El viernes 10 de junio de 1983, en el puerto de nuestra ciudad, las corbetas de la Armada Española “Infanta Cristina” e “Infanta Elena” recibían sus banderas de combate de manos de sus madrinas las hijas del rey de España que también les dieron sus nombres.
Ese día, con la familia real al completo en el puerto alicantino, Juan Carlos y Sofía, así como el príncipe de Asturias Felipe y las infantas Elena y Cristina, junto con el ministro de Defensa Narcís Serra; Antonio Fernández Valenzuela, presidente de la Diputación, organizadora del acto, autoridades y alicantinos se dieron cita en el muelle para presenciar el acto.

La familia real en Alicante, 1983. Fotografía: Arjones (Fuente: Hoja del Lunes). 
La familia real en Alicante, 1983. Fotografía: Arjones (Fuente: Hoja del Lunes).
Yo fui testigo de la ceremonia como redactor de la Hoja del Lunes y, para la misma publicación, presencié casi 40 años después, el 1 de octubre, el último arriado operativo del ahora patrullero de altura “Infanta Elena” tras la reconversión de las corbetas en el citado tipo de buques.

El arriado se produjo en el transcurso de una ceremonia solemne a bordo del “Infanta Elena”, con la dotación formada y a los acordes del himno nacional en presencia del comandante naval de Alicante, Joaquín Vegara y del comandante de buque Narciso Donoso Alfonso. Al término, como es tradición en la Armada, Narciso Donoso deseo las “buenas noches” a todos los presentes.

El “Infanta Elena” formaba parte de un lote de seis corbetas, siendo la que nos ocupa la tercera de la serie en su construcción en astilleros de Cartagena siendo misión de la escuadrilla la protección antisubmarina, antiaérea y de superficie.
Fue puesta en quilla el 26 de enero de 1976 y entregada a la Marina española, en Cartagena, el 12 de abril de 1980. Tres años más tarde recibió la “bandera de combate” en nuestra ciudad, de cuyo muelle de cruceros inició su última singladura, rumbo a su base en la ciudad departamental, donde a mediados de mes será dado de baja en el rol de buques de la Armada y se procederá a su desguace.

El “Infanta Elena” ha desarrollado misiones de vigilancia en el mar Rojo, durante la guerra del Golfo y por la extraordinaria equipación armamentística que posee, que incluía misiles, fue bautizada por los estadounidenses como “la hormiga atómica”.
El “Intermares”, un barco peculiar

La Armada también ha estado presente estos días en nuestra ciudad con un buque peculiar, el “Intermares”, ya que durante seis meses es utilizado por la Armada para la formación de sus tripulaciones y el otro medio año depende del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación como centro de enseñanza para quienes desean formarse en los trabajos derivados del mar.
Lleva una dotación de 40 tripulantes y capacidad para 70 alumnos; su base está en El Ferrol, fue construido en 2009 y pasó a ser compartido con la Armada en 2018.

Cuando presta servicio a la Armada se utiliza para realizar cruceros con guardiamarinas a la vez que se colabora con la Escuela de Suboficiales y otros departamentos propios; mientras que cuando depende de la Secretaría General de Pesca se dedica a la formación de actividades relacionadas con la pesquería, como capturas, envasado o formación de marineros entre otras tareas. Lleva, en la cubierta de popa, una embarcación que es botada cuando se utiliza para las prácticas pesqueras de los alumnos civiles.

El barco para prácticas de pesca en la popa del “Intermares” (Fotografía: MS) 
El barco para prácticas de pesca en la popa del “Intermares” (Fotografía: MS)
La visita al buque escuela de cooperación pesquera estuvo dirigida por su comandante Alejandro Espinosa Rubio y el comandante naval de Alicante Joaquín Vegara. El responsable del barco explicó que “ha sido necesario adoptar algunos de los compartimentos originales que teníamos como buque civil a los usos de la Armada”.
Durante su estancia en nuestra ciudad han recibido enseñanzas pesqueras un total de 27 alumnos en régimen de internado, quienes regresaban a sus domicilios durante el fin de semana.

El “Intermares”, que destaca por su puente de mando de 360º de visibilidad, no sólo realiza sus tareas en las costas españolas, ya que ha realizado cruceros por las de Mozambique y Sudamérica, está dotado con un salón de actos, aulas de enseñanza, enfermería, cubiertas para oficiales, suboficiales y alumnos, así como con laboratorios civiles.
El comandante naval de Alicante subraya “la capacidad que hay entre los distintos ministerios para colaborar en distintas tareas”.












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Gran cronista y gran fotoreportero. Enhorabuena, eminente (calificativo eclesiástico sólo para cardenales) casi secretario perpetuo. Un fuerte abrazo.