Hay una época en la historia cultural alicantina en que Alicante brilla con luz propia, la cultura alcanza el mayor esplendor y, sin embargo, este período no está suficientemente estudiado ni es muy conocido. Corresponde prácticamente a los comienzos del siglo XX, aunque ya se inicia tímidamente en las postrimerías del siglo XIX. Muchos son los ejemplos a aducir, pero acaso uno de los más significativos sea el representado por un grupo de intelectuales y pensadores alicantinos, que se autodenominaron como los Amigos-Hermanos, pues les unió una entrañable amistad, de un lado, y de otro, su amor por las tierras alicantinas. Todos estaban deseosos de prestigiar a nuestra provincia, tradicionalmente minusvalorada en el plano nacional y ellos estimaban, con toda justicia y verdad, que el nombre de Alicante debía ser reconocido con fuerza en el ámbito hispano.
Todos ellos nacen en la capital de la provincia y tienen unas fechas de nacimiento muy próximas, como podremos apreciar. Sintonizaron, y en sus “refugios” tenían convivencia y tertulias e intercambiaban sus sentimientos, ideas, reflexiones e ilusiones.
De este grupo nos vamos a ocupar, resaltando la autoridad de cada uno de sus componentes en el plano de su actividad, sea esta la económica, la musical, la arquitectónica, la literaria o la “polimática”.
¿Quiénes eran los Amigos-Hermanos?
Esencialmente, y reseñamos en cada uno su fecha de nacimiento, son: Germán Bernácer Tormo (1883), Gabriel Miró Ferrer (1874), Óscar Esplá Triay (1886), Juan Vidal Ramos (1888), Eduardo Irles Garrigós (1882) y Emilio Costa (1882).
En cierto modo podemos vincular a este grupo, de una manera más o menos formal, a otros ilustres personajes, como el pintor Emilio Varela Isabel, el escritor Julio Bernácer Tormo (hermano de Germán), el arquitecto J. Guardiola Ortiz, el arqueólogo F. Figueras Pacheco o el escultor Vicente Bañuls Aracil, pero en estos casos su relación con los Amigos-Hermanos no es tan intensa, salvo en ocasiones coyunturales.
- Germán Bernácer fue uno de los fundadores de la economía humanista y hubiera sido, incluso, premio Nobel de Economía, de no mediar unas circunstancias que luego expondremos.
- Gabriel Miró se considera como uno de los más excelentes cultivadores del arte literario, con pluma magistral.
- Óscar Esplá es uno de los compositores más eminentes de la música española.
- Juan Vidal, sobresaliente arquitecto, es autor de muchos de los edificios emblemáticos de nuestro Alicante, y un gran innovador de la arquitectura, con un estilo muy personal y elegante en sus concepciones.
- Eduardo Irles es un notable polígrafo, cultivando la historia, la poesía y la novela entre otros géneros. Además de un investigador de la historia de Alicante y un archivero de altura.
- Emilio Costa aportó elementos renovadores en el periodismo e impulsó la creación de medios de prensa en nuestra capital.
Consideraremos con un cierto detalle la trayectoria de cada uno de estos Amigos-Hermanos, como ellos se autodenominaban, y fácil es comprender, a la vista de lo expuesto, la extraordinaria valía de cada uno de ellos, y no digamos de sus aportaciones en la globalidad de su producción.
Formaban como un alma conjunta, una única alma, cuyas partes integrantes son diversas divisiones del saber y del arte (la música, la literatura, la historia…).
Este trabajo pretende ser un modesto homenaje a estos grandes hombres, hijos de nuestra terreta. Son como un árbol frondoso, con muchas y frescas ramas componentes.
Algunos caracteres comunes de los Amigos-Hermanos
¿Qué rasgos compartidos son atribuibles a los Amigos-Hermanos?
Hay una serie de rasgos y caracteres comunes que podemos atribuir a los Amigos-Hermanos y que, en términos generales, son compartidos, si bien en algunos casos podemos ver ciertas excepciones.
