emblemáticas como El Halcón Maltés o Casablanca, entre muchas otras.

La inauguración del Ideal no tuvo tanto relumbrón como la del vecino Monumental un año antes. La prensa local se hizo eco con buenas palabras pero escasa tipografía. El Diario de Alicante felicitaba «a los propietarios por el tour de force llevado a cabo para dotar a la ciudad de una sala de esta categoría».

Cuatro días después, el 14 de octubre, la sala acogió la primera representación teatral con la compañía de María Palou bajo la dirección de Felipe Sassone y con un plantel de 20 actores entre los que se encontraba el posteriormente famoso Manuel Luna. Se escogieron las obras «A campo traviesa» para la sesión de tarde (a las seis) y el «Corazón ciego» para la noche (a las diez). Los precios oscilaban desde las 4 pesetas la entrada más cara en delantera de platea, hasta los 60 céntimos la más barata en el lejano gallinero.

Durante años el Ideal acogió teatro, espectáculos musicales, vodeviles, cabaret e incluso combates de boxeo, pero sobre todo -y por encima de todo- Cine, con esas largas colas que se formaban en taquillas y entrada, en las que a menudo tenía que poner orden la policía armada. El Ideal incluso publicitaba sus películas de manera tan peculiar como la que recoge la imagen de «promoción» de este film interpretado por Bette Davis y Glenn Ford.

Tras 78 años de servicio a la ciudad el Ideal echó el cierre en febrero de 2003. Actualmente, salvado de la piqueta, está en expectativa de destino. El exterior mantiene la fachada tras algún lavado de cara, el interior es pura ruina, igual que el cartel que da nombre a la calle y que luce -es un decir- en la misma esquina del maltrecho edificio.

Claro que el Monumental, el Capitol o el Avenida -por citar algunos- no pueden decir lo mismo, la piqueta se los llevó hace décadas.

Es el Ideal, en Alicante desde 1925.