Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Palabreando

Barreando

Tres mujeres practicando barré. Fotografía de Foodtravel.com (Fuente: Wikimedia).

El barré es una modalidad de ejercicio que combina ballet, pilates, fitness y que sirve para casi todo. Fortalece, tonifica y estiliza utilizando un entrenamiento de bajo impacto con la realización de movimientos de alta intensidad. Algo así como una macedonia de ejercicios donde, según los vídeos que he visto por Internet, aseguran que lo puede hacer todo el mundo, pero que deben de acabar para que les barran porque parece que no tienen fuerzas para levantarse del suelo. Que digo yo que de ahí el nombre, más que por el uso de la barra de ballet como soporte principal de los ejercicios.

Fue creado por la bailarina alemana Lotte Berk en los años 50; en una época en la que la palabra barré se refería más al uso de una escoba que otra cosa. Lo que no sé es cómo la peña esta que se mete con todo lo del lenguaje no se ha echado las manos a la cabeza porque, aunque el nombre es una de las traducciones del francés de la palabra “barra”, seguro que a más de algún/a ilustrado/a le ha dado por pensar que es una manera machista de no olvidar que antes era la mujer la que barría en casa y que por eso es un disciplina mayoritariamente enfocada para mujeres o son las que más lo practican. O a lo mejor no y, simplemente como acaba en “e”, pueden pensar que es lenguaje inclusivo de barra y barro. ¡Vete a saber! Porque como la ignorancia es gratuita y además ahora se regala en las aulas… Que, dentro de poco, el nivel de un sexto será el de un primero. Pero que la peña sigue pasando. Pues eso, barriendo de un curso para otro hasta que el día de mañana tengan que construir un puente… Se caerá sin necesidad de fenómenos meteorológicos.

Los que sí son unos fenómenos y no barren para casa, son los espabilados que quieren que los colegios asuman y gestionen las funciones técnicas, de prevención y mantenimiento en caso de avisos meteorológicos. Por supuesto, un disparate. El inventor de la ocurrencia debe de ser uno de los de los más altos escalafones que quiere que el equipo directivo y los profesores asuman responsabilidades para los que no están cualificados. Vamos, mucho más que el inventor de la historia. Pero que a lo mejor el o la encargado/a tiene tiempo de ponerse a mirar toda la mañana al cielo para ver si va a llover o no, como los vigías que se subían al palo mayor, y decidir que si llueve, todos para clase y sin salir, que resbala, pero además en horario laboral y extralaboral. Vamos, que mirar si a las 20 horas parece que va a haber tormenta, que se avise, y todo eso bajo una clara amenaza de castigo como la suspensión de sueldo, exclusión de la bolsa de trabajo de manera temporal (hasta que deje de llover intuyo), traslado a otras localidades (esto me suena a lo que hacen supuestamente en otros organismos donde, si te has portado mal, te mandan a otro sitio como castigo. Aquí te mandarán donde los monzones para que aprendas a sobrevivir a la lluvia), imposibilidad de ascender, prohibición de ocupar puestos de jefatura durante cuatro años… Ya sólo falta que el mismo encargado de la medida vaya látigo en mano a hacer de Indiana Jones porque cuando los profesores se sacaron la carrera no fueron avisados de que no es lo mismo dar clase si llueve o no. Próxima asignatura “Explicando bajo la lluvia”.

Yo entiendo que se puede aconsejar, hablar de esta manera, de la otra, de a ver si todos colaboramos en las medidas de nuestras posibilidades… Ya es triste tener que explicar que los profes cuando llueve ya toman las medidas oportunas y con más sentido común que muchas de las obligaciones que quedan bonitas en un papel para que le den palmaditas a la espalda al listo de turno (y muchas se realizan en horario extralaboral, porque si un padre no viene hasta las 19h, te quedas); Pero que l conviertan en una obligación bajo pena de castigo me parece un abuso de autoridad que no se puede tolerar.

Imagen realizada por Grok.

Y todo, supuestamente, desde que ocurrió lo de la dana, que más parece miedo a perder el puesto o que arrecien denuncias que proteger en verdad ni a los alumnos, ni a los profesores que, ¡vaya!, han de convertirse de repente en meteorólogos, bomberos, psicólogos y arquitectos no sea que con la lluvia caiga el techo del gimnasio y sea culpa del profe. Una pena lo de imponer bajo castigo, pero así al parecer son los modos y maneras de los que se dedican a no tener ni idea de lo que sucede en un colegio de manera directa.