Estos rasgos son, en lo esencial:
- Tienen una edad parecida, lo que ayuda sobremanera a una empatía o gran sintonía entre ellos.
- Todos nacen en la capital.
- Gran dedicación a su actividad concreta, en la que se vuelcan con alto sentido vocacional.
- Apreciamos que existe un carácter relativamente introvertido que singulariza a este grupo lucentino siempre con sus componentes entregándose “en cuerpo y alma” a su trabajo como uno de los hitos de su trayectoria vital.
- Vínculos muy estrechos entre ellos, sincerándose en sus tertulias y reuniones, que servían para intercambiar impresiones y darse ánimos unos otros.
- Hay una “conexión madrileña”, que suele ser general, con algunas excepciones. Tienen a Madrid como eje cultural y un modelo preferente absorbiendo como una esponja corrientes e ideas procedentes de la capital de España a la que ven como un modelo a imitar y una fuente de inspiración, adaptado todo ello, eso sí, a las características de Alicante.
- “Sello alicantino”. En sus obras diversas hay, asimismo, un sello de Alicante y unos rasgos que permiten identificar sus obras con sentido autóctono.
- Son unos innovadores y unos renovadores dando un especial impulso a nuevas tendencias (en literatura, arquitectura, música, periodismo, “polimatía”…) según el campo específico de su especialidad.
- A través de lo alicantino, incorporan muchas corrientes de nuestro país y, ya en un tercer plano, universalizan sus obras, dándoles finalmente una proyección más allá de nuestras fronteras.
- Quieren modernizar Alicante e incorporar su cultura, con prestigio, a la cultura nacional.
- Son humildes, nada pretenciosos, y esa modestia es un rasgo que les caracteriza y les honra.
- Adoran sus retiros “espirituales” y culturales, que consideran un rito, y sus tertulia son muy fructíferas. Varios son los lugares de nuestra provincia en los que efectúan estos retiros vivificantes. Acaso sus lugares preferidos fueran las laderas de Sierra Aitana, donde G. Bernácer y sus amigos se reunían en una finca de esa zona, rodeados de esa naturaleza que tanto gustaba al grupo. En el refugio de las laderas de la Sierra Aitana, G. Bernácer con quien más frecuencia se reunía era con su núcleo más fiel, formado, junto con el propio Germán, por Gabriel Miró, Óscar Esplá y Juan Vidal. Cabe pensar que Bernácer, en sus últimos años, disfrutando de su chalé en la playa de San Juan, recibiera la visita de algunos amigos-hermanos, visitas que nuestro economista agradecía en alto grado, pues suponían un “relax” entre sus muchos trabajos y ocupaciones; era el chalé “Belvedere”.
- Amor a la naturaleza.
- Colaboran al máximo con las autoridades e instituciones alicantinas y siempre responden a los requerimientos y ayudas solicitados. ”Construyen” Alicante.
- Son fervientes defensores y “cantores” de su tierra querida, de la que se sienten orgullosos. Profesan un profundo amor a su Alicante natal y a la provincia, que defienden al máximo y tratan de potenciarla a través de sus obras. La terreta siempre está en su pensamiento.
- Existe una elevada calidad de sus producciones que realizan con mimo, paciencia y cariño de orfebre.
- Sienten orgullo de su amistad y en todo momento impera en sus mentes ese concepto de amistad-hermanamiento, de camaradería, ayudándose unos a otros cuando se percibe que haya esa necesidad. El grupo ayudó sobremanera, en momentos difíciles, al pintor Emilio Varela y al polígrafo Eduardo Irles.
- Quieren representar una impronta distintiva de lo alicantino, diferenciándose —en cierto modo— de otras zonas o demarcaciones (lo valenciano, lo levantino, lo comarcal de otros territorios…).
- Llegan a ser un referente para Alicante en cada uno de los campos de acción (artes, ciencias o letras) en los que trabajan.
- En ellos advertimos un alto contenido en valores humanos y morales, integridad en su comportamiento y un tratar de dar ejemplo de vida.
