Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Palabreando

Desequilibrando

Manuscrito de El Diario de Ana Frank que se expuso temporalmente en la iglesia de Kiel (Alemania). Fotografía de Diego Delso (Fuente: Wikimedia).

Comenzó la semana con la famosa votación de elegir la lengua base, la batalla de siempre del castellano contra el valenciano para las aulas, porque si ya creamos gladiadores en la escuela desde niños y niñas pues como que ya vamos avanzando en algo: en lo de separar a la peña, que es lo que viene siendo el día a día de esta España a pedazos nuestra aunque vayamos con el rollo de la integración y todo eso tan bienqueda. Como eso que he leído que el Gobierno va supuestamente a diferenciar a alumnos y a alumnas de los de a favor de Franco de los de a favor de Sánchez con una línea roja en las aulas, en plan rollo preguntas cuestionario. No sé si será o no verdad pero, si lo fuera, que a estas alturas me lo creo todo, me suena mucho a la Alemania nazi de separar a la gente, en este caso a los menores, según ideología. Que ellos no entienden más que de Tik tok y redes sociales. Y parece ser un poco de adoctrinamiento más que educación, que la línea que lo divide es muy fina, pero el resultado es todo lo contrario. Pero que parece ser que ante la próxima, e intuyo que inevitable, Tercera Guerra Mundial es ya ir creando bandos. Pues eso, que nos vamos quitando de encima. Acabarán con números en los brazos y no precisamente por ser chuletas de un examen de matemáticas. Por cierto, ¿han leído el Diario de Ana Frank? Léanlo y déjense de Facebook e Instagram.

Y leo en algunos medios, casi siempre de la misma ideología (mi profe del cole decía que había que leer todos los periódicos para hacerse una idea conjunta y más o menos real de la situación mundial), pues que dicen que el valenciano en la votación se impone. Luego lees la letra pequeña y a pesar de que la participación no llegó al 60 %,  quiere decir que sólo votaron el 40 %, pues salvo en Castellón que llegó al 70 %, y en Valencia al 58 %, en valenciano (en Valencia), en Alicante el castellano llegó hasta el 66 %. Pues esa imposición con falta del 40 % de la población escolar bueno, si lo que querían era hacer un sociograma y apostar por una lengua en detrimento de la otra pues se ha quedado en agua de borrajas y eso a pesar de que el Gobierno quiere legalizar a todos los inmigrantes ilegales, porque suena a voto: yo te quiero, yo te cuido y yo te doy un teléfono móvil con conexión a Internet.

Y ahí es donde ha fallado la cosa, que precisamente los inmigrantes legales, los que no se cuelan y a los que no les regalan habitaciones en los hoteles y móviles 5G, pues los de aquí, los que se gastan el dinero en alimentos, en trabajar y en todo lo demás, pues vaya, resulta que, esos, muchos de ellos y ellas, no tienen ese tipo de conexiones, ni siquiera pueden acceder a la nueva era en que la información de los coles va casi siempre vía web familia, Internet o lo que sea. Que muchas de esas personas no pudieron votar porque ni siquiera se enteraron, o no tenían posibilidades, y lo que pasó fue que tuvieron que ir al centro escolar, después del boca a boca no se me pase el plazo, y abarrotar las secretarías de los centros escolares para votar desde allí, con lo que, evidentemente, se colapsó el funcionamiento normal de la secretaría de un centro escolar. De hecho, muchas personas no sabían ni lo que tenían que votar porque no había bastante información. Porque no la había y porque nadie sabía, realmente, qué consecuencias podría acarrear votar una u otra cosa. Vamos, que la Conselleria podría haber habilitado lugares para informar y votar, que la misma sede la Conselleria podría haber dispuesto un lugar donde ir a votar en caso de duda o de lo que fuera, evidentemente no ha sido así porque pensar de más es un pecado y facilitar las cosas pecado al cuadrado. El caso es que nadie sabe para qué va a servir esta votación, salvo para conocer por zonas qué se elige o no. Luego, como parece que estamos en una época donde los gobiernos quieren adoctrinar a la peña, pues supongo que tomarán cartas en el asunto y lanzarán un montón de instrucciones, vídeos y demás para desequilibrar la balanza para un lado o para el otro según mande uno o mande otro. Suena a rollo Juegos del hambre. Habrá zonas de la ciudad donde habrá que marcarlas de uno u otro color por lo que pudiere pasar. Suena a ciencia ficción, yo no me lo tomaría todo a broma.

