Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Palabreando

Septembreando

Imagen generada con ChatGPT.

Llegó septiembre, ese mes que casi todos los que no se dedican a la enseñanza esperan como agua de mayo para frotarse las manos y empezar con el sarcasmo, la ironía y la mala baba. Ya en los últimos días de vacaciones como que comienzan con las tonterías: “ya no te queda nada”, “en dos días ¡a trabajar, que menudo veranito!”, “estarás cansado de tantas vacaciones”, “¡qué bien vivís los profesores!”… Y cosas por el estilo de los típicos graciosos que, en verdad, creen que los profesores tenemos dos meses de vacaciones, pero no voy a entrar a detallar lo que se hace en julio porque es perder el tiempo.

Algunos de los que se quejan podrían venir a ayudar a corregir exámenes, a corregir libretas, a pasarte el patio abriendo las tapas de los yogures, o pelando plátanos, o curando heridas; o «no me he traído agua pero no me gusta la de la fuente y tengo mucha sed», «tampoco me he traído almuerzo y tengo hambre, ¿puedes darme algo del comedor?»; o llamando a padres y madres por esto o por lo otro, atando cordones, poniendo chaquetas; o «no me encuentro bien, porfa, llama a mi madre, pero es que no sabe español, es polaca y no te va a entender y tampoco sabe inglés», «que no sé si me quedo al comedor, ¿puedes telefonear a casa para preguntar?»; o esperando a los que llegan tarde por sistema a recoger a sus hijos, la mayoría con excusas de mal pagador…

Todas esas cosas que no son dar clase directa que también hacen los profesores: calmarlos cuando ven que sus padres no llegan y son lo últimos y se están cerrando las puertas… Podría poner más de mil ejemplos que no tienen que ver con dar clase, que los profesores no acaban a una hora y hasta el día siguiente ya me olvido, como en otros trabajos que fichan y al salir se acabó; que luego hay que programar para el día siguiente, mirar los correos que mandan incluso los fines de semana y a cualquier hora del día o de la noche, eso tampoco se ve.

Se podría estudiar la posibilidad, como la Sanidad va tan lenta, que hasta un mes de retraso más o menos que dicen, de que entren de 26 en 26 pacientes a cada consulta, al mismo tiempo, y que el doctor los atienda uno por uno, pero todos a la vez, con sus dolencias particulares y tratando de que nadie quiera colarse, ni cosas por el estilo, guardando orden, manteniendo la calma… Pero a todos a la vez, insisto, que seguro habrá dolencias comunes, que vaya el doctor preguntando y que vayan levantando la mano a todos los que le duela la cabeza, o los que tengan tos, los que querían receta, ya los casos diferentes pues esperamos con paciencia dentro de la consulta, que hay pacientes que necesitan una atención particular y todos tienen derecho a ese tiempo, no se me amotinen y entiendan la situación, que no tenga el doctor que ponerse a vigilar a uno mientras se centra en el paciente con pedagogía clínica terapéutica, ¡un poco de respeto!

Fuente: www.depositphotos.com.

Y todo eso sin contar todo el papeleo burocrático que los del otro lado del cole no ven, pero que hay rellenar sí o sí. Que antes, para hacer una excursión, tan sólo llegabas a casa con el papelito, lo firmaban tus padres y arreando hasta el día de subir al bus y a disfrutar del día diferente; ahora no, ahora hay que pedir permiso para ir, permiso para que te hagan fotos, que si es del comedor y quiere o no, para ese día, el bocata con el agua o la fruta, que por favor los padres no se pueden sacar fotos a los niños cuando estén esperando a subir al bus, sobre todo si están dentro del cole, que antes la mamá o el papá esperaban a que subieras, pero con la educación de mantener la distancia, hoy no, hoy le sacan al niño mil selfies desde que salen por la puerta, mientras cruzan el paso de cebra, mientras esperan subir al bus. «Ponte que te saque con tu amigo», «por favor pueden apartarse que no hay sitio», y así mil cosas. Y eso los que no somos del equipo directivo, porque ahí sí que es la paranoia, que parece más una papelería que otra cosa y que, leo que el 30 % de los directores son impuestos porque la peña no puede hacer eso más dar clase.