- Son acreedores a un gran reconocimiento y admiración general a su trayectoria. Todos, siempre, muy respetados y ensalzados.
- Pertenencia a la llamada Edad de plata de la cultura alicantina, recogiendo las fecundas aportaciones del movimiento restauracionista y potenciándolo a su máximo nivel.
Aún podríamos enumerar otros caracteres, pero creemos que los expuestos son suficientemente representativos.
Germán Bernácer Tormo, uno de los fundadores de la Economía Humanista
Germán Bernácer Tormo (1883-1965) es uno de los economistas más brillantes de nuestro país a lo largo de la historia y hubiera sido premio Nobel de Economía, a no ser porque este premio se instituyó en 1969, poco después del fallecimiento del alicantino.
El mismo año en que nació Bernácer lo hicieron otros dos eminentes economistas como J. M. Keynes y J. A. Schumpeter.
La Cátedra de Economía Germán Bernácer de la Universidad de Alicante ofrece ayudas económicas con apoyo a los científicos en temas que contribuyan a expandir el conocimiento de la Economía y a la mejora del bienestar económico y social.
Le encantaba estar, con sus Amigos-Hermanos, en los “refugios convivenciales” como la Masía del Molí, de Benimantell; el Clot del Pí, frente a Guadalest; y otros.

Fue íntimo amigo de Gabriel Miró y eran ambos amantes de la naturaleza, disfrutando de esos entornos naturales. En el refugio de Sierra Aitana elaboró Bernácer las claves fundamentales de la Teoría de las Disponibilidades, de gran trascendencia en el plano de la Economía; este refugio de la naturaleza y sus amigos le sirvieron de base sustantiva de su inspiración.
Fue un precursor de Keynes y propone una reforma de las estructuras económicas endémicas y recurrentes.
Fue fundador y director del Servicio de Estudios del Banco de España.
Es autor de obras tan importantes como Sociedad y felicidad, Política bancaria y nivel de precios, La doctrina del gran espacio económico, Una economía libre sin crisis y sin paro, España y las Comunidades Económicas Europeas, Interés del capital. El problema de sus orígenes, y tantas otras. Colaboró en las más prestigiosas revistas económicas de la época.
Han estudiado a Bernácer, entre otros, M. Sánchez, E. Soler, J. Villacís, J. J. Amores, H. Savall, G. Ruiz, R. Bodewig, J. Prados, J. Santo…
Gabriel Miró Ferrer, orfebre de la literatura
Gabriel Miró Ferrer (1879-1930) es uno de los más insignes literatos de la lengua castellana. Su estilo es especial, renovador de las letras, sensible, emocional, algunos lo denominan sinestésico, y con un riquísimo léxico.

Son innumerables su obras literarias pero destaquemos especialmente: La mujer de Ojeda, Figuras de la Pasión del Señor, Años y leguas, Las cerezas del cementerio, El obispo leproso, Libro de Sigüenza, Nuestro padre San Daniel, La tempestad, Nómadas…
Han estudiado a Gabriel Miró, entre otros, J. Guardiola, V. Ramos, E. Tamaro, G. Laín, R. M. Monzó, M. A. Lozano e I. R Macdonald.
Óscar Esplá Triay, genial compositor
Es Óscar Esplá Triay (1886-1976), el genial compositor alicantino, uno de los componentes de esa pléyade lucentina constituida por los Amigos-Hermanos. En su finca de la Sierra Aitana celebraron estos amigos muchas de sus reuniones y sus estancias de hermandad. Hasta tal punto la Sierra Aitana fue ámbito de sus refugios y estuvo tan dentro de su corazón que inspiraría composiciones y producciones notables. Así, la sinfonía Aitana fue una de las mejores partituras de Óscar Esplá y en Años y leguas Gabriel Miró, el gran amigo esplaiano, ensalzaría esta sierra tan alicantina con unas bellísimas palabras. Al tiempo, el pintor Emilio Varela, aunque no plenamente sí tangencialmente perteneciente al grupo, plasmaría en sus cuadros la belleza de la sierra y en el diario de Emilio Costa se incluirían no pocas referencias a Aitana, siendo Diario de Alicante un órgano en cierto modo portavoz periodístico de los Amigos-Hermanos.
