Casi una treintena de instrumentos musicales históricos, así como tratados de la historia de la Organología han salido de sus cámaras protectoras y sus espacios seguros para darse cita en la sala Taberna del Castillo de Santa Bárbara en una exposición que va a poder visitarse hasta enero de 2026. Una muestra que, bajo el nombre “De la palabra a la Música” reúne piezas de sus dos comisarios, los doctores José María Vives Ramiro y Víctor Javier Martínez López; y está coordinada por el doctor José Manuel Pérez Burgos, a la sazón jefe de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Alicante, departamento que, junto al impulso del Patronato Municipal de Turismo y Playas, y Esatur, empresa encargada de la dinamización turística del Castillo, hacen posible este disfrute para los sentidos.
Esta exposición histórica musical, con instrumentos y tratados que datan del siglo XVI al XIX, para un mayor aprovechamiento y deleite, viene realizando, desde su inauguración en mayo de 2025, visitas guiadas por parte de quienes han ido buscando, adquiriendo, reparando y cuidando esta colección de piezas, el restaurador e historiador de arte murciano Víctor Javier Martínez López y el Académico Numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, el alicantino José María Vives Ramiro. Y, para darle a la jornada un cierre perfecto, se organizan conciertos de música del siglo XVIII con instrumentos de la época, que son, al igual que las visitas guiadas, de libre acceso hasta completar el aforo.

Dúo de violonchelos
Quedan por realizar tres jornadas con visita guiada y concierto, en el próximo mes, el 8 de noviembre y el 13 de diciembre. En el caso de la próxima, que tendrá lugar el 4 de octubre a las 19:00 h, tras el recorrido guiado por la exposición realizado por José María Vives, uno de sus comisarios, el concierto se celebrará en el aljibe renacentista de mediados del siglo XVI del Castillo de Santa Bárbara. La actuación musical correrá a cargo del Dúo Aresti, compuesto por los músicos formados en los conservatorios de Alicante y Rotterdam, Coro Hernández y Antonio Pérglez, quienes explorarán «el fascinante repertorio del siglo XVIII para dos violonchelos», en palabras del propio Pérglez, y acercarán a los asistentes «al estilo original» y reproducirán con fidelidad «el lenguaje musical de la época». El programa del concierto, con obras de François Couperin (1668-1733), compositor, organista y clavecinista francés del Barroco; Jean-Baptiste Barrière (1707-1747), violonchelista y compositor francés; Giacobbe Cervetto (1682-1783), destacado violonchelista y compositor de violonchelo en la Inglaterra del siglo XVIII, y Luigi Boccherini (1743-1805), compositor y violonchelista italiano afincado en España desde muy joven, «está ordenado de forma cronológica […] para poder apreciar la evolución del discurso compositivo, desde los primeros ejemplos del barroco temprano hasta obras más tardías, mostrando cómo la técnica del arco se adapta y transforma al servicio de la expresión musical» termina Pérglez.

Palabra y Música
Refiere en el catálogo de esta muestra su coordinador José Manuel Pérez Burgos una reflexión del solista y compositor Juan Uve sobre qué supondría la vida sin música: «la pérdida de una de las formas más poderosas de expresión humana, la que toca el alma, y la que comunica lo que a veces las palabras no pueden». Continúa Pérez Burgos expresando que «un mundo sin música sería un mundo sin, tal vez, el más fabuloso medio inspirador y de conexión emocional» y añade que «la creación musical necesita los instrumentos musicales […] “De la palabra a la Música” nos sumerge de lleno en el mundo de estas maravillosas creaciones que son los objetos sonoros y los instrumentos musicales, así como en el ámbito de la ciencia organológica, que los estudia y los clasifica».

