Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Opinión

Sant Vicent-Agost: la carretera asesina

Fotografía: Walter Knerr.
Con algo de retraso me llega la noticia de que, por enésima vez, un ciclista ha sufrido un accidente en la carretera que une estas dos poblaciones y que es ruta muy habitual de los aficionados a este deporte. En solitario o en grupo, yo me los suelo encontrar tan a menudo que si hubiera […]

Con algo de retraso me llega la noticia de que, por enésima vez, un ciclista ha sufrido un accidente en la carretera que une estas dos poblaciones y que es ruta muy habitual de los aficionados a este deporte. En solitario o en grupo, yo me los suelo encontrar tan a menudo que si hubiera algún tipo de estadística de las bicicletas que cruzan el semáforo intermitente de El Moralet –partida rural alicantina que se cruza en el trayecto- sonrojarían a más de un político y funcionario relacionado con el mantenimiento de la red de carreteras provinciales.

No me he encontrado en todo este ámbito –el provincial, y puede que exista- una carretera con aliviaderos laterales, a modo de acequias, para que cuando la lluvia nos sorprenda el agua encuentren un adecuado camino o riera, en lugar de empantanar el asfalto. Pero resulta que, bien por la tierra que se acumula procedente de los bancales, bien por las curvas o por las cuestas, o por el tráfico de mayores vehículos, no hay año que no registre algún accidente, y a veces de carácter mortal.

Tapa de hormigón para acequiasEl pasado día primero de noviembre fue el último, de un antiguo amigo de juventud, y compañero de curro, que desde entonces da pedaladas en estado de coma, tras derrapar en el asfalto y caer sobre la acequia, al volver de la localidad alfarera. En todos estos años de accidentes, a nadie de los responsables carreteriles se le ha ocurrido –que yo sepa- buscar una solución para que confluya el agua sin que sea imprescindible que estén sin cubrir estas acequias. Una simple tapa de hormigón prefabricado o similar a esta pieza que he encontrado en la red, ofrecería mayor seguridad a los ciclistas al impedir volcar sobre el hueco asesino.

Estos días pasados, en la radio, he vuelto a escuchar dos cuñas casi seguidas de la Diputación de Alicante. Curiosamente una cierra el mensaje con el eslogan “la dipu de las personas”, en sustitución de aquel otro “la dipu de los pueblos”. Ninguno me vale si para unir estos dos municipios, San Vicente y Agost, no se impide que se sigan matando los ciclistas aficionados. Que también son personas.

Toni Gil

Periodista.

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