Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Opinión

Día de la Fiesta Nacional

La Patrulla Águila del Ejército del Aire pasa durante el acto de homenaje a los caídos por España, Palacio Real de Madrid, 12/10/2020 (Fuente: © Casa de S.M. el Rey).

El pasado lunes, como viene siendo habitual desde hace muchos años, me puse delante de mi televisor para ver el acto de celebración con la participación de los ejércitos de nuestra nación, la asistencia del Jefe del Estado acompañado de su familia, los miembros del Gobierno Central, los presidentes de las Comunidades Autónomas y las autoridades civiles y militares. Sabía de antemano, porque la situación en la que nos encontramos por la pandemia del covid-19 no permite su celebración como en años anteriores, que iba a ser un sencillo acto, aunque también suponía que se respetarían las intenciones que siempre han tenido estos eventos.

Desde el punto de vista relacionado con las fuerzas armadas que iban a participar en el acto también esperaba, como así fue, una pequeña representación de soldados de cada uno de los ejércitos y de la Guardia Civil, manteniendo las intenciones del protocolo de años anteriores. Quizás me he quedado corto porque en este año, que tanto debemos a las fuerzas armadas que han colaborado y siguen todavía en ello, ayudando a combatir la epidemia y apagando incendios, también se incluyeron los bomberos y las policías como homenaje a la labor tan importante que han hecho a lo largo del año. El homenaje a los caídos por la Patria, como ocurre siempre, me impresionó a lo largo de toda esta parte del acto.

Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía en la Plaza de la Armería donde reciben los Honores de Ordenanza, Palacio Real de Madrid, 12/10/2020 (Fuente: © Casa de S.M. el Rey).

Siempre he pensado que la intención de esta conmemoración además de celebrar el Día de la Fiesta Nacional, es mostrar a los ciudadanos de nuestra nación que las fuerzas armadas están para protegerlos, si fuese necesario, al frente del Rey que es su Jefe Supremo.

Todo iba muy bien hasta que el Rey a su llegada comenzó, como siempre ha ocurrido, a saludar a las autoridades asistentes. Dado que la pandemia nos ha prohibido el saludo estrechando la mano, el Rey saludó militarmente a cada una de las autoridades asistentes y a los que iban a ser condecorados por su trabajo en el “combate” que mantenemos con el bicho. La mayoría devolvieron el saludo al Rey. Los militares con su saludo característico a la vez que inclinaban su cabeza; la inmensa mayoría de las autoridades civiles, saludaron inclinando su cabeza o extendiendo la mano desde su corazón hacia su majestad.

No obstante, como suponía que ocurriría, cuando los miembros del gobierno de coalición pertenecientes al partido Podemita, capitaneados por su líder tuvieran que saludar al Rey, no se le saludó.

Esto es lo que me ha motivado para escribir este artículo que en realidad empieza ahora. Lo comienzo dirigido a esos componentes del gobierno de acuerdo a mi derecho de repudiar los gestos de estos asistentes que me da mi libertad de expresión.

Don Felipe pasa revista a los cuerpos civiles, Palacio Real de Madrid, 12/10/2020 (Fuente: © Casa de S.M. el Rey).

Comenzaré con el gesto de su líder, a quien realmente es al que siguen sus acólitos. Lo primero que advertí en él es que, por lo visto, no sabe que el resto de los asistentes venían, como se debe de acudir, vestidos con traje y corbata los civiles y los militares con su uniforme y guantes blancos. Él venía, como es costumbre, sin corbata y con la camisa desabrochada y no respondió al saludo del Rey. Observé que movía los labios ante el rey y la reina, en el momento que ambos lo saludaron. Puede ser que les diera los “buenos días”. Sus compañeros de partido siguieron el ejemplo que habían recibido de su líder. Para ser componente de un gobierno con el cargo que ostentan, hay que ser una persona íntegra y no anteponer su ideología y la forma de enfocar sus ideas y aspiraciones por encima de su integridad. Podría, como ejemplos, tomar algunos de sus predecesores, tristemente ya fallecidos, que fueron moderados ante las diferentes situaciones y las respetaron, capaces de conseguir algunas de sus metas. Santiago José Carrillo Solares logró que el Partido Comunista formase parte de la democracia que con la Constitución crearon los padres que la compusieron. Julio Anguita consiguió como alcalde ser reelegido varias veces por los ciudadanos cordobeses que vieron en él una persona que se preocupaba por ellos fuesen cuales fuesen sus ideologías. Marcelino Camacho, sindicalista que promocionó a CC. OO., sindicato que todavía permanece en activo. Estoy completamente seguro que no se posicionarían en su ideología y devolverían el saludo al rey de su época.

Quizás su problema deriva de la enseñanza que ustedes o no recibieron o si la recibieron no quisieron aprenderla. En cualquiera de los dos casos, les puedo dejar un libro cuyo título es Cortesía y Protocolo por si quieren leerlo; todo lo que aprendí con este libro, lo ponía en práctica cuando acudía a un acto, como la celebración del Día de la Fiesta Nacional.          

Estoy convencido que, si el líder alcanzara algún día, Dios nos libre, la Presidencia del Gobierno y algún militar en un acto al que usted estuviera obligado a asistir por protocolo, le hiciera lo que usted ha hecho al Rey, al día siguiente estaba cesado.

Al final todo esto no se trata de compartir una ideología o no ser partidario de una determinada jefatura del Estado, se trata de un gesto de mala educación.

¿Qué pasaría si en naciones que comparten su ideología como Corea del Norte China o Venezuela, cuyos jefes de sus respectivos estados, a los que todos conocemos por la forma de tratar a sus ciudadanos, se les hiciera lo mismo que usted al rey? Dejo la pregunta en el aire. Sin comentarios.

El Rey pasa revista a las tropas, Palacio Real de Madrid, 12/10/2020 (Fuente: © Casa de S.M. el Rey).

Parece que en España algunos políticos no le dan la importancia que tienen estos gestos en un día tan señalado como la Fiesta de la Nación, que indudablemente aparecerán en la prensa extranjera. Todos recordamos cuando el que sería presidente, el señor Rodríguez Zapatero, el 12 de octubre del año 2003, día de la Fiesta Nacional, no se levantó al paso de la bandera de los Estados Unidos y fue primera página de toda la prensa norteamericana. Ese despropósito tuvo sus consecuencias; Madrid no fue elegida como ciudad para celebrar las Olimpiadas de 2012.

La democracia no es lo que defiende el señor Iglesias. Su ideología ya se ha probado en el siglo pasado en gobiernos que históricamente han quedado registrados como opresores y creadores de pobreza al igualar a sus ciudadanos en la miseria. Aunque todavía quedan algunos que se mantienen en sus gobiernos dejándonos muestras para que también formen parte de la historia, van desapareciendo poco a poco.      

         

Joaquín Ñeco

Alférez de navío.

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