Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Cultura

Consuelo Jiménez de Cisneros se «cuela» en el poemario de Beatriz Planelles

Hace ya un mes que se cumpliera el año de ausencia de Consuelo Jiménez de Cisneros y esta semana pasada la he encontrado nuevamente, asociando irremediablemente su recuerdo a la presentación en el Ateneo del Colegio de Médicos de Alicante del nuevo libro de Beatriz Planelles: De la vida, título atrevido que se encadena de algún modo a una biografía que sorprende por su pensamiento íntimamente  personal.

No lo puedo evitar: Será que, en los próximos días cumpliré —si Dios quiere—  setenta y nueve años, lo que facilita que el pensamiento se deslice de una idea a otra sin quererlo. El pensamiento se disipa, aunque en este caso queriendo, porque supone el recuerdo de una experiencia que es nuestra propia vida, quien, huida al olvido, regresa casi limpia de polvillos consecuencia de nuestra obsesión por limar las asperezas, las que acompañan a cada paso por este camino, largo o corto, de nuestra biografía. Nosotros, desde el altar de la gerontología, lo valoramos como normal, mientras no se pase de la raya en la escala cognitiva.

Ya puede comprobar el lector, si ha llegado hasta esta línea del escrito, que firmo una realidad diluida en otra de tan clara evidencia. Decía allá arriba que, hace un mes, nos acordábamos de la muerte de nuestra Consuelo J. de C., como algunos la teníamos guardada en nuestro móvil, sin poder evitar un suspiro hacia adentro y, nuevamente, la clara confirmación de un suceso que nos marcó a todos, no a muchos, a todos, aunque solamente fuera por su juventud.

Pero la idea real causa de estas letras es, que Beatriz Planelles presentó su nuevo poemario el pasado 4 de septiembre en el Ateneo del C.O.M.A. De ahí salté a Consuelo J. de C. porque la memoria me trasladó a esa profesora de vida tan íntima y especial que removía cielos y tierras por la cultura y que se llevó un buen día a Beatriz a la Sede Universitaria de la UA para presentar su primer poemario Fantasmagorías, de título y portada francamente llamativas.

El nuevo poemario se titula, ya lo he escrito, De la vida, y en su prólogo comienzo diciendo, 

«Como decíamos ayer…

Era un día de febrero del año 2022. Un año que aún nos provoca cierto escalofrío.

Hube de encontrar en la librería un poemario firmado por Beatriz Planelles: Fantasmagorías. Yo tenía cita a la una y cuarto en la peluquería. Ah, pero una librería con su escaparate lleno de libros es muy atractiva. Tenía tiempo y entré en ella».

Y podrá el lector pensar, ¿y qué?, con un criterio lógico. Lo pragmático quiere dominar el pensamiento, el pensamiento que parte de ese trocito del alma que guarda nuestros sentimientos. A veces se nos escapa de las manos, del orden lógico, sobre todo a mi edad, y se cuela en el texto sin poder retenerlo, con lo cual nos obliga a rectificar o a dejarlo por imposible. Yo no sé, numerosas veces, qué actitud tomar.

Porque el caso es que, desde el rellano del recuerdo de la presentación del poemario de Beatriz, me llega la luz de la evocación de quien me dijo:

“Hay que hablar con esa poeta y procurar mantenerla cerca”.

Así sucedió y aquel, su primer poemario, lo metió en su mochila y la coronó de laurel nuestra Consuelo del alma en la Sede Universitaria.

Ya digo, hace un mes se cumplió el año de su marcha al Paraíso.

Ella se declaraba agnóstica, es cierto,  pero los agnósticos también caminan por esos parajes. Así es, ¿qué le vamos a hacer? Será una sorpresa para los que dudan o niegan una realidad que hasta la Ciencia parece querer confirmar. La existencia de la Luz. Lo que llamamos “La otra vida”.

Así que, me encontraba yo escribiendo (quiero decir, intentando escribir) sobre Beatriz Planelles y su nuevo poemario y Consuelo Jiménez de Cisneros, desde el otro espacio, sin poder contenerse. No dudó en recordarme su presencia, la suya, y procurando de mí un receso entre doloroso y emocionado, mas siempre agradecido, ha desviado mi conmovida atención hacia su extensa obra y esa vida tan inquieta que nos ha arrastrado hasta casi olvidar, justo en este caso, a mi poeta Beatriz Planelles,  protagonista de este artículo. Esta Beatriz que nos escribe de un amor no correspondido (un amor platónico expresado en endecasílabos).

La veré, y tan solo la mirada
tendrá el placer, el gusto, el desvarío
de posarse en su boca alborozada.

(El poeta es un inventor de sentimientos capaz de penetrar en las cosas). Tiene la capacidad de ver lo que otros no ven. Señala, el poeta, el punto sentimental de nuestro interior.

La poesía de Beatriz Planelles es un grito angustioso que pierde la compostura en sus versos. Pero es también agua clara. Un canto espiritual que surge del amor y se dirige al amor. Canto que queda bien definido con las palabras, justas, que nos escribe.

Francisco Más-Magro Magro

Alicante (San Blas) 1946. Médico Gerontólogo.
Miembro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, de la Asociación Gerontológica del Mediterráneo y del Ateneo Cultural del COMA. Ha publicado en diferentes revistas de poesía y prensa diaria, así como cuatro libros de índole histórico y biográfico y otros cuatro poemarios.
Es un médico que escribe.

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