Mar lunera.
Camina la pandilla
Cerca de la orilla
De arenas tibias.
Cantos y risas,
Brillan las olas,
Perlas de vida.
Llegamos cenados
A la sesión de noche,
A dos pesetas la butaca
Con los chambis afrutados.
El patio ya es el oeste
De gritos y empujones.
Mientras apagan las luces
Me siento a su lado
Por finta casualidad,
Los dos comiendo pipas:
“Me queda otra bolsita”.
Cuando acecha el apache,
¡Cómo muerde su medallita!
Medalla dulce es su perfil,
Y su colonia sabe a fresa.
La observo sin parar.
Cuando empiezan a disparar,
Da un brinco hacia mi lado.
Una sonrisa como excusa…
El perfume de su melena,
Y ese mechón que apartaría
Si yo fuera el vaquero.
Regresamos en silencio.
Emociones y cansancio.
Mañana todos en la playa.
Adiós Elena,
Elenita.
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