Que luego queremos una educación de calidad, pero eso, ya protestamos cuando acabe el curso, primero que empiece y ya, si eso, lo vamos viendo, pero que vaya comenzando. Entonces, ¿en septiembre es hasta las 13.00 horas? Es que yo salgo a las 14.00 h, a ver si pudiera mandar a alguien o, si no, ya si eso a ver cómo lo hago, pero que a lo mejor me retraso. Lo siento, es que a partir de las 13.00 h tenemos reuniones de ciclo, de coordinación, claustro…, entonces ¿a las 13.00 h?

En fin, lo de siempre, todo eso que los profesores no nos quejamos, que ponemos buena cara y que los graciosos, como decía al principio, pues quizá debieran regresar al colegio para aprender algo de una educación que perdieron por el camino. Total hay peña que se saca el carnet de conducir y como no han cogido el coche en toda su vida, cuando han pasado diez años les da por comprarse uno y han de regresar a la autoescuela para recordar todo eso que nunca se utilizó, pues lo mismo.

Por favor, los padres que no sean de la xarxa o que tengan que ir a por los libros, que no entren y estén encargados, id a recogerlos y recordad que el primer día se escribe, lo digo por lo del material, «¡ah! es que yo pensaba que como era el primer día no íbamos a hacer nada». Claro, de 9.00 h a 13.00 h no vas a hacer nada. Vuelvo a la comparativa, y siempre desde el humor, ve al médico por primera vez y que te diga: «¡ah es que como es el primer día, no pensarás que te voy a curar, gracias por la visita deja abierto gracias!».

Carteles Moros y Cristianos de Villajoyosa.

Fin de mes calentito con olas de calor imposibles y, para rematar, las playas llenas de medusas y la Albufereta que la han tenido que cerrar unos días porque era insalubre el baño (a estas horas de salir el artículo intuyo que ya se habrá solucionado). Y que van a poner más controles de velocidad en la Playa de San Juan porque está habiendo muchos atropellos. Como atropello también el que vamos a sufrir en la subida de la tasa de la basura, y mira que la ciudad está hecha un asco y hay basura sin recoger por todos lados. También es cierto que yo he visto mucha más gente trabajando para limpiar las calles, pero es que también la peña es muy guarra, es la verdad. Yo estoy harto de ver a los conductores que tiran papeles al suelo, o la gente que deja las latas en las aceras. Te pasas un domingo por la mañana por la Playa de San Juan y está lleno de botellas y latas de cerveza por todos lados. O la costumbre ahora de romper los vidrios contra el suelo, que digo yo que, antes, no podías salir con un vaso de cristal de un pub, te lo ponían en un vaso de papel. Ahora que en teoría hay más seguridad, los vasos salen de los lugares como si nada. Y lo digo porque yo he visto una acera llena de cristales de haber roto más de un vaso, luego pasan los niños, esos que sus padres ya piensan que son mayores, y los dejan que anden solos con un año a más de 20 metros por delante, o por detrás, perdiéndolos de vista. Y bueno, la profesión de faquir entiendo que habrá de iniciarse a temprana edad.

¿Dónde andará Michael con su flotador de flamenco que lo habíamos perdido llegando a las Baleares y que no debe perderse el inicio del curso? Todavía retengo en mi memoria a un niño bien, de cole de uniforme caro, arrastrándose por Maisonnave altura puerta el Corte Inglés de Galerías Preciados chupando literalmente la baldosa de la calle, metiendo la lengua entre los surcos del pavimento, mientras su madre hablaba por el móvil e iba caminando. Es lo que hay, servicio de limpieza infantil.