Óscar Esplá recibiría reconocimientos y honores de Alicante, pero también de numerosas ciudades de Europa y plasmó como nadie en sus composiciones el espíritu de su tierra.

Las obras oscarianas son numerosas y de altísima calidad formando Esplá un tridente universal, junto a Guridi y a Turina.
Su estilo es brillante, colorista, “mediterráneo”, apreciándose su esfuerzo por renovar el arte musical, compaginando el sentido dinámico y estético de su música con un especial sello, en que lo alicantino se combinaba con lo universal. Fue al tiempo un filósofo, pues su obra escrita no puede ser olvidada, ya que es otro elemento en favor de este ilustre lucentino.
Entre sus innumerables composiciones podemos resaltar: La pájara pinta, Lírica española, El sueño de Eros, Aitana, Sonata del Sur y Canciones playeras.
Entre los estudiosos de Óscar Esplá podemos mencionar a P. Aullón, J. de Kloe, J. Bouché, X. Montsalvatge y A. Iglesias.
Juan Vidal Ramos, el gran arquitecto alicantino
Juan Vidal Ramos se licencia en Arquitectura en la Universidad de Barcelona. A él se deben numerosos edificios de la ciudad de Alicante, como — entre otros— el Salón Granados, la Casa Lamaignere, la Casa Carbonell, el Central Cinema, el Cine Monumental, el Salón Moderno, las viviendas del Barrio Obrero de Acción Católica, la Casa de Socorro, el Palacio Provincial, la Torre Provincial, el edificio Marimón, el cine Avenida… Tuvo una etapa como arquitecto municipal y una segunda en que trabajó en un estudio propio para obras particulares. Fue nombrado, asimismo, arquitecto jefe de la Diputación Provincial.

Eduardo Irles Garrigós, destacado polígrafo
Eduardo Irles Garrigós (1883-1954) nació en Alicante, en el barrio de Raval Roig, uno de los de mayor tradición y tipismo de la capital. Cultivó varia disciplinas como la historia, el ensayo, el teatro, la narración y la poesía.
Es autor de importantes obras entre ellas El espíritu europeo de Larra (ensayo literario), La fiebre amarilla de 1804 (estudio histórico), Páginas de antaño (narración, en la que revive el Alicante de su niñez) y Romans del bon alacantí (obra de poesía escrita en valenciano).
Entre sus biógrafos destacan Vicente Ramos y David Rubio (en Alicantepedia).
Fue un escritor modernista, exquisito, que en cada obra reflejaba un gran espíritu alicantinista y un gran amor por todo lo alicantino.

Su trabajo como funcionario archivero en el Archivo Municipal de Alicante le permitió acceder a valiosos datos sobre la historia de nuestra ciudad.
Era una persona de carácter humilde y entrañable en el trato. Tuvo varias vicisitudes en su vida, de las que le ayudaron a salir los Amigos-Hermanos.
Irles nunca olvidaría el admirable gesto de sus amigos para con su persona.
Es uno de los escritores de nuestra tierra que poseen una mayor sensibilidad y delicadeza en un estilo único.
Emilio Costa, maestro del Periodismo
Emilio Costa Tomás (1881-1939) cursó estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid. Fundó en el año 1907 el Diario de Alicante —del que luego hablaremos— y que durante los siguientes años se erigió en una de los más importantes diarios alicantinos. Más adelante llegaría Costa a ejercer como director del Diario de Levante.
Entraría en política siendo inicialmente miembro del Partido Radical de Alejandro Lerroux y durante la Segunda República se pasaría al Partido Radical Demócrata. Finalmente, se afiliaría a Unión Republicana.
Terminada la Guerra Civil, marcha al exilio acompañado de Camilo Brotons Costa, su sobrino. Logra llegar a la Argelia francesa y fallecería el 29 de Marzo de 1939, en aquellas lejanas tierras, lejos de su querido Alicante. En Orléansville descansan sus restos mortales.

