Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Opinión

El dinero no da la felicidad

Imagen generada con ChatGPT

¡Ah, la “frasecita” de siempre! Esa que aparece como un comodín infalible cada vez que una persona adinerada enferma, sufre o —Dios no lo quiera—, mostrando algún signo de humanidad destina parte de su fortuna a ayudar. Porque claro, quienes lo critican aportan mucho más… balbuceando desde su sofá. “¿De qué les sirve tanto dinero?”, exclaman algunas personas con una mezcla de satisfacción moral y condescendencia cósmica. Y entonces se dan la vuelta, convencidas de haber dicho una gran verdad. Pero, vamos a ver… ¿en serio?

Tomemos un ejemplo reciente: Ozzy Osbourne. Un icono, una leyenda del rock, con una vida llena de excesos, giras, casas de ensueño y millones de fans. Ahora tiene Parkinson, sí. Y algunos comentarios se apresuran a recordarnos su patrimonio, como si fuera una especie de compensación fallida. Como si dijeran: “¿Ves? ¡Tanto dinero y mira!”. ¿Mira qué, exactamente? Porque, ¡sorpresa!, el dinero no cura enfermedades degenerativas, ni compra la inmortalidad. Pero sí que cambia bastante el panorama mientras se vive, ¡que es cuando hay que disfrutarlo! Porque si la desgracia va a tocar tu puerta —como puede tocar la de cualquiera—, ¿no es mejor recibirla con una buena atención médica, rodeado de comodidades, sin preocuparte por pagar el alquiler o comprar los mejores medicamentos?

Ozzy Osbourne. Fotografía de F Darkbladeus (Wikimedia).

Y aquí va otra reflexión que parece olvidarse con facilidad: “el dinero no da la felicidad”, vale, pero eso se aplica en ambos sentidos. Tenerlo no la garantiza, claro, pero no tenerlo tampoco. ¿O acaso todos los pobres son súper felices por ser pobres? ¿Están ahí, dando “saltitos” de alegría porque no llegan a fin de mes? Es curioso cómo a veces se idealiza la carencia como si fuera un portal mágico hacia el bienestar interior. Y, sinceramente, no cuela. Decir que el dinero no da la felicidad es como decir que el agua no quita la sed porque hay gente que se ahoga. Es una frase tan simplista que da hasta vergüenza ajena. Y lo más curioso es que suele venir de personas que no se negarían a una vida mejor si les tocara la lotería mañana. Qué cosas.

Entonces, ¿cuál es el mensaje que deberíamos interiorizar, que debemos aspirar a la pobreza para alcanzar una especie de pureza existencial que nos prepare mejor para el sufrimiento futuro? ¿Qué sentido tiene renunciar a vivir bien ahora, por si acaso la vida se pone difícil luego? ¡Ah, no! Yo quiero ser súper pobre ahora, de joven, no vaya a ser que de mayor me afecte alguna grave enfermedad y entonces… ¿para qué haber tenido dinero durante toda mi vida y haber tenido y disfrutado junto a mis seres queridos de lo mejor?

El dinero, por sí solo, no da la felicidad. Claro que no. Tampoco lo hace un sofá, pero si está bien mullido, se agradece. La felicidad depende de muchas cosas. Pero negar que tener recursos puede contribuir —y mucho— a vivir mejor, disfrutar más y cuidar de quienes amamos es como cerrar los ojos y fingir que el sol no existe porque hay nubes. Y esto que digo no solamente es aplicable a lo personal, a la familia, sino que se extiende a todo: a tu comunidad, a tu país…  Así que sí —y no solo porque sea fan suyo—: ¡que viva Ozzy y su fortuna! Porque si la vida decide ponerte obstáculos, al menos que te pille en una mansión, con el mejor equipo médico, una familia bien cuidada y el recuerdo de haberlo vivido todo intensamente. No será la felicidad perfecta, pero desde luego no es lo mismo.

Y por cierto… Ozzy es el “Príncipe de las Tinieblas”, pero hay quienes viven permanentemente en las tinieblas… mentales. Y eso sí que no lo arregla ningún dinero.

MiLo Casellas

Autodidacta consumado y eterno aprendiz. Me encanta crear, con pasión y dedicación, siempre dando el 101 % en todo lo que hago. Actualmente, estudio el acceso al grado superior en el CEA Altiplano Jumilla, para posteriormente continuar con un grado en Programación Web.

6 Comments

Click here to post a comment

  • Pues bastante de acuerdo MiLo. Como bien dices, la frasecita tiene más de resentimiento envidioso que de reflexión sesuda. Sí está claro que cuando falta dinero para cubrir las necesidades mínimas la felicidad difícilmente acompaña. Suponiendo que la felicidad sea un bien que se tiene o se obtiene. Propongo en dejarlo en algo así como «el dinero no da la felicidad pero puede ayudar bastante». Enhorabuena por el artículo. He disfrutado leyéndolo.

    • Juanjo, muchas gracias por leer mi artículo. Me alegra que te haya gustado.

      Fíjate que, en realidad, yo también afirmo que el dinero no da la felicidad. La felicidad está en tener tranquilidad, seres queridos con quienes disfrutar —o incluso en la soledad (eso ya depende de cada cual)—, en la salud, etc.
      Lo que sí me parece absurdo es cuando, en ciertos casos, se dice: «¿Ves? ¿Para qué le sirve…?»
      O esos memes que he visto en Internet, donde se muestra una buena casa y un coche lujoso a un lado, y al otro, una choza y un trasto. Debajo de ambas imágenes aparece una fosa, y el mensaje es (señalando la buena casa y el coche): «Esto no te lo vas a llevar».

      Para mí, eso es otra absurdez. Yo no quiero llevármelo, ¿para qué? ¿Para regalárselo a San Pedro y ganar puntos en el último momento?
      ¡Lo quiero ahora! Para disfrutarlo aquí, en el «acá», no en el más allá.

      Y bueno, volviendo al dinero: la tranquilidad de no tener deudas, de poder cubrir todas las necesidades… ¿acaso no es salud?

      En fin, gracias de nuevo. ¡Un saludo!