Pues nada, que manden un profe sólo para ponerse a mirar el cielo para el día que llueve en Alicante. Luego, para mandar especialistas para el alumnado con necesidades educativas especiales ya como que tardamos, que nos sale muy caro. Que digo yo, que por lógica pura, si cae una tromba en el edificio del Consell aplicarán la misma regla y que si pasa algo pues que se sancionará del mismo modo al que debía ser hombre orquesta en caso de lluvias. Una pena, pero a seguir amenazando. A barrer para fuera de casa. Que la porquería la barran y se la coman otros.

Educar bajo castigo pensaba que eso era de otras épocas, pero parece ser que no. Y aún así veo un riesgo poner en manos de personas que no son profesionales de esas ramas concretas la vida del alumnado y del profesorado. Pues eso, pues que supuestamente eso es al fin y al cabo lo de menos, pero tenemos capitanes que serían los primeros en abandonar el barco. Bueno, es lo normal en estos tiempos en la política en general.

Por cierto, las normas sólo son para cuando llueva, no para cuando haga calor. Mentes pensantes al poder. Que una cosa es ahogarse y otra achicharrarse (a pesar de esto es lo más normal que sucede por aquí), pero bueno.

Los que tampoco tienen ni pizca de educación —normal con las hornadas que salen a la calle sin saber escribir ni sumar— son los que que se ponen en Maisonnave a vender no sé qué cosa; los críos y las crías a los que les dan una carpeta y un boli y los ponen a la parte de la sombra a parar a la peña para que, en resumidas cuentas, paguen. Como no tengas sueldo o cuenta bancaria, nada. No sé cuál es la organización, o la ONG, o ni idea, pero lo del otro día fue de bochorno. Uno de ellos agarrando del antebrazo a una mujer que le estaba diciendo que no y el chico agarrándola y deteniendo su paso. Porque esa es la educación que tienen muchos y muchas, que no atienden al no por respuesta y que hacen y cogen lo que les da la gana sin saber gestionar una negativa. Es un lo quiero ahora y ya. Pues así les va: la gente jugando a esquivar. Como llueva y se caigan, a ver quién es el responsable. Algún profesor, seguro.

Fuente: Ayuntamiento de Alicante.

Pero que también es de juzgado de guardia —bueno, al menos a mí me lo pareció, no sé si era coña o no— es la peña pidiendo en la calle poniendo un cartel con su teléfono para que le hagas un bizum, intuyo por si no tienes suelto y quieres aportar. Pero ya me parece de película. Entiendo que esa persona tiene móvil y cuenta para que le pueda llegar la transferencia. A ver, que ya hay pocas cosas que sorprendan, pero bueno.

Sí que me sorprendería ver a una persona de la tercera edad con un patinete por la calle, ahí Barcala sigue sin atender mi petición. Pero lo que sí que va a hacer es poner toldos en la Avenida de la Constitución, que desde que se llevaron las melias —que, por cierto, también es verdad que manchaban mogollón y resbalaba si las pisabas cuando llovía—, pues ahí en verano puedes asar un pollo. Podían haber puesto otros árboles, pero bueno, lo de los toldos no lo veo mal, porque es un asadero total la calle ya en junio, no te quiero decir nada en agosto. Que no me extrañaría que, visto el percal, también pongan a los profesionales que trabajan en las cafeterías, bancos y hasta la mujer del kiosco algún protocolo para cuando no sólo llueva, sino para cuando a alguien le dé un parraque del calor.

Y ya han puesto el Belén gigante, no se puede pasar por el Ayuntamiento y en la avenida de la Constitución ya han plantado también varias cosillas con un montón de luces para que la peña se pueda hacer selfies. Y en dos días, la pista de hielo.

Canción, BSO Cantando bajo la lluvia.

Libro, Dune de Frank Herbert.

En fin, que ustedes lo lean, lo pasen y  lo paseen bien.

Bruno Francés Giménez

Escritor de serie B.

2 Comments

Click here to post a comment