El comisario doctor por la Universidad de Murcia, Víctor Javier Martínez López, investigador, profesor y restaurador, de formación académica humanista, compagina estudios relacionados con las artes plásticas y musicales, que le ha conducido a unir ambas disciplinas y fundirlas en la investigación y estudio de los instrumentos musicales históricos, explica que en la exposición «podemos observar importantes instrumentos musicales históricos originales conservados junto a las fuentes escritas primigenias, que se exhiben en estado original». Para José María Vives, que completa este comisariado, «la gran experiencia del doctor Víctor Javier Martínez López en la restauración de instrumentos musicales, especialmente en las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional y en el Museo Nacional de Música de Portugal, aporta a la muestra un valor añadido». Por su parte, este restaurador explica: «Observar el instrumento musical desde la óptica de la historia del Arte nos ayuda a leerlo en clave académica, destacando el documento histórico que representa. El conjunto de objetos que podemos contemplar en “De la palabra a la Música” han sido estudiados y restaurados siguiendo estos principios básicos, conservando el 100 % de sus piezas originales, trabajando con las mismas técnicas y materiales que fueron empleados en su origen, en una restauración reversible respetuosa con el instrumento musical, que a veces logramos conseguir su sonido original, sin riesgo alguno de conservación, recuperando así un fragmento de la Historia de la Música».

Instrumentos y textos
El doctor José María Vives Ramiro, con más de medio millar de conciertos como director o solista de música de la Edad Media hasta nuestros días, y amplia experiencia como docente en Valencia y Alicante, que fundó y dirigió el Conservatorio de Elche, es también Académico correspondiente de La Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, de la Academia de la Música Valenciana y ha sido patrono del Patronato del Misterio de Elche durante casi tres décadas. Vives Ramiro explica que esta exposición «tiene un gran valor intelectual y sentimental que ponemos a disposición de todos los alicantinos y los visitantes del Castillo de Santa Bárbara», el monumento más visitado de la Comunidad Valenciana y uno de los más recorridos de España.

Algunas de las piezas relacionadas a continuación también se pueden escuchar durante las visitas guiadas: el Arpa de Pierre Challiot (1775-1839), Guitarra de Antonio Comuni, 1802, Italia, de 6 órdenes de cuerdas (tripa de cordero y seda natural); la Guitarra de José Ramírez, España, de 1974, con 8 órdenes simples de cuerdas; dos Salterios anónimos, italianos, uno de mediados del siglo XVIII y otro de finales del siglo XVII, principios del siglo XVIII; el Pianoforte de mesa de Juan de Mármol, de 1794; el Pianoforte de mesa de Longman & Broderip, Londres, ca. 1780-1783; el Pianoforte de mesa de Wm Rolfe & Sons, Londres, ca. 1808; un Clavicordio, anónimo, Alemania, siglo XVIII; un Órgano de cilindro (1775-1839), París, siglo XIX; el Órgano positivo de John Longman, 1793; las Campanas de mano de Johannes van den Eynde, siglo XVI; una Celesta de Auguste Víctor Mustel (1842-1919), París, ca. 1905; un Organillo, piano a manubrio, Madrid, de principios del siglo XX; un Harmonium de Auguste Aelxandre Debain (1809-1877), París, 1905; un Harmonium-aeloian-celesta de Auguste Víctor Mustel (1842-1919), de París, 1903, entre otros.

En cuanto a los tratados, se pueden encontrar en las vitrinas de la Sala Taberna grandes obras como la “Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers”, publicada en el año 1778; “Reglas, y advertencias generales que enseñan el modo de tañer todos los instrumentos mejores y más usuales como la guitarra, tiple, bandola, cythara, clavicordio, órgano, harpa, psalterio [sic], bandurria, violín, flauta, travesera, flauta dulce y la flautilla: con varios tañidos, danzas, contradanzas y otras cosas semejantes, demonstradas [sic] y figuradas en diferentes laminas [sic] finas, por música y cifra al estilo castellano, italiano, catalán y francés”, del año 1754, de Pablo Minguet (antes de 1733-1801) o la “Gazeta de Madrid 1779”, por nombrar algunos.
Guitarra española
Para el catedrático de Musicología Vives Ramiro una de sus piezas favoritas expuesta es la Guitarra que el prestigioso guitarrero José Ramírez construyó en 1974 de ocho cuerdas por encargo especial del guitarrista alicantino José Tomás —un profesor muy querido para todo su alumnado— para su discípulo —el propio José María Vives que lo narra—, como se puede leer en un documento anejo, que acompaña a la guitarra. De tapa armónica de cedro, fondo y aros de palo santo brasileño, lados dobles con interior de ciprés, mástil de cedro español, diapasón de ébano y puente de palo rosa brasileño.