Como otra cosa que tampoco sabía muy bien de qué se trataba es que en oficina del TRAM, bueno donde te sacas el bonobús al final de la Rambla, había siempre una cola infinita y pregunté y es que, vaya, han subido las tasas del bus y la peña estaba reciclando su tarjeta porque no te sirve aunque te queden 18 viajes, no, tienes que ir y pagar, creo que son 9 céntimos por viaje. Bueno, eso me han dicho, pero no lo he corroborado. El caso es que no puedes consumir lo que tienes, en plan bueno cuando se me acabe lo que ya pagué pues arranco de nuevo, no. Creo que si vas a que te pongan más viajes pierdes los anteriores. Eso me dijo una de las personas que había en la cola diaria que llegaba a mitad de la Rambla. Que digo yo que podían haber habilitado muchas más oficinas para eso. El caso es pagar. Y hasta va a salir rentable comprarse un patinete, sobre todo para los de la tercera edad, que en dos días os quitan el bono oro con cualquier excusa y os toca ir a pedirle a Barcala el patinete en cuestión.

Otra cosa que también me ha llamado mucho la atención son los carteles que promocionan las fiestas de Moros y Cristianos de Villajoyosa, con LGTBI moros y cristianos homosexuales besándose; tanto dos chicos como dos chicas y con la bandera de colores detrás. A ver, uno puede ser más o menos liberal, pero es que no cabe el sentido común en ese cartel para promocionar unas fiestas, que no es la fiesta del beso intercultural, que las fiestas no tienen nada que ver con besarse. Y digo yo, metidos a ese nivel, ¿ya no pueden aparecer un hombre y una mujer besándose?, ¿ya tiene siempre que ser la misma cantinela todo el tiempo? Está claro que es para llamar la atención, porque es que no hay relación fiestas de ese tipo y beso y homosexual, y creo que, en otros actos sí, pero en otros, como en este caso, es una metedura de pata, que el autor o autora ha tenido su momento de gloria. Pues vale, pero dudo mucho que pueda considerarse un artista, tan sólo es el «venga, vamos a llamar la atención para que se quejen los de siempre». Bueno, es lo que hay.

Eusebio Poncela en 2015. Fotografía de Digob (Fuente: Wikimedia).

Y hablando de artistas, unos días tristes para el arte español, pero el verdadero y con mayúsculas. Eusebio Poncela, Isabel Pisano, Verónica Echegui y Manuel de la Calva; seguro que me dejo alguno o alguna más, pero quizá estos sean los más mediáticos, sin menospreciar a los que no se nombran tanto, sin olvidar a los que han fallecido en los incendios, de los que no conocemos sus nombres, pero que también son héroes como todos los artistas, cada cual en su género. Descansen en paz.

Canción, El final del verano, del Dúo Dinámico.

Libro, Cualquiera puede morir en junio, Alan Parks.

En fin, que ustedes lo lean, lo pasen y  lo paseen bien.

Bruno Francés Giménez

Escritor de serie B.

2 Comments

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  • Señor profesor Bruno, señores profesores, señores docentes: pido un respeto para todos ustedes menos para unos pocos que se confabularon para cambiar el nombre de maestros y profesores por el compuesto ‘trabajadores de la enseñanza’. La docencia no es un trabajo sino un arte, incluso un arte sagrado. Algunos políticos y ciertos sindicalistas me parecen culpables de haber deteriorado el campo sublime de la enseñanza. ¿Quién tiene la culpa de que se hayan multiplicado las agresiones a miembros del profesorado? Con el ministerio de Educación no hemos tenido suerte durante los 47 años de democracia. Y la cesión de competencias fue un tremendo error, acaso insubsanable. ¿O no? Asunto para hablar largo y tendido. Un abrazo.

    • Sabias palabras y sí sería una conversación tremendamente, como poco, interesante.
      Un abrazo y siempre agradecido a sus certeros comentarios.