Como publicista y en su larga trayectoria ha trabajado para marcas como Costa Blanca, Grupo Sala, Sara Navarro, Esoc, Agencia Valenciana de Turismo, Ayuntamiento de Alicante o Diputación entre otras muchas. El próximo 27 de junio recibirá el Alce de Honor en Casa Medierrénao.
En cierto sentido, Luis Zaragoza (Altea) podría representar al hombre del Renacimiento moderno: a su profundo sentido artístico, que reflejan sus dotes para el teatro (le encanta ser actor, donde inició su vertiente profesional) y su amor por la música (compone con la guitarra), se suman su infatigable creatividad (un cerebro que no para, asegura que “la creatividad le persigue desde pequeño y no me da tregua”), su capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías y amoldarse a las revoluciones digitales que se han vivido desde finales de los 90 o el arte de pintar (su exposición más reciente ha sido en el International Jazz Day de Alicante), así como la innegable capacidad mercantil de permanecer en uno de los negocios más competitivos del mercado durante décadas.
Junto a su hija Marina dirige el equipo de Posidonia Design, la agencia de publicidad con sede en la Plaza de Gabriel Miró a la que llega todos los días montando en bicicleta. Y es que Zaragoza, que este año será galardonado con el Premio Alce de Honor a la trayectoria que otorga la Asociación 361º que él mismo ayudó a fundar, además de un creativo —en el sentido más literal y profesional de la palabra—, es un amante de la naturaleza, del mar, de nuestro entorno y, efectivamente, de la posidonia, esa “desconocida para mucha gente que, cuando la ve, piensa que la playa está sucia, sin comprender que son justamente “esas algas” las que la mantienen viva”.

Fue hace ya unos años cuando Zaragoza junto a un grupo de profesionales de la Publicidad decidieron crear la Asociación 361º. “Es absurdo que precisamente los que nos dedicamos a comunicar, no habláramos de nosotros y no lo hiciéramos además de una manera conjunta, ayudándonos unos a otros, fomentando sinergias e intercambios de información”.
—¿Qué supone este Alce de Honor para ti?
—Quizá sea, en cierto sentido, algo que un día tenía que llegar, tanto por todo el tiempo que llevo en este negocio como por mi labor en la 361º. Pero me hace muchísima ilusión porque lo tomo como lo que es, un reconocimiento de mis compañeros a la labor de media vida. Pero que no se engañen, todavía me queda mucho que aportar y, como este trabajo me encanta, no lo pienso dejar. Venir cada día a la oficina es para mí un placer.

—Y, sin embargo, tienes capacidades, aficiones y dedicaciones suficientes para poder dejar la publicidad de lado y dedicarte a la música, a la fotografía, el teatro o la pintura.
—Sí, pero todas se complementan entre sí y me alimentan mi faceta creativa profesional. La creatividad no me deja tranquilo. Desconectar es imprescindible para crear, aunque en mi caso en esa desconexión sigo creando, creo que soy un adicto.
—¿De dónde crees que te puede venir esta vertiente tan artística?
—Sin duda alguna de mi niñez y de mi padre. En mi casa familiar, de familia numerosa (7 hermanos) escuchar música clásica era algo habitual, así como la lectura o, por ejemplo, a mi hermano y a mí nos pusieron profesora de dibujo cuando teníamos 9 y 10 años. Esto último, desde luego, me marcó. Después de los estudios, además, vino el trabajo en la galería de arte de la familia, la etapa de teatro amateur y profesional, las exposiciones, la escuela de arte…
—Como diseñador has vivido la transición más potentes del sector en estos últimos 30 años.
—Sí, cuando empecé a trabajar no existían ni los móviles, ni el ordenador… Imaginaos mi mesa plagada de rotuladores, pinceles y letraset, para componer los anuncios. Era una época en que la gente no comprendía muy bien lo que hacíamos ni cómo lo hacíamos y, sin embargo, éramos fundamentales y estábamos mucho mejor valorados a la hora de hacer marca. Ahora hay muchos más canales y soportes, pero quiero pensar que incluso a pesar de la llegada de la IA, seguimos siendo indispensables en la relación profesional/ cliente. La IA bien utilizada puede incentivar la creatividad, pero también puede dar acceso fácil a que los no profesionales interfieran en nuestro trabajo. Lo que sí que he percibido claramente es que la velocidad de generación de nuestro trabajo es cada vez más corta, necesitamos volver a parar para pensar con tranquilidad.
Yo sigo disfrutando muchísimo con el papel, con el lápizy cualquier medio que pueda usar con mis manos. ¿Uso el ordenador y programas de diseño? Sí, pero todavía salen primero de mi propio puño. Por eso disfruto cuando puedo aunar en un producto la publicidad y el arte (Y aprovecha para enseñar el cartel de los 25 años de la Muestra de Teatro de Alicante).

Junto al cartel de los 25 años de la Muestra de Teatro de Alicante, aniversario en el que se celebró una exposición de todos los carteles hasta ese momento, todos de Luis Zaragoza (Redacción).
No sé si hay un récord Guinness para los años que un mismo publicitario se ha encargado de la campaña anual de un cliente, pero desde luego los 32 años de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos son muchos.
—¿Cómo ves el sector, concretamente en Alicante?
—Alicante no solo ahora, sino siempre, ha sido muy buen terreno para la publicidad, tanto para el tejido empresarial de la provincia como para el del resto de España. Cada vez más clientes de otras provincias confían en agencias de la terreta. La calidad de nuestras agencias no para de crecer, antes los clientes importantes de aquí se iban a trabajar con las agencias de Madrid, ahora las agencias con talento de aquí tienen clientes por todo el mundo.
—Te has declarado tanto por el nombre de tu empresa como por tu compromiso en la difusión de la posidonia como un amante del medio ambiente.
—Me encanta la naturaleza, sí, y además me sirve como fuente de inspiración. Creo que tenemos obligación moral de conocerla más y cuidarla. Me maravilla abrir la ventana del despacho y encontrarme con las copas de los altos ficus y los olmos centenarios que alegran la plaza de Correos. Como profesional de la comunicación creo que la labor de difusión del ecosistema que tenemos en la costa mediterránea es importantísimo porque no se ama lo que no se conoce y no se cuida lo que no se ama.
Gran entrevista y gran entrevistado, del que me quedo, entre sus mejores aportaciones, la última frase: «No se ama lo que no se conoce y no se cuida lo que no se ama». Debería publicitarse esta sentencia en todas las aulas de Primaria, ESO y Universidad. Un abrazo.