Manteniendo la atención en la guitarra española y su historia, se recoge a continuación parte del texto que el doctor Vives escribe en la presentación del catálogo de esta muestra: «El tratadillo “Guitarra española, de cinco órdenes…” del doctor en medicina Juan Carlos Amat fue publicado por primera vez en Barcelona en el año 1568, y desde entonces, a través de numerosas reediciones que llegaron al siglo XIX, el adjetivo “española” ha acompañado universalmente al nombre del instrumento. El apogeo de la “guitarra española” no se limitó a los salones distinguidos y los ambientes populares de nuestro país —como reflejan nuestra Música teórica y práctica, nuestro Arte y nuestra Literatura de los siglos XVI al XX— sino que ya durante el siglo XVII experimentó una notable prosperidad en Europa, particularmente en Francia e Italia donde florecieron de manera copiosa los guitarreros, los tratados musicales con información explícita sobre la guitarra y las publicaciones con su música, alguna de ellas editada en castellano. La guitarra de cinco órdenes expuesta y la “Harmonie universelle” (París, 1636) de Marin Mersene son pruebas visibles de lo aseverado».

Así prosigue Vives, el también doctor en Filosofía y Letras cum laude, que Pablo Minguet en su opúsculo dedicado a la guitarra, editado por primera vez en 1754, «entre otros sobresalientes méritos, pormenoriza las características del instrumento, su técnica, sus tablaturas o sistemas cifrados y, además, tiene la invaluable trascendencia de aportar simultáneamente la novedad de escribir la música para guitarra en pentagrama con notas, tal y como desde entonces seguimos efectuando; las “Reglas” [de Minguet] van, pues, desde la tradición a la vanguardia al “figurar por música y cifra” la notación instrumental. El éxito del cuaderno dedicado a la guitarra fue tal que mereció otra edición aumentada y corregida en 1774». De tal manera que «la incorporación definitiva de una sexta cuerda a la guitarra española comenzó con algunas tímidas manifestaciones hasta que en el último tercio del siglo XVIII se consolidó e hizo imprescindible en el repertorio del Clasicismo y del Romanticismo».

Cierra Vives así su exposición sobre la guitarra española: «la guitarra fue aumentando su robustez, tamaño y condiciones acústicas a lo largo del siglo XX. Son paradigmáticas de ello las guitarras de concierto de José Ramírez que en la segunda mitad de dicho siglo fueron fructuosamente serviciales para las manos de guitarristas de la talla de Andrés Segovia, Narciso Yepes o José Tomás. Estos dos últimos sintieron la necesidad de ampliar la extensión sonora del instrumento e idearon guitarras de diez y de ocho cuerdas, respectivamente». Este es el caso de la guitarra mencionada más arriba.
También es pasión lo que muestran los comisarios de esta histórica exposición, los doctores José María Vives Ramiro y Víctor Javier Martínez López, así como su coordinador, el doctor José Manuel Pérez Burgos. “De la palabra a la Música” les espera. Pasen, disfruten y escuchen.












Tu artículo nos llena de buenas sensaciones y casi -o sin casi- nos obliga a subir al castillo a disfrutar de la exposición y del concierto. Un abrazo.
Querido maestro:
Si te animas, siempre es un placer tu compañía.
Un abrazo.