Como el rollo de SuperTrump diciendo y haciendo a diestro y siniestro (más siniestro que diestro) como si el mundo fuera un capricho suyo, o como si fuera el profe que castiga o premia según sus propios intereses. Evidentemente nadie lo va a parar porque Europa no tiene valor y Rusia y China juegan en la misma liga, es como cuando salías de marcha y los guapos y las guapas, aunque se envidiaran y se odiaran, se juntaban y se hacían como de buen rollo y se iban juntos y juntas, mirando por lo bajini al resto de la gente. Nosotros molamos y aunque nos enfademos entre nosotros somos los que partimos el bacalao.

Como lo de partir la pana, que hablando de cosas de niños y niñas, es el rollo de las urbas y sus leyes, que luego nos quejamos de que los y las menores se pasan el tiempo mirando un móvil, una tablet, una pantalla del ordenador. Bueno, la verdad es que desde los organismos escolares últimamente parece que también se fomenta eso, uno es de la vieja escuela, y para lo que ellos y ellas es tablet, para otro es tiza y encerado. Lo dicho, que nos quejamos de que los y las menores se pasan el tiempo empantallados, pero claro, si uno mira, y salvo la gente que pueda permitirse llevar al niño o a la niña al fútbol, ballet, inglés o cualquier cosa fuera del cole previo pago, pues que en las urbanizaciones todo está prohibido: no se puede jugar a la pelota, por ejemplo. Pero, a ver, ¿qué niño no puede jugar a la pelota porque molesta? Es un niño, ¿qué quieren? ¿que esté todo el tiempo en su casa?. Las urbanizaciones se han convertido en una especie de campo de concentración donde todo son leyes y normas siempre restrictivas que, en verdad, tan sólo benefician a personas mayores que olvidaron ser niños y niñas y, cual elefantes, tienen su hogar como un cementerio silencioso donde apagar todas sus velas.

Fuente: Flickr.

Parece que escuchar a niños y niñas jugar es una molestia, cuando nosotros y nosotras jugábamos en la calle y, entiendo, que también nos escucharían los vecinos y las vecinas, y escuchar a los niños y a las niñas era bonito, como escuchar a los pájaros cantar. Eso sí, luego aparece la persona que pasea a doscientos perros y se ponen a ladrar y a cagar y a mear, y la peña a rociar lo que rocíen para limpiar (bueno limpiar, no, mojar. Como yo digo en clase, el agua no limpia, el agua moja; para limpiar, jabón y frotar. Si a la caca le echas agua es caca mojada), y ahí no pasa nada porque los ladridos de los perros molestan menos que las voces de los niños, pero como si dices algo ya eres antianimalista pues nada. Como esa peña que deja a los perros (y perras) sueltos (y sueltas) por la calle y sale alguien a correr y les persiguen, como los patinetes a las personas, porque se saltan todas las normas (entiendo que los perros y las perras no saben de normas sociales si no se las inculcan sus dueños, amos, amigos, familiares o yo no sé definir muy bien el rango de consanguinidad que se concreta y se establece, y lo digo desde la más sincera ignorancia).

Barcala, patinetes para la tercera edad, pero con normas y defensas antiataque canino, que los gatos nunca lo hacen.

Y, para los listos y las listas, absténganse de criticar que uno ha tenido animales domésticos, bueno eso en la escuela cuando se da conocimiento, porque ahora ya entiendo que no son animales domésticos, que son familiares domésticos y que uno ya no sabe si cuando pregunta cuántos hermanos y hermanas tienes, la gata y el loro cuentan al mismo nivel, ustedes se ríen pero no. Y el artículo no es de criticar, es de pura confusión social, pero que lo dicho, que siempre es para sacar alguna sonrisa desde la confusión legal o social o lo que sea. Que si les he hecho pensar, me alegro, que si tienen respuestas, las digan, que si tienen críticas, las expongan, pero que no deja de ser una puesta de opinión para generar debate.

Libro recomendado, El diario de Ana Frank

Canción, Las chingadas ganas de llorar, Bunbury.

 El futuro comienza con el presente y el pasado es otra historia.

En fin que ustedes lo lean, lo pasen y  lo paseen bien.                  

Bruno Francés Giménez

Escritor de serie B.

2 Comments

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  • Delicado, sensible, interesante, polémico… el tema de las lenguas. Como en otros muchos asuntos, la politización de la cultura hace estragos. Y la lengua, no es que sea cultura, es la madre de la cultura… de las culturas.

    • Muchas gracias don Ramón, como siempre sus palabras siempre generosas conmigo y por ser suyas son generosas y llenas de esa cultura que usted posee de manera innata. Un saludo.