Diario de Alicante fue un órgano difusor de noticias y opinión dirigido a todos los alicantinos y alcanzaría gran predicamento en su período vital. Era, a mayor abundamiento, un órgano de relación para los Amigos-Hermanos, grupo informal al que estaba vinculado Costa. Funda Costa este diario en el año 1907 y se publica hasta 1935.
Además del propio Costa, eran redactores del diario, Óscar Esplá —en su faceta menos conocida, de escritor— y Eduardo Irles.
Comenzaría editándose en la tipografía Progreso, de Alicante, pero a lo largo de su existencia se imprimiría este medio en otras imprentas (como por ejemplo, en la imprenta Sucesores de Esplá, Muñoz y Vidal).
Durante una buena parte de su vida como periodista, nuestro personaje estuvo ligado a los Amigos-Hermanos, como ya hemos dicho, pero esta relación se interrumpió por el exilio, y su obligada marcha a tierras argelinas. No obstante, el recuerdo de sus amigos nunca le abandonó pese a la distancia.
Fue amigo de Rafael Altamira, con quien sostuvo una importante correspondencia.
Han estudiado más o menos directamente, aspectos de su vida y de su figura E. Chipont, D. Rubio, J. M. Sampedro, M. Martínez, F. Moreno y A. Checa, por solo citar algunos.
Fue un profesional con escritos de estilo ágil y moderno y se le considera impulsor de un nuevo enfoque periodístico. Se puede afirmar realmente que destaca particularmente por sus entrevistas y sus acertados artículos de opinión.
Se dijo de él que era “exquisito periodista, de vasta cultura, forjado en épocas difíciles, físicamente débil, espiritualmente fuerte, idealmente invencible, alicantino profundo e incomparable” (artículo en España Republicana, México, 20-12-1944)
Importancia de los estudiosos del tema
Debemos distinguir de una parte, los estudios de conjunto, y de otra, estudios monográficos sobre algunos de nuestros personajes en concreto. Advertimos la existencia de una importante interrelación a veces, pues el estudio monográfico se entrecruza con rasgos de carácter común en el que se incluyen otros “amigos”.
Muchos son los estudiosos del tema, como todos los que hemos expuesto en nuestro trabajo. Unos son estudios monográficos y otros holísticos o globales. En particular, el historiador Vicente Ramos ha sido uno de los que más han profundizado en este epígrafe. Nosotros hemos pretendido dar una visión más emocional, sentimental, acaso menos erudita que otras aportaciones, animando a seguir en las investigaciones y descubriendo nuevo horizontes. Entre los que hacen una aportación de conjunto sobre los Amigos-Hermanos podemos destacar a Emilio Soler, Vicente Ramos —ya antes mencionado— y Manuel Sánchez Monllor.
Conclusiones y agradecimientos
Como broche final, digamos que este grupo es uno de los que más prestigiaron a Alicante en el plano cultural, integrando una verdadera Edad de plata de nuestra ciudad y nuestra provincia y dando a conocer Alicante cumplidamente por toda Europa. Sus ámbitos de estudio son muy amplios, abarcando muy diversas disciplinas del saber y del arte.
Nos han sido de la mayor utilidad los contenidos encontrados en los diversos archivos de la ciudad de Alicante, así como los datos insertos en diversas publicaciones de corte alicantino y alicantinista. Se hace extensivo este reconocimiento a todos los autores consultados para elaborar nuestro trabajo.












He disfrutado con tu escrito, tan enriquecedor para los lectores de la Hoja, que sabíamos bastante de estos personajes excepcionales pero no tanto de sus relaciones amistosas. Un saludo cordial.
Muchas gracias por tus amables palabras, y enhorabuena por tus extraordinarios escritos.
[…] alicantino Germán Bernácer Tormo fue uno de los becarios de la Junta de Ampliación de Estudios, lo que le permitió investigar el […]