JAVIER PRATS
La botella puede verse medio llena o medio vacía pero la realidad es la que es: el pasado año hubo un descenso del desempleo en la provincia de Alicante pero insuficiente a todas luces, mostrando otra vez el problema estructural de la economía de la provincia sostenida por el devenir del sector turístico. Y es que la recuperación de la actividad productiva sigue sin traducirse en más empleo, y sobre todo, en trabajo de calidad, a pesar de que hayan pasado por El Altet más de doce millones de pasajeros. Las cotizaciones a la Seguridad Social se resienten, y de qué manera, y aunque Alicante debe cuidar el turismo, al igual que el país, necesita urgentemente cambiar su sistema productivo, introduciendo nuevas fórmulas que deben dirigirse casi en exclusiva al objetivo del pleno empleo. Parece una quimera en la provincia y en España, aunque los objetivos deben ser ambiciosos sin perder de vista la realidad por triste que esta sea.