Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

Atreverse

Pablo Genovés en el MUBAG (Fuente: Pedro Picatoste).

Cuenta el mito que Parténope, una de las sirenas que intentó seducir a Ulises con su canto, se arrojó al mar cuando él se resistió a su voz. Dicen que su cuerpo llegó a la costa donde nacería la singular ciudad de Nápoles y que, desde entonces, su espíritu habita en todos los que se atreven a tentar lo imposible. (Magnética e interesante la película de Paolo Sorrentino “Parthenope” de 2024).

Atreverse —como Parténope— no siempre está bien visto.
A veces se confunde con insolencia o con exceso.
Pero en realidad, atreverse es una forma de avanzar, de desafiar los límites y abrir una grieta por donde entra la luz.

Ejemplos mil, en la vida, en tu profesión, en todo. ¿O no es un atrevimiento la decisión de traer hijos al mundo? ¿O transformar una idea en una empresa o en un modo de ser? ¿O unir tu vida a la de otra persona con un plan común? El amor, la amistad, ¿no es una apuesta, un atrevimiento en sí misma?

Cuando nos lanzamos al mar empieza una aventura en la que no sabemos bien qué nos deparará el destino. No sabemos dónde nos llevará, a qué puerto, a qué costa y en qué condiciones llegaremos… si es que llegamos a alguna parte. Pero nos lanzamos.

En el arte, atreverse es también una forma de seducción.
De invitar al espectador a mirar lo de siempre de otro modo, con una visión renovada, inquietante, viva.

Eso es lo que nos propone Pablo Genovés en su exposición “Un mundo como el nuestro”,
un diálogo audaz entre su fotografía contemporánea y la colección permanente del MUBAG, poblada de obras del siglo XIX.
Un encuentro entre dos tiempos que no se excluyen, sino que se atraen, se interpelan y se reescriben mutuamente.

Sus imágenes —entre la belleza y el derrumbe, entre la memoria y la imaginación— nos recuerdan que el arte, cuando se atreve, no destruye el pasado: lo despierta.
Que volver a mirar lo conocido con ojos nuevos no es una irreverencia, sino una declaración de amor a la historia del arte y a su poder de transformación.

Sólo quien se atreve —a cuestionar, a mezclar, a imaginar— mantiene viva la posibilidad de seguir creando.
El atrevimiento vuelve a ser una forma de belleza.

Pasen y vean. En el Mubag hasta mayo. Atrévanse a ir.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

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